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El día del Carmen en TVE 1960

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El 16 de julio de 1960 una TVE muy adherida a todo lo militar (lógico teniendo en cuenta la férrea vigilancia de los censores franquistas) celebró el día de Nuestra Señora del Carmelo "Patrona de todas las gentes del mar, patrona de nuestra arma naval" en palabras de la propia tele de la época. Hoy en día, el Carmen, tal y como lo conocemos hoy, no tiene ninguna relevancia en la programación pero hace 56 años este tipo de conmemoraciones desplazaban a los equipos televisivos al escenario del Teatro del Fomento de las Artes para organizar alguna emisión especial que contentara a los gerifaltes del régimen. Ese teatro era el que se usaba para los "grandes programas" puesto que el mínimo plató del Paseo de la Habana no daba para más en aquel 1960 en el que TVE se iba implatando lenta pero fírmemente y tenía que dar un paso de calidad en su imagen. 
   Aquel día festivo el programa "Música en su pantalla" presentado por José Luis Uribarri recibía a la banda de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid. 


Dirigida por el comandante Adana, la banda interpretó "seis composiciones de impecable factura" ("TeleRadio" dixit) entre las que se encontraban "La oración" ("que la marinería española canta en todos los barcos nacionales a la puesta del sol" aseguraba la misma publicación), un par de himnos de la Naval, la "Marcha liliputiense" y "La salve", que finalizó el concierto. Además de este musical los programadores cedieron la pantalla para ofrecer varios documentales sobre "la vida marinera, la procesión sobre el mar y escenas de la Academia Naval". Tan contentos quedaron los de la Marina que se llegó a un acuerdo para realizar programas sobre su día a día  "que resulten atractivos e interesantes para los espectadores". Sinceramente, no creo que al televidente medio aquello le resultara muy divertido pero... era lo que había. 

Mondovision, la primera vez del Telstar

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El 23 de julio de 1962 EE.UU y Europa se unían a través de un satélite, el flamante Telstar lanzado al espacio 13 días antes y con el que se pretendía emular (y perfeccionar) el sistema de intercambio de imágenes y programas en directo que ya se había probado con éxito con Eurovisión, la organización de televisiones europeas creadas a tal fin (y no sólo con el de realizar un festival de la canción anual, amiguitos). Las tres grandes cadenas norteamericanas (NBC, CBS y ABC) aunaban esfuerzos en un programa especial que conectaría directamente con Europa en una operación comandada por la BBC pero que implicaba a todas las teles del continente que ya pertenecían a la red eurovisiva. Sin embargo y aunque esa fecha ha quedado para la historia, unos días antes, un ensayo de la francesa ORTF sería, realmente, la primera emisión conjunta de lo que recibiría el pomposo nombre de  "Mondovision". El bello rostro de la actriz y cantante Michelle Arnaud sería uno de los primeros en traspasar el Atlántico. 



Yves Montand, ya muy popular en EE.UU. gracias a la película "El millonario" que protagonizó junto a Marilyn Monroe, fue otra de las estrellas de ese programa aunque el que chupó más pantalla fue el ministro frances de Telecomunicaciones, Monsieur Marette. Insisto en que todo esto era en realidad una prueba de control. Los técnicos franceses de la localidad bretona de Pleumer-Boudou recibieron imágenes desde EE.UU para comprobar que todo estaba correcto para el gran día de la inauguración de la Mondovision. Lo recibido fue grabado y emitido al día siguiente en el "Journal Télévisé" y y posteriormente respondieron con el envío de otras imágenes para confirmar que la señal funcionaba en ambos sentidos. Parece ser que la calidad de la recepción en Andover era tan buena que los norteamericanos "optaron por olvidar la medida de precaución que consistía en recibir solamente en receptores de control y la emisión de Pleumer-Bodou fue transmitida en directo en todo el territorio" según se comentaba días después en la revista "TeleRadio".


Este éxito no fue bien visto por la BBC que envió una nota a París en protesta por haber roto el acuerdo del inicio oficial de las transmisiones el 23 de julio. Los franceses contestaron con flema británica (curiosa ironía) asegurando que ellos no habían transtimido nada, que aquello era cosa del Ministerio de Telecomunicaciones y no de la ORTF... lo que era cierto en puridad pero bien que se apuntaron al carro. 
   En cuanto al primer programa de Mondovision se pudo ver aquí a través de TVE en conexión con Eurovisión a las 20 h. Toda Europa vio a los grandes comunicadores de las tres majors norteamericanas en el mismo estudio aunque aquí no se entendía cuán histórico era ese encuentro. Walter Cronkite (CBS) comandaba el especial dando el relevo a Chet Huntley (NBC) primero y a Howard K. Smith (ABC) después. Las cataratas del Niágara, Nueva York, Washington y la conferencia del Presidente Kennedy desde la sede neoyorquina de la ONU fueron los platos fuertes de esta transmisión. A las 23 h comenzaba el envío europeo con las campanadas del Big Ben londinense. TVE había sido invitada a participar con vistas de las cuevas de Altamira y de Palos de Moguer pero debido a que Francia y Gran Bretaña usaban unas instalaciones distintas no fue posible. 


Semanas después, a principios de agosto, Francia volvió a solicitar el uso del satélite Telstar para conectar con el periodista Jacques Sallebert que se convertía así el primer europeo en realizar una crónica en directo desde EE.UU. aunque hay que decir que esta vez no fue tan fácil como aquella primera emisión (muy organizada y ensayada) del 23 de julio. El locutor Georges Penchenier (en la foto) era el encargado de conectar con Nueva York. Durante varios minutos intentó, sin éxito hablar con su colega. Se usó el teléfono como medida provisional hasta que la señal llegara a París pero tampoco funcionaba así que los espectadores demostraron gran paciencia siendo testigos de un diálogo de besugos.


Finalmente se pudo ver a Sallebert desde la azotea de un rascacielos de Nueva York mostrando la ciudad desde tan privilegiada posición. Eran las 15.30 h. y el sol creaba unas sombras bajo los ojos y la nariz que impedían ver bien el rostro del locutor y su invitado, un soldado estadounidense nacido en Hiroshima con el que habló del aniversario del lanzamiento de la bomba atómica. Sin embargo el tema principal de aquella crónica de unos 25 minutos fue la muerte de Marilyn Monroe.

Así fue el primer programa de Mondovision (tras las explicaciones de un teórico tan pesado como un servidor): 

"Cuéntame cómo pasó", el programa

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El verano de 1995 estuvo lleno de nostalgia en TVE. Se estrenaba el programa de recortes musicales seleccionados con mucho humor por el equipo de Guillermo Summers "Mitomanía" y enseguida supo captar la atención de un público ávido de "revivals" (aunque el propio respetable no supiera las ganas que tenía de ellos). Sin pretenderlo, Summers creo un clásico partiendo de imágenes clásicas, el metalenguaje llevado al summum que durante años nos amenizó los principios estacionales. Pero no fue el único programa de este tipo que llegó a la pantalla pública. Si en las autonómicas había triunfado en temporada regular "¿Qué paso con...?" (Consuelo Berlanga al frente), en la Primera recuperaron a un histórico de la radio (e intermitente conductor televisivo) para dirigir y presentar "Cuéntame cómo pasó", un recorrido amistoso por momentos (y movimientos) reseñables de las tres décadas anteriores. 


Cada semana dos invitados famosos recordaban un fenómeno social o un hecho relevante que habían vivido en primera persona ante un grupo de jóvenes que escuchaban sorprendidos lo que les contaban estos "abueletes" y preguntaban (con aparente naturalidad) sobre sus sensaciones y memorias de aquellos tiempos. En la primera cita, un domingo 9 de julio a eso de las 20 h, Ángel Casas y Lorenzo Santamaría charlaron sobre el movimiento hippie. En siguientes entregas Pasqual Maragall, Jiménez del Oso, Teresa Gimpera, las hermanas Hurtado, Pepe Sacristán o Joaquín Sabina rememoraron el SEAT 600, la llegada de la píldora a nuestro país, el destape, los primeros electrodomésticos o la revolución de la minifalda.


Pero no sólo había charleta entre los protagonistas de esos eventos y jóvenes curiosones, también había música. Rita Pavone, Los Diablos, Los Mustang, Manolo Escobar, Gloria Lasso y José Guardiola, entre otros, interpretaron sus temas más populares en versión unplagged (pero sin presumir de ello, vamos, que estaban ellos casi a pelo o con una guitarra como mucho). Y todo eso amenizado con las imágenes de la época que el propio Turia controlaba desde un reproductor demasiado profesional para tenerlo en la casa que simulaba el decorado (el único "pero" que he puesto al programa para que no se me tache de Turia-fan). Si el maestro de la voz don Rafael había triunfado también en la radio musical como DJ antes de que los DJ en España fueran DJ, ahora se convertía en el primer vídeo-DJ de nuestra tele (lo sé, el término no tiene sentido pero no me seáis quisquillosos). 

   El programa no tuvo el éxito que los jefes exigían (aunque sus casi tres millones de espectadores serían un lujo hoy en día) y pasó de la Primera a la 2 sin demasiadas contemplaciones. Eso sí, se mantuvo hasta octubre. Años después, su título les fue de mucha utilidad a los gerifaltes de la pública cuando una serie que quizás os suene de algo, "Cuéntame", tuvo que cambiar su nombre por cuestiones de derechos y se usó el ya registrado previamente de "Cuéntame cómo pasó" para evitar problemas. No olvidemos, pues, que además de haber sido un grato entretenimiento nostálgico en el 95, este programa sirvió para ahorrar dinero al Ente. Gracias, señor Turia. 

Las aventuras del joven Indiana Jones

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En octubre de 1992 y tras una intensa campaña publicitaria, llegaba a Antena 3 la serie "más esperada del año", "Las aventuras del joven Indiana Jones". La joven cadena privada la había vendido como una de las más exitosas de los últimos tiempos y organizó un estreno con las estrellas del canal (Nieves Herrero e Irma Soriano entre otras) al que acudió uno de los protagonistas de la serie. En realidad, sí que era uno de los proyectos más cacareados de los últimos años en EE.UU. pero no tuvo el éxito esperado ni allí ni aquí. De hecho en nuestro país sólo se emitieron 16 episodios de los 24 que se llegaron a rodar, sin contar con las cuatro tv-movies que se realizaron en los años siguientes a su cancelación. 


La premisa estaba muy clara: contar la historia del famoso arqueólogo/aventurero antes de lo que ya habíamos visto en el cine. El personaje creado por George Lucas y Steven Spielberg daba mucho de sí y gracias a su espíritu curioso y a su profesión podía ser ubicado fácilmente en cualquier momento crucial de la historia desde principios del siglo XX y al lado de grandes personajes como Lawrence de Arabia, Churchill, John Ford, Freud o Mata-Hari. La serie fue desarrollada únicamente por Lucas (muy partidario de sacar rendimiento sea como sea a sus sagas) y parece ser que llegó a pergeñar las tramas para unos 70 capítulos. Siempre ha estado muy seguro de sus triunfos, está claro, aunque esta vez se pegó un buen tropezón.


Tres actores interpretaban a Jones a distintas edades: Corey Carrier (en las dos fotos superiores) entre los 8 y los 10 años, Sean Patrick Flanery entre los 16 y los 21 (fotos inferiores), George Hall, a los 93 y en un cameo especialísimo en la última temporada el mismísimo Harrison Ford lo interpretó con 50 años. Quizás este fue un intento por remontar la serie que había comenzado a emitirse en marzo de 1992 en la ABC y que en julio del año siguiente fue cancelada porque su enorme presupuesto (se presumía de que cada capítulo costaba unos 150 millones de pesetas) no la hacía rentable.


A pesar de que Sean Patrick fue nominado al Emmy como mejor actor joven protagonista de una serie, no consiguió superar el carisma del actor original y tuvo que batallar con el hecho de que en principio se había pensado en River Phoenix para el papel. Esta elección había sido bendecida incluso por el mismísimo Harrison Ford pero no fue posible debido a varios compromisos fílmicos de la joven promesa. Parece que todo el mundo quería a River y Flanery se consideró siempre un "sustituto". Aunque ha seguido trabajando tanto en cine como en tele, el muchacho no ha despegado todavía. Y no me digáis que con 50 años ya es tarde porque nunca se sabe. 


Uno de los grandes atractivos de la serie era su itinerancia. Cada capítulo se rodaba, en parte, en una localización distinta, el equipo de filmación se trasladó prácticamente por medio mundo y en un episodio memorable Indiana visitaba Barcelona en 1917 y conocía a un joven Picasso. Otra de las apuestas era el reparto, varias estrellas internacionales aparecieron con papeles más o menos importantes, desde Vanessa Redgrave (en la foto superior) a Max von Sydow pasando por Catherine Zeta-Jones, Christopher Lee, Daniel Craig (todavía era un desconocido) o la por entonces esposa de Hugh Grant, Elizabeth Hurley (en la foto con Sean Patrick). Además, y como guiño a los seguidores de la saga cinematográfica, varios actores de las películas aparecieron también en la serie pero en papeles diferentes. Por último, hay que destacar que Lucas contrató a prestigiosos cineastas para los guiones y la dirección de muchos de los episodios, entre ellos el Monty Python Terry Jones (también hizo un pequeño papel), la princesa Leia Carrie Fisher (una de las más importantes "arregladoras" de guiones de Hollywood), el ganador de tres Oscar Frank Darabont, el prestigioso Deepa Mehta y el taquillero Joe Johnston. 


Con todos estos mimbres, se esperaba que la serie fuera un exitazo de los de marcar época. Antena 3 pagó un pastizal por la exclusiva, "Tele Indiscreta" la llevó a portada y regaló posters y un coleccionable con la historia de cada semana... pero no, aquello no funcionó. Quizás si el presupuesto no hubiera sido tan elevado no hablaríamos de fracaso sino de una serie más que cumplió su ciclo sin destacar demasiado. Incluso con varias nominaciones a los Emmy y 6 galardones, una audiencia que no podemos considerar pequeña y el marchamo de Lucas y compañía... "Las aventuras del joven Indiana Jones" fueron decepcionantes para los fans acérrimos de las películas pero se han quedado como un grato (y lejano) recuerdo para los chavales de los noventa. Cuatro de los capítulos ni siquiera llegaron a ser emitidos pero entre 1994 y 1996 se produjeron cuatro películas para The Family Channel. Posteriormente, Lucas intentó revitalizar el proyecto pero parece que esos guiones dormirán el sueño de los justos.

Relevo veraniego en "Gente", 1979

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En agosto de 1979 una nueva cara se presentaba ante los espectadores del magazine de mediodía "Gente hoy". Si Mari Cruz Soriano había sucedido a Isabel Tenaille (cambio de nombre del espacio incluido, de "Gente" a "Gente hoy"), esta vez sería sólo una sustitución veraniega y nada más que para el mes de agosto pero teniendo en cuenta la popularidad del programa quizás podría servir para catapultar a la afortunada elegida como lo había hecho antes con sus predecesoras. María Teresa Álvarez aterrizaba en Madrid el mismo día de su presentación oficial desde Oviedo donde presentaba el programa regional. Y un par de semanas después fue portada junto a la propia Soriano de la revista de TVE, "TeleRadio". 


Era un 31 de julio, viernes, y no había habido tiempo para preparativos, Teresa había conducido "Asturias, hoy" hasta el día anterior y el lunes se incorporaba al equipo de Prado del Rey. Tal y como nos contaba el reportaje de la citada revista, un problema con sus maletas en Barajas había propiciado un retraso de varias horas y su llegada in extremis apenas una hora antes de la emisión. El realizador interrumpía a las maquilladoras para exigir su presencia en plató para "comprobar sus ángulos y hacer unas cuantas pruebas". La directora, Maruja Callaved, no había podido charlar con ella más que unos minutos pero ese día se trataba sólo de presentarla al público y por sorpresa, sin haberla anunciado antes. Mari Cruz Soriano daría el relevo a su compañera ante la audiencia. 


Callaved, pionera de TVE y una de las primeras mujeres en dirigir programas en la Casa, había escogido a una profesional desconocida a nivel nacional: "Hemos buscado una cara no identificada con ningún otro programa". Teresa había comenzado su carrera en Radio Popular de Avilés pero al poco tiempo se trasladó a Radio Nacional. Con la llegada a la tele del Programa Regional desde Asturias en 1974 ella se incorporó inmediatamente a la delegación y allí se mantenía, casi cuatro años después, conduciendo el magazine autonómico diario de media hora con una estructura similar al de "Gente hoy". "Las comparaciones no me gustan. Mari Cruz es una gran profesional. Yo trataré de realizar mi trabajo lo mejor que pueda y de que los telespectadores vean que hay un equipo tras las cámaras" aseguraba Álvarez a la periodista Rosa Pradas aquel día. Ella no sería la única sustituta aquel verano, Florencio Solchaga ocuparía la plaza de Javier Vázquez, copresentador del espacio. 
   En septiembre regresó la Soriano al decorado de bambú y Teresa a Asturias. Años después volvería a Madrid para asentarse y mención aparte merece su serie documental "Mujeres en la historia"... pero eso ya lo contaremos otro día. 

Las primeras veces de la Vuelta Ciclista a España en TVE

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Estamos tan acostumbrados a ver la Vuelta Ciclista a España en directo, con esos planos desde las motos, las vistas aéreas que identifican las localidades por las que pasa, los comentarios de Perico Delgado y las voces de Carlos de Andrés y el fallecido prematuramente Pedro González que parece imposible que hubiera un tiempo en el que eso no fuera así. Pero, efectivamente, no todo ha sido tan espectacular ni tan "aparentemente" fácil en las retransmisiones de eventos ciclistas. A finales de los cincuenta la Vuelta se asomó (tímidamente) por primera vez a TVE a través de las imágenes filmadas por los equipos de NO-DO pero no de forma diaria ni inmediata, ¡ni mucho menos! Los sistemas de revelado y la distancia entre Madrid y las ciudades donde finalizaba cada etapa de la carrera hacían imposible tal cosa. 1960 marcó un punto importante en el romance entre la tele y el ciclismo, un romance largo pero con cariños intermitentes y hasta alguna infidelidad. Aquel año la Vuelta comenzaba el 29 de abril y la estrella a priori iba a ser el Águila de Toledo, Federico Martín Bahamontes que tras años de triunfo en el Tour también participaría en la ronda española. TVE estaba creciendo de forma muy rápida y éste sería otro de esos acontecimientos en los que tendría que estar presente. La empresa patrocinadora CINEMAR, asociada a varias agencias publicitarias, se encargaría de producir cada día un reportaje filmado con un presupuesto superior al millón de pesetas. Un equipo móvil dirigido por el redactor deportivo de RNE Juan Pablo Salinas seguía a los corredores desde dos motos. En cada etapa se filmaban unos 240 metros de película en 16 mm. Los rollos se iban entregando a un furgón-laboratorio que iba revelando inmediatamente la película que, una vez secada, viajaba hasta el Paseo de la Habana en Madrid en un bimotor. Una vez allí un tele-cine grababa en sistema videográfico las imágenes que eran comentadas por un locutor sobre los textos enviados por Salinas que, a su vez enviaba un comentario final con la información de la clasificación vía telefónica. En el caso de las etapas de Madrid, Barcelona y Barbastro se televisaba directamente. Un jaleo, vaya.



Al año siguiente TVE repitió el mismo esquema pero con la lección aprendida. En el número 174 de la revista "TeleRadio", correspondiente a la última semana de abril de 1961, se explicaba: "Hay fines de etapas económicamente interesantes para la organización de la Vuelta pero de insuperables obstáculos para una información directa en el día. Tal es el caso de Benidorm. Y de Tortosa, Albacete o Pamplona, ciudades en las qu e no hay aeropuertos adecuados o no están en las debidas condiciones, no cuentan con servicio aéreo comercial regular y a veces hasta se da la fatalidad de que el horario de los ferrocarriles no encaja con oportunidad en el plan de la Vuelta. Por todo ello se ha impuesto el criterio "realista": TVE ofrecerá a sus oyentes (sic) un completísimo programa informativo directo de las incidencias de la gran prueba pero realizado con todos los márgenes posibles de garantía". En definitiva, de las 16 etapas, 10 se emitirían el mismo día y el resto al día siguiente. El mismo equipo se encargaría de esta labor: Salinas como periodista y los operadores Ángel Gómez Matesanz y Francisco Fraile con las cámaras de cine. Aquel año el resumen se podía ver a las 20.15h justo antes de la serie "Los Tres Mosqueteros". Apenas duraba un cuarto de hora y esos breves 15 minutos suponían un ímprobo esfuerzo para esa tele primigenia. 
   Esta fórmula, aunque mejorada, se mantuvo hasta bien entrados los ochenta en que por fin comienzan las emisiones en directo y las famosas imágenes aéreas en las que el espectador quiere reconocer su pueblo. El camino hacia lo "simple" siempre es muy complicado, amiguitos. 

"La mañana de Rosa", el intento de Rosa Villacastín por superar a la Campos

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Septiembre suele ser el mes en el que las grandes cadenas estrenan sus nuevos programas o los titulares de los que han sido renovados regresan a los estudios y despiden cariñosa pero firmemente a sus sustitutos veraniegos pero, curiosamente, fue en enero de 1999 cuando Antena 3 presentó su gran apuesta matinal encabezada por Rosa Villacastín. En realidad todo sonaba a parche, en septiembre se había estrenado "Hoy de mañana" con Ely del Valle pero no consiguió destacar en las audiencias y no se permitió que se asentara. La propia Villacastín no había triunfado con su "Extra Rosa" en solitario y en nuevo horario, las 20 h, que en octubre de 1998 fue retirado de pantalla. Ahora se presentaba en un horario inusual para ella y en papel también inédito en su carrera: directora y presentadora de un magazine en el más amplio sentido del término. 



"La mañana de Rosa" comenzaba a las 11 h y duraba dos horas. Por supuesto incluía crónica social, sería absurdo que no lo hiciera teniendo en cuenta que Villacastín era pionera en ese género en nuestro país, pero también los otros contenidos habituales en los matinales de los 90: sucesos, reportajes de actualidad o de cosas curiosas, consejos sobre salud, moda y belleza, entrevistas a personajes populares en promoción y también mesa de opinión. La conocida comunicadora eligió un formato sobrio, austero, muy cercano a los infotainment franceses y prefirió acompañarse de otros periodistas para complementar su labor en pantalla y no cansar al espectador con una figura omnipresente. Quizás era consciente de que su presencia televisiva era más bien discreta y por eso se apoyó mucho en profesionales como el veteranísimo Tico Medina, la emergente Ana Aladro (popular por entonces gracias a sus entrevistas desenfadas y atrevidas a famosos en "Madrid Directo" de Telemadrid) y el hombre del tiempo Jordi Cruz (no confundir con el presentador de "Club Disney" o "Art Attack"). 
   Villacastín quiso trasladar un formato más bien radiofónico a la tele y con más peso informativo  y de servicio que sus competidores en la Primera (el tándem "Saber vivir" / "Así son las cosas") y Telecinco (Día a día" con Mª Teresa Campos) y, simplemente, no funcionó. Dos meses duró en pantalla, demasiado poco como para hacerse con un público fiel. El espacio comenzó con una media del 13,5% de share en su primer mes y en su última semana de vida apenas superaba el 11%. La periodista aceptó el despido con elegancia y al poco tiempo se reencontró con Ana Rosa Quintana en "Sabor a ti" pero como colaboradora. Sus sustitutos fueron series y tv-movies. Aún pasaría un tiempo hasta que las mañanas de Antena 3 fueran realmente competitivas. 

María Rey, el regresó a plató 20 años después

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Es una de las sorpresas del inicio de la temporada 2016/17, María Rey volverá a presentar un informativo en Antena 3. Tras dos décadas asentada en el Congreso de los Diputados, donde ya parecía un león más, la periodista gallega regresa al puesto que ocupó en la primera mitad de la década de los noventa. Aunque comenzó su carrera televisiva en el Centro Territorial de TVE en Madrid y también pasó por el departamento audiovisual de la Agencia EFE fue su fichaje por la por entonces recién nacida tercera cadena el que se definió como un paso decisivo en su carrera. 

Ese contrato se firmó en 1992 y por entonces una jovencísima María, 25 años nada más, presentaba la edición del fin de semana junto a otra joven promesa, Roberto Arce. Era el comienzo de una nueva etapa en Antena 3, después de unos comienzos balbuceantes con rostros veteranos en el periodismo pero totalmente novatos frente a las cámaras había que apostar por rostros jóvenes pero preparados junto a otros provenientes de TVE y con gran credibilidad entre los espectadores como Olga Viza o Manuel Campo Vidal, que dirigiría aquella revolución en los estudios de San Sebastián de los Reyes. Eso sí, alguno de los anteriores presentadores se mantenía como colaboradores, caso de Fernando González Urbaneja como comentarista. 

Para Rey el verdadero éxito llegó junto a Pedro Piqueras. Del turno de los sábados y domingos pasó a conducir la edición estrella de los informativos junto a Pedro Piqueras. Estamos en 1993 y el actual responsable de las noticias en Telecinco abandonaba la tele pública para iniciar una larga etapa en Antena 3. Su emparejamiento con María Rey fue fructífero, consiguieron una gran complicidad y a pesar de que no presentaban exactamente al alimón se convirtieron en un tándem reconocible. Hay que decir que en aquella época era habitual que en una pareja de presentadores el hombre tuviera un papel más relevante. Bueno, eso sigue sucediendo en algunas cadenas.


María alcanzó popularidad enseguida con este nuevo destino en la cadena. En diciembre de 1993 apareció junto a Olga Viza, Rosa María Mateo y Mercedes Milá (atentos al cuarteto) cantando un Villancico en la serie estrella "Farmacia de Guardia". Mejor síntoma de su fama por entonces, imposible. 
   Esta etapa dulce duró cuatro temporadas. En 1996 Piqueras pasó a dirigir y presentar "Espejo público", un nuevo espacio que pretendía ser el "Informe Semanal" de Antena 3 (sí, sí, eso merece otra historia para los olvidadizos) y María quedó descolgada. Dejó las intrigas de los pasillos de cualquier canal de televisión para convivir en el exquisito círculo del Congreso de los Diputados con otros cotilleos, rumores, confabulaciones y contubernios aún más jugosos y, posiblemente, que la afectaban menos personalmente. 
   Ahora vuelve al plató de las Noticias de Antena 3, a su edición de mediodía y acompañada de Sandra Golpe. Una pareja femenina que habrá que comprobar si funciona. Por el momento, el retorno de Rey a "primera línea" (como si su papel como responsable de la información parlamentaria no fuera importante) ha generado cierta sorpresa. Suerte para ella y su equipo.

Y mientras llega el estreno, recordemos una emisión de abril del 94: 


De paso, permitidme felicitar las fiestas navideñas con adelanto:


La primera serie diaria de TVE

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Setenta actores, tres realizadores y una novela de éxito. Estos fueron los tres ingredientes para la primera serie emitida a diario por nuestra tele. Fueron tan sólo 6 capítulos de media hora pero eso ya supuso un ímprobo esfuerzo para una cadena que ni siquiera había cumplido los 5 años de emisiones regulares. Estamos en 1961 y la serie a la que nos referimos es "Plaza del Castillo", una adaptación del texto homónimo de Rafael García Serrano, un periodista, escritor y guionista cinematográfico que había dirigido varias publicaciones falangistas y cuyos libros se centraban casi en exclusiva en la Guerra Civil. La novela se había publicado una década antes y era su trabajo más popular hasta el momento.


No es casual que se eligiera a una personalidad falangista para inaugurar una nueva etapa en la ficción televisiva española porque esta serie se realizó como un regalo para los espectadores para conmemorar, atención, el XXV aniversario del Alzamiento Nacional. No nos escandalicemos ahora y situémonos en el contexto adecuado. Teniendo en cuenta que la dictadura franquista estaba en pleno apogeo y que los políticos estaban empezando a darse cuenta de que TVE podía ser un excelente instrumento de propaganda no suena tan raro el asunto. Por eso una fecha tan señalada para ellos no podía pasar desapercibida en su más reciente juguetito y a tal efecto se preparó esta ficción con todos los medios técnicos que estaban al alcance en la época que, dicho sea de paso, no eran muchos. 


"Con este título, TVE ha marcado una etapa más en su corta y positiva historia, ya que ha sido esta la primera vez que en los Estudios se ha acometido la tarea de la realización diaria de un serial" aseguraba, rimbombante la revista TeleRadio un par de semanas después. La adaptación de Enrique Domínguez Millán fue dirigida y realizada por Domingo Almendros, secundado por otros dos realizadores: Gabriel Ibáñez y Manuel Gómez de Pizones. Fue también una de las primeras veces en que se usaron imágenes filmadas en soporte cinematográfico para complementar la parte realizada en directo, con escenas grabadas durante los Sanfermines en Pamplona. Según la prensa, la práctica totalidad de la plantilla de actores habituales de la tele pasó por el Paseo de la Habana aquellos días de julio de 1961. El primer capítulo se emitió el lunes 17 de julio a las 22.30 h tras el discurso de Franco a los excombatientes pero a partir del martes su horario habitual fue el de las 21.45 h tras la segunda edición del Telediario. No tenemos constancia de su éxito o, al menos, datos reales porque no me parecen muy fiables las crónicas de una prensa totalmente afecta al régimen. Eso sí, en cuanto a lo que nosotros compete, esta fue la primera "Novela" de TVE antes de que tal título iniciara su larguísima andadura en el canal. Sólo por eso ya merece un recuerdo. 

Leonard Bernstein en la BBC, "Omnibus"

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Abril de 1982, en un estudio de la BBC todo está listo esperando a la estrella de la emisión. Se ha producido un retraso y los nervios se están apoderando del plató pero la espera puede merecer la pena. Será la primera vez que el invitado pise estas instalaciones y ofrezca una exhibición  de su talento. Las cámaras rodean a una orquesta, no una cualquiera, nada menos que la BBC Simphony Orchestra. Fundada en 1930, marcó el camino para el resto de formaciones que las televisiones europeas apadrinaron a lo largo de las siguientes décadas (la de RTVE llegó en 1965). 


Por fin llega él, Leonard Bernstein, compositor, director de orquesta y uno de los divulgadores más importantes que ha tenido la música clásica. Sus "Conciertos para Jóvenes" emitidos en la CBS entre 1958 y 1972 son un legado excepcional (podéis encontrar más información aquí). Este no sería un concierto sino un ensayo del que las cámaras del programa cultural "Omnibus" serían testigos. El recital se celebraría el 14 de abril en el Royal Festival Hall y como la orquesta pertenecía a la cadena, el ensayo sería retransmitido (en diferido) para ser testigos de la forma de trabajar del maestro. Todo un documento que hoy es disfrutado por los aficionados con deleite. 


Los espectadores pudieron ver al norteamericano dando instrucciones, gesticulando, sonriendo o incluso riñendo a los músicos. Hasta se puede ver cómo ruega a la orquesta que mantengan las notas tan puras y nobles como sean capaces. Tocan unas lentísimas variaciones del Enigma de Elgar. Tras el ensayo, no exento de tensiones, breve entrevista con el presentador Barry Norman. Al piano, el autor de la banda sonora de "West Side Story" demuestra que la pieza ensayada puede convertirse en "Auld Lang Syne" (o, como nosotros lo conocemos, "A la luz de las velas").

   Bernstein + BBC Simphony Orchestra + Omnibus = Fascinante ejercicio músico-televisivo. Un documento imprescincible para aquellos que madrugan (mucho) para ver Los conciertos de la 2.

Teatro: "Alta fidelidad" de Edgar Neville, 1975

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El escenario: un coquetuelo hotel de una colonia residencial madrileña. Los protagonistas: Fernando, hijo de un marqués que vive de las rentas; Elvira, su novia (o algo así) y Timoteo, criado ejemplar que ante las necesidades económicas de su señorito decide ayudarle con la hipoteca. Conflicto: Fernando quiere acabar con esa vida, arreglar cuentas con su fámulo e invertir los papeles así que el hijo del noble se convierte en el sirviente de su antiguo criado. A todo esto, Elvira sigue por ahí por "alta fidelidad" a la casa y aparece un inspector de hacienda. Tamaño lío tiene el sello genial de uno de los autores teatrales y cinematográficos más brillantes del país, Edgar Neville. Esta obra se había estrenado originalmente en diciembre de 1957 en el Teatro María Guerrero, 18 años después TVE la adaptaba. 


María Luisa Merlo, Pedro Osinaga, Pastor Serrador (tío de Chicho) y Manuel Alexandre encabezaban el reparto de esta producción adaptada y realizada por Cayetano Luca de Tena. Merlo y Osinaga eran actores popularísimos en aquel momento, no sólo por sus constantes trabajos televisivos sino, sobre todo, por su presencia en los escenarios de todo el país, generalmente con comedias que llenaban los teatros de todas las provincias, amén de plazas principales y estables como Madrid y Barcelona. 


"Alta fidelidad" se emitió el lunes 1 de septiembre de 1975 dentro del espacio "Teatro" (ni "Estudio 1", ni "Fila 0" ni nada similar, simplemente "Teatro") a las 22.15h, después del Telediario y el breve resumen de los Juegos del Mediterráneo. El informativo se emitía en color pero esta adaptación se grabó en blanco y negro. Un rombo avisaba de que no era apta para menores.

                     

Article 20

"Los hijos del frío" con Sánchez Ocaña

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Ramón Sánchez Ocaña tras la tumba del pionero en fecundación P.C. Steptoe

¿Se imaginan un programa divulgativo sobre genética y nuevas técnicas de fecundación un lunes a las 17.30 h en la Uno? Más aún: un lunes 7 de enero, justo después de recibir los Reyes Magos. Hoy no parece una excelente estrategia de programación y tampoco lo era en 1991 cuando se estrenó una serie documental dirigida y presentada por el popular y prestigioso Ramón Sánchez Ocaña. "Los hijos del frío" pretendía explicar de forma clara y directa cómo la investigación médica había conseguido desarrollar tecnología apta para revolucionar la forma de traer a la vida a un ser humano. En aquella época el término "fecundación in vitro" era ya habitual no sólo en las publicaciones científicas sino en revistas de información general y en Telediarios. El periodista asturiano quiso explicar qué había detrás de esa expresión y qué estaba suponiendo para la genética humana. Para ello estuvo preparándose concienzudamente en 1989 y grabando por varios países en 1990. 

"Los hijos del frío" visitó a Louise Brown (con jersey azul), la primera niña probeta

Pero no fue el único tema tratado en el programa: los bancos de semén, las madres de alquiler o algo que sonaba tan marciano en la década de los 90 como la clonación fueron aspectos que se analizaron cada semana durante 13 emisiones de media hora. El debate que generaban estos avances médicos era abordado sin complejos por el famoso comunicador: "Las posibilidades que abre la técnica son muy positivas, por un lado, y por otro ofrecen una serie de alternativas espeluznantes" confesaba en la revista "Tele Indiscreta" antes del estreno. Pero también era muy optimista en otros aspectos: "La realidad es que la ingeniería genética nos está abriendo un campo fantástico en todos los sentidos, como es el caso del proyecto genoma, que saldrá en otro de los capítulos  que podemos considerar como el proyecto más ambicioso en el campo de la Biología. Se trata de estudiar el campo genético del individuo y buscar los genes que en un futuro, por ejemplo, le podrían provocar un cáncer para cambiarlos. Eso sería magnífico pero como contrapartida se podría utilizar para todo lo contrario. De hecho, la investigación sobre el genoma ya tiene varias declaraciones éticas de prohibición de uso para compañías de seguro o para contratación de personal" aseguraba en la misma entrevista. 
   "Los hijos del frío" pasó sin grandes alharacas por la programación de TVE. Una mala ubicación dejó al siguiente proyecto de Sánchez Ocaña tras su exitosísimo "Más vale prevenir" (si exceptuamos el breve "Diccionario de la salud") en tierra de nadie, alejado del que sería su público objetivo. Al año siguiente regresó con su programa médico pero también en un horario poco adecuado y en 1993 ficharía por Telecinco donde no acabó de encajar. Este periodista es un clarísimo ejemplo de cómo un mal programador puede estancar una carrera en pleno éxito. 

Día del Pilar en la TVE de 1961

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El 12 de octubre de 1961 la Unidad Móvil de TVE (la única que tenía por entonces) estaba en Zaragoza. La razón parece evidente, se celebraba el Día del Pilar, la Virgen Patrona de Aragón en general y de la ciudad en particular. Además, se conmemoraba (y podríamos hablar también en presente) el Día de la Hispanidad. Ahora bien, ¿qué se iba a retransmitir?  


Echemos un vistazo a la programación anunciada por la cadena en su revista oficial, "TeleRadio" en el número correspondiente a esa fecha. Por supuesto no había programación matinal, el primer experimento no se produciría hasta 8 años más tarde pero no sería hasta finales de los 80 cuando se normalizaría. La parrilla comenzaba con los informativos "Panorama", "Noticiario femenino" (más machista imposible), el Telediario y hasta la cotización bursátil amén de la predicción meteorológica de Mariano Medina. Más tarde, divulgativos y magazines como "Kilómetro cero" con Tico Medina y el concurso "Estudio Fotográfico" presentado por Isabel Bauzá hasta que por fin llevaba la serie "Chicas de la ciudad" de Jaime de Armiñán, una ficción alabada por la crítica. A continuación, el documental "Por tierras de España" y cierre de la programación hasta que una hora más tarde se abría de nuevo para los "Chavales" con Boliche y Chapinete. Más divulgativos en el "programa de noche" y una serie de aventuras, "Los tres mosqueteros", un musical, "Orquesta Mantovani" y la serie norteamericana "El coronoel Flack". Tras la segunda edición del Telediario, "Tres autores en busca de un personaje" protagonizada por Analía Gadé y con guiones de un trío de lujo: Mihura, Edgar Nevilla y López Rubio. A las 22 h la estrella del día: "Perry Mason" seguida por la gran apuesta propia de la cadena una hora más tarde: "Escala en HI-FI" dirigida por Fernando García de la Vega. Última edición del TD, "Versos a medianoche" y Carta de Ajuste. Ni rastro de la emisión especial desde Zaragoza con motivo de su festividad.



Dos semanas más tarde la misma revista nos informaba de qué se había retransmitido en directo, con todas las dificultades técnicas que eso suponía en 1961: la Feria Taurina de Zaragoza. No nos sorprendamos, en aquella época los toros se unían al fútbol como "grandes eventos televisados" cada vez que había una fiesta de guardar. El cronista Lozano Sevilla se encargaba de retransmitir las corridas habitualmente y también estaba allí aquel día junto a las dos cámaras de TVE y sus correspondientes operadores. 


Ignoro quiénes fueron los toreros de aquella jornada del 61 y como confeso antitaurino que soy no voy a desperdiciar ni un minuto en investigarlo pero, en lo que corresponde a este blog, queda constancia de la forma en la que la tele patria conmemoró la festividad del Pilar y de la Hispanidad. ¡Y Olé!

Rockopop

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"Aplauso" fue el pionero y el más popular, "Tocata" mantuvo al mismo equipo y supo continuar la estela dignamente, "A Tope" significó el estancamiento y "Número 1" es mejor ni recordarlo. Los predecesores del programa al que hoy homenajeamos habían abierto un camino inédito en TVE, un espacio musical dirigido a un público eminentemente juvenil pero "Rockopop" fue la cristalización de ese proceso iniciado en 1978. El 15 de octubre de 1988 a eso de las 18 h, después de la película "Fumanchú" que se había emitido en "Sesión de tarde", Beatriz Pécker aparecía por primera vez en el decorado del programa para hacer una declaración de intenciones, pedía que los espectadores retrasaran la hora de salida con los amigos: "¿Y qué te vamos a ofrecer a cambio de tu fidelidad? Pues, la actualidad musical a través de vídeos, actuaciones, entrevistas, reportajes y todo lo que se nos vaya ocurriendo" y se les ocurrieron muchas cosas, desde luego. Sin duda, supero las expectativas que ella misma había marcado. "Rockopop" es, posiblemente, el mejor de su género, el de los musicales que repasan la lista de éxitos semanal. 


Y precisamente eso fue un problema al principio. Por primera vez se ofrecería una lista que pretendía ser totalmente objetiva y no usar los datos de AFYVE, la Asociación Fonográfica y Videográfica Española que tenía claros intereses comerciales. La encuesta realizada expresamente para TVE generó polémica pero también provocó suspicacias el hecho de que fuera un productor ejecutivo de la Casa el que se encargara de las relaciones con las casas discográficas lo que, en principio, aseguraba que no habría injerencias y que los invitados al programa lo serían por el interés creado por su música demostrado por las ventas.
   Beatriz Pécker, alma mater del proyecto, tenía muy claro que su programa sería digno de una tele pública y a buena fe que lo consiguió. El primer programa se realizó en directo pero enseguida se hizo evidente que aquello no resultaba práctico y comenzaron a grabarlo lo que permitió tener más invitados por emisión. Laura Bayonas y Yolanda Valencia acompañaban a Pécker en esa primera cita pero muy pronto se descolgaron del espacio.


Paloma Serrano, locutora radiofónica, sustituyó al poco tiempo a Yolanda al frente de la lista de éxitos y adquirió gran popularidad. Sus continuos cambios de look la hacían pasar de profesora molona de instituto de extrarradio (para muestra vean la foto superior) a ama dominatrix enfundada en modelitos de cuero y pelo a lo garçon. Los fondos en chroma-key mareaban al espectador pero demostraban que a la tele ya habían llegado las nuevas técnicas... lo que no significaba que supieran usarlas con discreción...
   Teresa Viejo comenzó su larga carrera televisiva en este programa y viajó por todo el mundo para entrevistar a cantantes y grupos de primerísima fila. Tras "Rockopop" inició una larga etapa matinal, primero con Teresa Campos en "Pasa la vida", después con Laura Valenzuela en "Mañanas de Primera" y finalmente con Torreiglesias en "Saber vivir". El año pasado regresó brevemente a ese puesto sustituyendo a Mariló Montero en verano.


Pécker fue la primera directora-presentadora de un programa de estas características. Si exceptuamos la inicial etapa de "Aplauso" en verano con Uribarri como copresentador (tarea que enseguida cedió a a otras compañeras) era casi inédito en nuestra tele que la persona que llevaba las riendas de la redacción también pusiera la cara... y más si era mujer pero a finales de los ochenta se abría tímidamente la puerta y las directoras dejarían de ser una excepción. Hija de un famosísimo locutor de la cadena SER con puntuales (pero exitosos) pasos por la pantalla, Beatriz era ya una veterana de la radio y había presentado en TVE "Música golfa", un programa en directo desde pubs y salas de concierto ofrecido de madrugada. Una locura que la preparó para "Rockopop" donde dignificó un género que se había ido malogrando con el tiempo. Ella convirtió un espacio de puro entretenimiento en una revista de actualidad musical, no era una presentadora al uso, era una periodista musical informando de los triunfos semanales en la lista de ventas. Y lo hacía con solvencia y credibilidad, invitando al plató a las propuestas más interesantes y cuando su presencia no era posible, con entrevistas y reportajes sobre las giras, presentaciones discográficas y otras novedades del sector. 

Eso sí, los géneros musicales que aparecían en el programa estaban clarísimos en el título: rock y pop. Si María del Monte era la número 1 cantaría, por ejemplo, en "Sábado noche" pero no aquí, por mucho que la cantante la "presionara" en los pasillos tal y como contó la propia Pécker en la sección nostálgica de Miguel Herrero en TV Castilla y León. 
   A lo largo de cuatro años, el programa cambió de logo y decorado en varias ocasiones. No obstante, a pesar de las renovaciones escenográficas se mantenía siempre el mismo esquema: un decorado oscuro con especial protagonismo de la iluminación y con el público arropando a los músicos desde una altura inferior, como si fuera un concierto... y muchas veces lo era.


Enumerar los artistas que pasaron por el plató de "Rockopop" sería injusto porque muchos se quedarían atrás. Que quede constancia, sin embargo, de que la práctica totalidad de grupos y cantantes nacionales que triunfaron a finales de los ochenta y principios de los noventa tuvieron su momento y que buena parte de los internacionales hicieron su presentación oficial aquí. Poco a poco se corrió la voz entre las discográficas europeas que en España había un programa en el que merecía la pena actuar y gracias a eso consiguieron grandes exclusivas. Esperar cada sábado (primero a media tarde y luego a mediodía por culpa de la llegada del "Club Disney") para ver quiénes estaban en el programa era una rutina para los adolescentes de la época y ahí comenzó una curiosa costumbre que se adelantó de forma casera a la llegada de la MTV a nuestro país: grabar en VHS los vídeo-clips ofrecidos en exclusiva por el programa o directamente las actuaciones. Reconocedlo, treintañeros casi cuarentones, ¿cuántas cintas guardáis en el desván con vuestra propia selección audiovisual y no os habéis atrevido a tirar a la basura porque simplemente con ver vuestra letra con los nombres de los grupos os ha hecho sonreír?
"Rockopop" finalizó 12 días antes de cumplir los cuatro años en antena. Dos TP de Oro confirmaron que el público estaba de su parte. El por qué desapareció lo ignoro pero dejó un hueco que no llegó a ocupar plenamente su sucesor natural, "Música Sí", cinco años más tarde. 
   A Beatriz Pécker tenemos que agradecerle habernos traído lo mejor de la música pop-rock y no habernos tratado como imbéciles, hablarnos con un lenguaje cercano pero natural, desprovisto de los giros supuestamente juveniles escritos por guionistas cincuentones y recitados con desbordado entusiasmo por actores (o aspirantes a ello). Gracias, Beatriz. 

Así comenzó hace ahora 28 años: 

En noviembre de 1989 Beatriz entrevistó a Paul McCartney:
En febrero del 90 al espacio acudieron Kylie Minogue y Janet Jackson:
Y por último, un programa de marzo del 90 con entrevista a Rod Stewart y actuaciones, entre otros, de Antonio Vega y Jimmy Sommerville:
En la web del ArchivoRTVE tenéis unas cuantas muestras de la excelencia del programa.

"Gran Parada" y la primera grabación de TVE

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Octubre de 1960, el  escenario del Teatro del Fomento de las Artes está preparado para albergar la nueva temporada, la segunda, del programa de variedades estrella de TVE, "Gran Parada". El año anterior había comenzado con fuerza, trayendo a España grandes figuras de la canción internacionales pero con el avance de los meses había ido perdiendo fuelle. La balbuceante tele nuestra (apenas 4 años de existencia) no se podía permitir el lujo de que su farol principal disminuyera su luz así que había que atacar desde el principio con nuevas armas, la primera un nuevo presentador, Rubén Rojo, actor y cantante madrileño nacionalizado mejicano que regresaba a su país de forma puntual para conducir esta nueva época del espacio. El segundo as en la manga era La Chunga, bailaora impulsiva, ajena a los protocolos y que con su racial forma de actuar había fascinado a intelectuales de la época. Era la artista de moda y abriría temporada ante los dos millones escasos de espectadores que tenía TVE por entonces. "Nunca he actuado ante tanto público" declararía la artista, muy nerviosa antes de presentarse por primera vez ante las cámaras con su espectáculo. 



Un decorado expresionista que esquematiza un poblado gitano sirve de fondo para la actuación de La Chunga que, como se espera de ella, aparece descalza. La censura no está contenta con que la bailaora muestre sus pies y tobillos desnudos y, mucho menos, que con el aleteo de su falda, de vez en cuando se vean sus fibrados muslos. El realizador, José Lombardía, está obligado a evitarlos así que intenta pinchar primeros planos de su cara o bien otros generales en los que apenas se distinguen las piernas. Es inútil, La Chunga irradia fuerza y sensualidad incluso cuando se le ve de lejos. Es una primera figura perfecta para inaugurar temporada por la expectación que ha generado en los últimos meses. 


Antes de ella habían abierto el programa, para ir abriendo boca, unos equilibristas y un prestidigitador. Así el público infantil podía divertirse antes de que les enviaran a la cama. "Gran Parada" comenzaba a las 22.30 h, después de la serie norteamericana "Interpol", "Pantalla deportiva" y el breve concurso "Buena suerte". Un mariachi (que presumía falsamente de ser el primero que visitaba Madrid) cerraba la primera parte del show, antes de presentar a La Chunga. 


Sin embargo, la bailaora nacida en Marsella (era hija de gitanos españoles emigrantes en Francia), actriz ocasional y, más tarde, pintora näif, no era la única estrella del nuevo "Gran Parada". En realidad la mayor parte de la audiencia esperaba impaciente la actuación de Xavier Cugat con su orquesta y, sobre todo, de su mujer: la actriz, cantante y sensual bailarina Abbe Lane, aquella que acariciaba la Bossa Nova con su acento de Brooklyn y que aseguraba que Adela le había dicho que mañana el doctor no le quitaría la muela. Decenas de personas esperaban a la entrada del Teatro para conseguir una butaca libre y muchos más se repartían ante las tiendas de electrodomésticos de Madrid y Barcelona para ver los monitores que dejaban encendidos la noche de los domingos los avispados tenderos como reclamo para una posterior venta. Finalmente, Abbe Lane y Cugat hicieron acto de presencia y cumplieron las expectativas, todo un éxito. Pero... en realidad ninguno de los dos estaba aquel día en Madrid, ni siquiera en España. A esas horas actuaban ante las cámaras de la RAI. ¿Cómo era posible esto? Por primera vez TVE hacía uso del video-tape, es decir, de una grabación en vídeo. Estas dos estrellas tuvieron el honor de inaugurar el invento en nuestro país. "El video-tape hace que incluso los que se encuentran en la sala no sospechen que este número se ha grabado unos días antes. Hay quien mira ansiosamente para ver dónde actúa la pareja. Maravilloso avance el logrado por Televisión Española, digna de aplauso por este mejoramiento de sus equipos" decía Álvaro López Alonso en su crónica de la revista "TeleRadio". Las grabaciones se usarían de forma excepcional hasta que la apertura de los estudios de Prado del Rey se normalizaron. Por supuesto, de aquella primera cinta nada se sabe... aunque no deberíamos perder la esperanza, quién sabe.

Permitámonos el lujo de disfrutar de una actuación de Lane-Cugat en la tele italiana un año más tarde:

Eduardo Sancho

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Cuando se inauguró TVE nadie pensó que tener unos informativos diarios fuera algo necesario. Por eso tardaron unos meses en poner en marcha lo que en principio se llamó TeleParte (aludiendo al Parte obligatorio de RNE) y, más adelante, en imitación al Journal Télevisé francés o el TeleGiornale italiano, Telediario. En aquellos primeros años había tres presentadores, uno para cada edición: David Cubedo y Jesús Álvarez ponían cara a las dos principales, la de mediodía y la de la noche. Eran hombres de amplia experiencia y cierta edad. Para la tercera edición, la de medianoche, se eligió a un joven pero experimentado periodista, Eduardo Sancho.  


Este valenciano del 27 formaba parte de una nueva hornada de informadores, poco afectos al régimen, con grandes ganas de innovar, conocimientos de idiomas y mucha cultura. Reunían lo mejor de la generación anterior, voz grave de cuidada dicción y una apostura rayana en la diligencia militar, y añadían otros méritos. En definitiva, eran periodistas modernos, los más adecuados para un nuevo medio: la televisión. Cuando Sancho llegó al Paseo de la Habana ya había trabajado dos años en el "Houston Chronicle" tras una primera etapa formativa en el diario "Las Provincias". Era de los pocos españoles que conocía la tele como espectador, la norteamericana nada menos. 


A lo largo de los diez primeros años de emisiones Sancho "ascendió" a la segunda edición del Telediario en sustitución de Jesús Álvarez en numerosas ocasiones y periódicamente realizaba entrevistas en directo en el mismo set del informativo a estadistas, políticos, escritores, artistas y personalidades de distintos ámbitos como Shakuntala Devi, "el cerebro electrónico", escritora y calculadora humana india de gran fama en la época (en la foto).


En 1960 a Sancho le encargaron un programa de entretenimiento pero con poso divulgativo, "La aventura de la música". Durante una temporada y en el escueto plató del Paseo de la Habana se organizaba un concierto con una pequeña orquesta sinfónica. Los episodios más celebrados por la crítica fueron aquellos en los que se homenajeaba a compositores como José Padilla (en la foto) que acudían a la cita y eran entrevistados por el siempre bien documentado Sancho que, además, tenía que compaginar esta ardua labor con la de los informativos y retransmisiones de todo tipo. Precisamente fue una de ellas la que le catapultó definitivamente al parnaso de los grandes periodistas televisivos. 


El 15 de diciembre de 1960 y junto a otro grande, Federico Gallo, retransmitió desde la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas la boda de Balduino de Bélgica y Fabiola de Mora y Aragón. Fue el primer evento social de relevancia europea que emitía en directo a través de Eurovisión TVE y, según cuentan las crónicas, disparó la venta de televisores. Por supuesto no se conserva el sonido de aquel programa especial pero si nos fiamos de las críticas y crónicas de la época Gallo y Sancho realizaron un trabajo extraordinario que sirvió de ejemplo para las siguientes emisiones de ese tipo. Eduardo siguió ligado a la presentación de informativos y a las retransmisiones hasta 1966, año en el que se estrenan las primeras corresponsalías. Él inauguraría la de Londres.


Sus crónicas telefónicas en directo se alternaban con los reportajes filmados por toda la geografía británica tratando temas políticos pero también de interés social. Gracias a Sancho los españoles de los sesenta aprendieron algunas costumbres puramente británicas o se enteraban de las novedades tecnológicas presentadas en ferias internacionales celebradas en Londres. Y todo eso sin perder su galanura porque Eduardo, no podemos olvidarlo, fue el primer "tele-bombón" de nuestra tele. Después el título lo heredaría otra joven promesa, Pedro Macía y sus ojos claros, pero nuestro homenajeado fue el primero. 


Más adelante se encargó también de las corresponsalías de la República Federal Alemana y de Estados Unidos. En estos países tuvo la oportunidad de entrevistar a importantes personalidades. Algunas de esas conversaciones han sido recuperadas en los últimos años gracias a la digitalización sistemática del archivo cinematográfico de TVE. No olvidemos que hasta los 80 todas las noticias se filmaban en este soporte y, gracias a eso, han sobrevivido buena parte de ellas. El celuloide no se podía reutilizar, como sí el vídeo, razón por la cual (como ya hemos repetido hasta la saciedad aquí) no se conservan tres cuartas partes (cálculo totalmente arbitrario) de los programas de los primeros 30 años. 


En los 70 regresa a España para dirigir el Centro Territorial de su Valencia natal y, durante un tiempo, RNE en la misma región. Allí puso en marcha el primer informativo en valenciano. En el 78 es reclamado de nuevo en la delegación de Londres y desde allí le toca retransmitir otro importante bodorrio, el de Carlos de Inglaterra con Diana Spencer en 1981


En 1982 retorna, una vez más, a Valencia para dirigir el Centro Territorial del que le habían destituido, aparentemente, por su procatalanismo  y su "excesiva" cercanía al PSOE. Allí tuvo que hacer frente a una evidente falta de medios técnicos y la constante vigilancia de aquellos cercanos a la derecha que no le perdonaban una. Absurda presión para un profesional que había tenido que bregar con la censura, ser la cara de unos informativos claramente serviles al franquismo y que se había presemtado voluntario para irse al extranjero y ofrecer así información más veraz y con menos cortapisas. En 1985 fue destinado de nuevo a Madrid pero ya a Torrespaña donde se jubilaría como redactor de los informativos de fin de semana. 
   En los últimos años ha reaparecido para dos documentales, "La noche del Telediario" en la Uno y "Las caras de la noticia" en Canal Plus (en la foto) para recordar sus primeros años en los primitivos noticiarios de nuestro país. Más recientemente ha recibido varios homenajes en su tierra muy merecidos. Eduardo Sancho es el único superviviente de esa primera etapa del Telediario y sólo por eso merece una reivindicación pero si además valoramos su carrera posterior y su valentía a la hora de abordar ciertos temas desde el exterior, más aún. 

De Barrio Sésamo a Hogwarts

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¿Es posible pasar del entrañable Barrio Sésamo al inquietante colegio de magia de Hogwarts? ¿Hay algún antiguo vecino de esta zona de los Estudios Roma o de Prado del Rey que también haya habitado en el impresionante castillo donde se forman los futuros magos dirigido con mano firme por el profesor Dumbledore? ¿Uno de los que aparecen en esta imagen tiene algo que ver, aunque sea remotamente, con el universo maravilloso creado por J,K.Rowling? ¿Jim Henson puede estar ligado de alguna manera con Harry Potter? La respuesta es SÍ. 


Fijaos bien la primera foto, a la derecha aparece una mujer con rebequita que mira con gesto enternecedor a Espinete. En la superior a estas líneas la podéis ver mujer. Seguro que los niños de los ochenta la reconocéis perfectamente, es Matilde, la dueña de la horchatería del barrio, la madre de Ruth y Roberto y aquí la vemos junto a Antonio, su marido, del que no sabíamos muy bien a qué se dedicaba aunque al principio de la serie aparecía habitualmente con traje, corbata y maletín. Estaba claro que era un hombre de éxito en su oficina, fuera cual fuera su cometido. 


Matilde y Antonio formaban un matrimonio idílico, no discutían, sonreían ante las travesuras de sus hijos y Espinete... Vamos, yo de esos no tenía en mi barrio. Incluso cuando estaba a punto de llover se llevaban a todos a la calle, bien pertrechados de chubasqueros, botas y paraguas, eso sí, para disfrutar del chaparrón y cantar al alimón aquello de "gotas, gotitas, gotitas de lluvia". Estos dos actores son Mari Luz Olier y José Enrique Camacho y entre 1983 y 1988 fueron vecinos del famosísimo barrio televisivo creado por Jim Henson en su segunda etapa española.


¿Y cuál es la unión tan cacareada desde el principio de este post entre Barrio Sésamo y Hogwarts? Ella es la clave, Mari Luz es la voz de Maggie Smith en las películas de Harry Potter, o sea, ella es la profesora Minerva McGonagall. A la británica le ha puesto voz desde finales de los ochenta y también recientemente en películas como "El cuarteto" o "La dama de la furgoneta". Olier se alterna con Marta Martorell en este cometido. Martorell ha sido la voz española de la genial Smith en "Downton Abbey" o "Gosford Park" y también es reconocible por ser la Angela Lansbury de "Se ha escrito un crimen".
   A Olier la hemos visto en los últimos años en papeles episódicos o más o menos regulares en series como "Cuéntame cómo pasó", "Hospital Central" o "El Comisario" aunque ha sido en el doblaje donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Sin embargo, los chavales de los 80 la recordaremos siempre como Matilde, la mamá de "Barrio Sésamo" y desde entonces su voz es inconfundible para nosotros. Sirva este artículo para homenajearla aunque no tendríamos que acudir a ella para encontrar otro vecino de esta calle en el colegio mágico. Espinete, o sea, Chelo Vivares, es la voz de Myrtle la llorona.


El desfile de Acción de Gracias

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¿Qué hacían juntos en 1962 una Chica de Oro y el padre de la familia de Bonanza? Betty White y Lorne Greene coincidieron en pantalla por primera vez para una labor de la que se ocuparían durante nueve años consecutivos cada cuarto jueves de noviembre, es decir, tal día como mañana. Si eres norteamericano sabrás que esa fecha es una de las importantes del calendario festivo del país y si eres de cualquier otra parte del mundo quizás no tengas tan claro a qué día nos referimos pero si digo Acción de Gracias seguro que te vendrán a la cabeza decenas de episodios de tus series U.S.A. favoritas donde lo celebraban. 


Betty y Lorne formaron curiosa pareja para retransmitir el desfile organizado anualmente cada mañana de "Thanksgiving" por los grandes almacenes Macy en la que las verdaderas estrellas eran los globos de helio representando a los personajes infantiles más populares. A las 9 de la mañana comenzaban a acompañar con sus palabras las espectaculares imágenes captadas por las cámaras de la NBC. 


La NBC había comenzado a transmitir este evento en 1952, a partir de 1964 se emitiría en color lo que hacía aún más llamativa la retransmisión, que se convirtió en un clásico en la cadena con los dos actores y presentadores al micrófono. Ambos eran ya conocidísimos en la tele. Protagonista de la primera sitcom con una mujer al frente ella, locutor pionero de la pequeña pantalla y miembro de la familia más popular del western él, su asociación fue tan fructífera que sus retransmisiones al alimón eran esperadas cada año como una parte más del "Macy's Parade". 


En una entrevista para el "Chicago Tribune" en 1965 White reconocía estar encantada con esta labor: "Hay algo de este desfile que me emociona. Hay belleza y pompa y la multitud siempre ofrece excitación con sus reacciones ante lo que está viendo. Pero no me puedo permitir dejarme envolver por mis emociones. Me imagino que los espectadores podrían aburrirse escuchándome repetir una y otra vez qué bonito es todo". En ese mismo reportaje confesaba que el mayor problema que tenían ella y su compañero era el ruido: "Estamos prácticamente a nivel de calle y cuando la banda comienza a tocar cerca de nosotros casi no podemos oírnos a nosotros mismos mientras hablamos al micrófono. Lorne y yo hemos desarrollado un sistema de signos con las manos y expresiones faciales para comunicarnos". 
   Hasta 1971 White y Greene compartieron su experiencia con el público de la NBC. Todavía hoy este dúo es considerado uno de los más compenetrados en este clásico de la tele.

Las aventuras de Marco Polo

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Ignacio de Paúl, en primer término, y Paco Morán, en el papel de Marco Polo

A principios de 1960 un nuevo serial infantil se estrenaba en la primigenia TVE, primigenia pero que tenía muy claro que los niños eran una parte FUNDAMENTAL de la audiencia, no en número sino en un sentido más abstracto pero no menos importante. Por eso, sus jóvenes (y apasionados) profesionales de la época intentaban llevar a la pantalla, con más ilusión que medios, grandes obras de la literatura universal. Si con "20.000 leguas de viaje submarino" habían llegado a lo máximo que se podía hacer desde el minúsculo estudio del Paseo de la Habana, con "Las aventuras de Marco Polo" querían superarse. Adaptar los viajes de este mercader veneciano de los siglos XIII-XIV suponía un enorme esfuerzo escenográfico que se repetiría semana tras semana.

El director y realizador Fernando García de la Vega da instrucciones a los actores

Para el realizador Fernando García de la Vega eso no suponía un problema sino un estímulo creativo. El que después sería creador del exitoso "Escala en HI-FI" y el no menos célebre "Galas del Sábado" se bregaba en los primeros años en todo tipo de géneros y los dramáticos eran la gran apuesta de la programación junto a los musicales como "Gran Parada" (con grandes estrellas internacionales) o "Primer aplauso" (para noveles). Dos actores del serial anterior basado en la obra de Jules Verne repetían, Paco Morán (de nuevo en el papel principal) e Ignacio de Paúl afrontando un rol distinto en cada episodio. Morán confesaba en la revista "TeleRadio" en febrero de 1960: "Estoy verdaderamente encantado con ser el protagonista de estos seriales infantiles. El público de los niños es cálido, apasionado, muy leal a todos los que encarnamos los personajes de estas aventuras. Las cartas que recibo son numerosísimas y, a veces, me veo asaltado en plena calle por algún pequeño espectador, interesado en saber la suerte que va a seguir Marco Polo. No hace mucho, en un comercio de Madrid, se me acercó un muchacho y misteriosamente me dijo: ´Oiga usted, capitán (se refería al serial del capitán Nemo), tenga mucho cuidado porque le van a traicionar sus amigos´". 

García de la Vega dirige los ensayos antes de la realización en directo del programa

El objetivo de esta serie no era sólo divertir "sino al mismo tiempo enseñar. Es un programa dirigido a los niños pero que se preocupa por dejar en su ánimo inquieto la siembra de una mayor curiosidad cultural. La geografía, la historia, la enseñanza de las exóticas costumbres orientales, los primeros inventos, la leyenda de cómo se llegó a inventar el juego del ajedrez, y otras muchas cosas curiosas, pasarán como por un tamiz a través de la aventura de cada semana" explicaba la revista oficial de la tele. El actor Ignacio de Paúl aseguraba estar feliz de no tener un personaje fijo: "En mi haber tengo dos tipos tan opuestos como el Gran Khan y el de un señorito andaluz que em tocó hacer en el "El vizconde se divierte". ¿Sabe usted cuál es mi pequeña vanidad? Pues que no lleguen a conocerme ni siquiera mis amigos. A veces saben que intervengo en un guión determinado y, sin embargo, tienen que preguntarme cuál era el papeles que hacía. Cambio el aspecto, la voz, los modales y los gestos, todo". 
   "Las aventuras de Marco Polo" se mantuvo una temporada en antena y encandiló a los chavales de principios de los 60, quizás porque eran menos exigentes, sí, pero eso no resta mérito al trabajo de sus responsables que tiraban de imaginación para suplir las grandes carencias del estudio del Paseo de la Habana.
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