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Tintín, Spirou y Astérix juntos en TV

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Hergé, su mentor Alain Saint-Ogan y sus mayores rivales en el cómic franco-belga, el dúo Goscinny-Uderzo y el dibujante Franquin, todos unidos en un mismo plató de televisión, un acontecimiento organizado por la francesa ORTF y que hoy es un documento excepcional para los aficionados a la bande dessinée. Nada menos que los creadores de los personajes más populares e influyentes: Tintín, Zig et Puce, Astérix y Gastón (seamos justos y digamos que aunque Franquin reinventó a Spirou, no era su creación) en animada conversación ante las cámaras.

El programa era "L'invité du dimanche", un espacio de entrevistas y música alrededor de un invitado excepcional sobre el que pivotaba todo el contenido de la emisión. Hergé fue el protagonista del 28 de diciembre de 1969 y se aprovechó para hablar sobre el mundo de las viñetas, un sector que ya se había convertido en una industria, con revistas que vendían cientos de miles de ejemplares a la semana, con álbumes recopilatorios de las aventuras de los personajes más famosos importados a toda Europa y con series y películas de dibujos animados triunfando en varios países.

Para honrar a Hergé se había organizado una amistosa tertulia con algunos compañeros, rivales en ventas, pero posiblemente la visita que más ilusionó al belga fue la de Alain Saint-Ogan a quien consideraba su padre en el cómic. Las aventuras de Zig et Puce (1925) fueron su primera referencia para crear a Tintín en 1929. Incluso imitó su estilo en aquellos primeros años. Hergé nunca lo ocultó y siempre cedía el crédito de "inventor de la línea clara" a su maestro.

En el mismo decorado (un chroma sobre el que se proyectaban imágenes de los personajes de estos artistas) se encontraban tres autores que a finales de los 60 rivalizaban en poder con el gran Hergé, verdadero revolucionario y motor del tebeo franco-belga: el guionista René Goscinny y los dibujantes Albert Uderzo y André Franquin. Los dos primeros habían alcanzado el cénit de popularidad con Astérix y Obélix a través de la revista francesa "Pilote" y el último era el artista clave de la Escuela de Marcinelle, la que agrupaba a los miembros del semanario "Spirou",competencia directa en Bélgica del "Journal de Tintin". En el libro "Franquin. Le géant du rire" (no editado en España) Jérôme Dupuis afirma: "Emisión sintomática (de la relación entre Franquin y Hergé), mientras que Hergé se entretiene largamente con Saint-Ogan, su maestro, sonríe ante las buenas palabras de Goscinny, se contenta con escuchar amablemente las tres frases pronunciadas por Franquin". Ambos autores se admiraban mutuamente y encontramos muestras de ese respeto en multitud de escritos y actos públicos y a pesar de que Franquin incluso llegó a colaborar en la revista Tintín con "Modeste et Pompon" eran demasiado distintos personalmente como para llegar a ser algo más que buenos compañeros. De hecho fue el propio Hergé quien decidió qué personas le acompañarían en este programa.

El instigador del encuentro televisivo de estos genios del noveno arte fue Pierre Tchernia, reconocido como uno de los presentadores y creadores de formatos más importantes de la historia de la tele francesa. A sus 87 años recibe homenajes y puntualmente concede entrevistas donde, humildemente, recuerda sus logros, no sólo en la pequeña pantalla sino también en el cine porque Tchernia ejerció de guionista. Desde 1968 y hasta 1994 intervino en la escritura de todas las películas de animación de Astérix, no en vano se convirtió en amigo íntimo de Goscinny. Por eso no resulta extraño que convenciera a los gerifaltes de la segunda cadena de la ORTF para organizar este homenaje al cómic. Para los más curiosos queda el siguiente dato: Tchernia retransmitió el festival de Eurovisión doce veces entre 1958 y 1974.

Y otra curiosidad, Pierre ya había llevado a Hergé a un plató nada menos que en 1957, al programa  "Parade du moi". Un verdadero reincidente, este Tchernia...

Podéis ver unos cinco minutos de "L'invité du dimanche" dedicado al padre de Tintín en este enlace:

www.ina.fr/video/I04306500/rene-goscinny-et-albert-uderzo-a-propos-de-leurs-debuts-video.html




Christopher Lee en "Los Vengadores"

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La temporada 1966-67 fue la de la consagración absoluta y mundial de la serie "The Avengers", "Los Vengadores" en España. Su emisión en la ITV británica y la ABC norteamericana le aseguraba una difusión en los dos mercados mayoritarios y más influyentes del mundo, ese mismo año llegaría a TVE donde también alcanzaría un enorme éxito. Fue también la época en la que comenzó su producción en color (lo que facilitaba su distribución más allá del Atlántico y lo que ha asegurado su permanencia en el tiempo con repeticiones constantes). 
 
En su episodio 114 John Steed y Emma Peel se enfrentaban a un nuevo caso tan absurdo como los anteriores pero con un invitado estelar muy especial para el protagonista masculino de la serie, Patrick Macnee. Estas colaboraciones de estrellas del cine constituían un aliciente más para la exportación de "Los Vengadores", ya no era suficiente contar con actores de la televisión británica casi irreconocibles en el resto del mundo, la producción había dado un paso más allá.
 
En el episodio "Never, never say die" Christopher Lee era la estrella invitada y justificaba su caché interpretando nada menos que dos papeles: el de un robot indestructible y el de su creador, el doctor Frank N. Stone, leedlo rápidamente y pillaréis uno de los chistes de los guionistas, un guiño a su primer personaje protagonista en la productora Hammer antes de hacerse mundialmente famoso con Drácula. Eso sí, en este caso tenía el privilegio de encarnar tanto a la criatura como a su fabricante.

¿Y por qué era especial para Macnee este encuentro con Lee? Pues porque ambos se conocían desde la niñez y habían sido compañeros de colegio en la Summer Fields de Oxford donde incluso participaron en dos obras de teatro juntos. Más tarde su común afición por el golf les acercó de nuevo y en los 50 coincidieron en varios dramáticos de la BBC. En los 70 compartieron estudio cinematográfico en una producción de terror de la Hammer (¡cómo no!) y, como buenos británicos intervinieron en la saga James Bond, Lee como el maligno Scaramanga en "El hombre de la pistola de oro" (1974) y Macnee como su amigo Sir Godfrey Tibbett en "Panorama para matar" (1985) ambas protagonizadas por Roger Moore, también amigo personal de los dos y que ha lamentado estos días su pérdida porque se ha producido la macabra coincidencia del fallecimiento de Christopher y Patrick el pasado mes de junio y con tan sólo 18 días de diferencia.
"Never, never say die" era, en realidad, una revisión de un capítulo anterior, "The Cybernauts" emitido en 1965 y rodado en blanco y negro pero ya con Diana Rigg como partenaire de Steed. Por supuesto no faltaría la escena de acción final con la señorita Peel luchando contra el robot maloso y provocando excitación entre los espectadores más sádicos (había mucha necesidad visual en la época y ver a una joven tremendamente atractiva pegando patadas y practicando tai-chi cada semana era un placer culpable para buena parte de la audiencia masculina... y por qué no, de la femenina también).
 
Más guiños en este episodio: Emma Peel está viendo imágenes de "Los Cibernautas" en su apartamento de que en la pantalla aparezca el mensaje "Mrs. Peel, ¡nos necesitan!".

En este capítulo, titulado en España "Nunca digas morir", aparecen seis actores que repetirían o triplicarían incluso colaboración con la serie. Jeremy Young colaboraría en tres episodios más, Patricia English en otros dos... ¡y hasta el propio Christopher Lee! reaparecía en enero de 1969 en "Los interrogadores", ya en la etapa Tara King (la actriz Linda Thorson que sustituyó a Diana Rigg la temporada siguiente).








Jacobo Zabludovsky

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Pocos periodistas pueden presumir de haber liderado los informativos de un país durante casi 30 años, quizás Walter Cronkite en EE.UU. y Patrick Poivre d'Arvor en Francia. A ese trío podemos sumar con todos los honores a Jacobo Zabludovsky, la cara visible de las noticias en la televisión mexicana casi desde sus inicios y número 1 con su "24 horas" en Televisa durante unos 28 años. Este abogado y periodista de gesto sobrio, mirada inquisitiva y sonrisa ladeada falleció ayer a los 87 años en México D.F., la ciudad de su nacimiento, de sus triunfos, de sus sueños y también de sus lamentos. Desde allí se convierto en LA FIGURA de los Noticieros latinos, una referencia internacional a pesar de ciertas polémicas por el claro posicionamiento de su cadena hacia el oficialista PRI.
 
Cuando en 1950 la tele mexicana estrenó su primer informativo, don Jacobo estaba allí, él fue quien presentó aquellos primeros programas de noticias en una tele balbuceante pero no era precisamente un novato, llevaba ya tres años como subdirector de informativos de una cadena de radio y ya entonces demostró una especial habilidad para las entrevistas. Charló ante los micrófonos o las cámaras con figuras del país como Mario Moreno "Cantinflas" (que se convirtió en amigo personal), Pedro Vargas o todos sus presidentes a figuras internacionales como Pelé, Plácido Domingo, Celia Cruz, Vargas Llosa, García Márquez, Arafat...

También tuvo la oportunidad de entrevistar a varias presidentes norteamericanos (Jimmy Carter y Ronald Reagan, por ejemplo) y al eterno hombre en la sombra del poder USA Henry Kissinger (en la foto). Zabludovsky viajó por todo el mundo para cubrir las noticias más importantes de la segunda mitad del siglo XX y conocer a los protagonistas de la actualidad.


Presumía de ser el único periodista mexicano presente en la Revolución Cubana aunque su pregunta sobre las barbas al Ché se saldará con un zas en toda la boca: "Estamos aquí luchando contra un ejército sanguinario y bien pertrechado, y lo que a usted le preocupa es que nos rasuremos".
   Cuando llegó al "24 horas" de Televisa en 1970 ya tenía un prestigio ganado a fuego, había dirigido noticiarios cinematográficos, semanarios, colaborado con diarios, radios, retransmitido la llegada del hombre a la Luna... Era un currículum impresionante que aumentó significativamente en su nuevo destino laboral. Para esa poderosa cadena contó la revolución de los claveles desde Portugal, la pérdida de la soberanía británica de Hong-Kong, el funeral de Lady Di... 

Y de nuevo volvió a entrevistar a los más grandes, en exteriores o en el propio estudio. También en su haber figura ser el único reportero mexicano en haber entrevistado a Dalí (o eso dice la historia) aunque aquello fue, como era costumbre con el genio, una conversación delirante en la que, por un momento, Zabludovsky consiguió que don Salvador hablara de sí mismo en primera persona y no en tercera, como era habitual. Cuando se lo remarcó, el pintor supo que había conseguido llevarle a su terreno.

Para los mexicanos queda grabada en la memoria su retransmisión e19 de septiembre 1985 del terremoto que asoló Ciudad de México pero no fue para Televisa sino para una emisora de radio, la única que pudo emitir aquella jornada porque sus antenas no habían sido dañadas y lo hizo desde el teléfono de su coche, un lujo al alcance de pocos que, en este caso, sirvió para narrar un desastre que marcó a la población. Por este trabajo recibió el premio Rey de España.
Para los españoles Jacobo Zabludovsky también tuvo su momento de fama, con la llegada de las antenas parabólicas a las comunidades vecinales de medio país se convirtió en uno de los pocos presentadores a los que podían entender y gracias a él Televisa fue uno de los canales por satélite más populares durante los 80. Su imagen presentando con unos enormes cascos fue tan imitada por los humoristas como copiada de forma absurda por los presentadores de las primeras televisiones locales de nuestro país, aunque estos no escucharan las indicaciones del realizador ni siquiera estuvieran enchufados a algo.
   Este periodista y abogado permaneció en su puesto hasta que en 1998 falleció Emilio Azcárraga, fundador de Televisa, y su hijo recién llegado al cargo decidiera renovar a todo el equipo. Fue una traición en toda regla al hombre que había soportado el desprestigio creciente del canal por su claro acercamiento progresivo al partido del Gobierno. Aquello salpicó al prestigio del periodista estrella que nunca se jubiló. Hoy sus paisanos prefieren recordar al hombre que les informó durante seis décadas y que puso a la televisión mexicana en el foco, aquel que huyó del discurso rimbobante de los locutores para hablar de forma directa y sin levantar la voz a su audiencia.











Aquellos programas veraniegos de los 90

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¡Sumérgete! ¡El verano de tu vida! ¡Refréscate con nosotros! Slogans como estos se repetían continuamente en la televisión de los 90 en verano. Con la aparición de las cadenas privadas TVE se encontró con una competencia inesperada, la de programas "fresquitos" con presentadoras jamonas, galanes de medio pelo (algunos muy avejentados y otros representando a los nuevos cachorros que pugnaban por ser líderes de la manada), piscinas, azafatas en bañador y música frivolona. Telecinco lo tenía más fácil que Antena 3 (y ya no digamos que Canal Plus) porque contaba con los consejos de sus primos italianos, los programadores de los canales de Berlusconi que importaron directamente formatos que triunfaban allí desde mediados de los 80. Uno de los primeros fue "Bellezas al agua" que inauguró el primer verano de la cadena dirigida entonces por Valerio Lazarov con los polivalentes Norma Duval y Paco Cecilio como presentadores de la primera temporada, 1990.


Este concurso era una especie de competición entre cuatro países (los que emitían el programita de marras) en un decorado montando en los exteriores de unos estudios italianos y en el que lo importante era ver mucha cacha. En 1991 el equipo "estelar" de conductores estaba formado por Andoni Ferreño (que había triunfado con "¡Vivan los novios!"), Inma Brunton, Natalia Estrada y Kike Supermix como voz en off (todos ellos provenientes de "La quinta marcha"). En la última fueron Agustín Bravo, Vaitiaré (la ex novia de Julio Iglesias, o ex amante o ex algo...), Loreto Valverde (no hagamos más comentarios hirientes sobre sus carcajadas a hipos) y Kike repitiendo como narrador.

Esta llamativa campaña en prensa que ilustra estas palabras y que llevó en 1992 a las estrellas de Tele 5 (tal y como se escribía entonces) a la piscina (sin usar el photoshop y sin mojarse, ¡oiga!) anunció también la segunda temporada de "Desde Palma con amor". En 1991 lo habían presentado Norma Duval (repitiendo verano tras verano en una u ota cadena), Andoni Ferreño (en aquellos años era omnipresente en la parrilla de Lazarov y estuvo a punto de agotar las existencias de gomina del país) y la colaboración humorística de Pepe Viyuela (antes de ser reconocido como actor en "Aída" o "Mortadelo y Filemón" triunfó con sus caídas y su "Joeeeeé"). En la siguiente temporada cambió ligeramente de nombre para convertirse en el especial veraniego del concurso "Queridos Padres" presentado diariamente por Concha Velasco a la que pusieron como refuerzo a Jesús Vázquez, que ya había despuntado en "La quinta marcha" y "Hablando se entiende la basca". El programa semanal, por supuesto, se realizaba desde Palma de Mallorca, cuyo puerto era el fondo de las actuaciones de grandes artistas. Aquí fue donde la Velasco fue atacada por un cocodrilo que, tras horas de espera bajo los focos y el calor mallorquín, despertó de su letargo (vamos, que se estaba descongelando) y reaccionó feliz al ver las piernas de la actriz. 

Antena 3 no competía demasiado en esta división "refrescante" pero sí que intentó ofrecer un producto digno, que encajaba con su programación de la época, y que también tuvo una llamativa campaña en revistas televisivas, con carteles que recordaban a los del cine de los años 40/50. El programa se llamaba "Quiéreme mucho" y se centraba, fundamentalmente, en la música latina que había triunfado en la generación de nuestros abuelos.


Miguel Ortiz ascendió al prime time en el verano del 92 tras su paso por "El programa de Hermida" en la misma cadena. Fueron años importantes para él porque enlazó este musical con "No te rías que es peor", "Ta' tocao", "Zona de juego" y la serie "Lleno por favor" (aquella de la gasolinera de Alfredo Landa que fue un exitazo). Le acompañaba la bella Judith Castillo de la que no puedo contar mucho más de su carrera televisiva. "Quiéreme mucho" también se realizaba en exteriores y estaba dirigido y realizado por el histórico Hugo Stuven. En realidad era una revisión ampliada de una sección de su programa "Pero ¿esto qué es?" presentada por Nacho Dogan, "Dogan's Club". En definitiva, un espacio nostálgico que incluía anuncios antiguos, el paso de grandes estrellas veteranas como Celia Cruz, Tito Puente, Los Cinco Latinos o Lucho Gatica y entrevistas a viejos actores que recordaban sus carreras.
   Generalmente estos espacios no eran gran cosa, algunos simplemente eran un divertimento veraniego apto para tener de fondo mientras la familia tomaba un helado, pero al menos eran programas estacionales, pensados única y exclusivamente para combatir los calores y para mostrar una tele distinta a la del resto del año. Se podría llegar a un término medio que no avergonzara al intelecto y que amenizara el bochorno. Algunos lo consiguieron.

Ah, y para los que no sepan de lo que hablaba al contar lo del cocodrilo y Concha. Aquí la clave está en la duda del domador cuando ella le pregunta si puede tocarlo, la desgracia se veía venir:



"La isla misteriosa", Omar Sharif se convierte en el capitán Nemo

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Siempre será el Doctor Zhivago o el jeque Alí de "Lawrence de Arabia", Gengis Khan, el rey armenio de "La caída del imperio romano", el príncipe de la corona austríaca en "Mayerling" o el Ché Guevara además de, recientemente, el señor Ibrahim. Pero Omar Sharif fue para los niños de los 70 el capitán Nemo de la serie "La isla misteriosa". Ése fue el papel que le acercó a una nueva generación que, semana tras semana, durante seis capítulos siguieron la peculiar adaptación televisiva del personaje creado por Jules Verne. Aunque aquí llegó con tres años de retraso fue todo un acontecimiento que mereció la portada de la revista "TeleRadio" a las tres semanas de su estreno.

Y lo más curioso es que se tardara tanto tiempo en estrenar teniendo en cuenta que era una coproducción española, que su director era nada menos que Juan Antonio Bardem y que se rodó en parte en Lanzarote. Estos misterios de la programación no serán desvelados aquí pero lo que sí podemos confirmar es que los directivos de TVE se vieron sorprendidos con el éxito que alcanzó aquel verano de 1976. Programada para los miércoles de julio y agosto a las 15.40h, hora poco propicia para el triunfo comenzó tímidamente para colocarse en las siguientes semanas en la parte alta del panel de aceptación (la nota que ponían los espectadores a los programas, medir la audiencia sería absurdo teniendo en cuenta que sólo había dos cadenas). Su primer capítulo tuvo un 7,1 pero los siguientes casi alcanzaron el 8 y se situaron por encima de otras series de mucho mayor presupuesto o fama como "Kojak".

"La isla misteriosa" era una serie de la francesa ORTF coproducida por la RAI y TVE en 1973. Su director fue el español Juan Antonio Bardem (tío de Javier Bardem, hermano de Pilar) que tenía un recuerdo agridulce de este trabajo: "Me gustó mucho hacerla pero me trajo problemas al final. Contábamos con un tiempo y un dinero determinados que se nos acabaron antes que la película. Se pensó entonces en montar lo que había, ver cómo quedaba y hacer las escenas que faltaran meses después. Yo me negué a continuar así y los actores no quisieron seguir sin mí. Como resultado de todo esto surgieron tres versiones: una francesa, otra italiana y otra española. De todo lo que rodamos tenía que salir una serie de unos seis episodios y dos películas montadas de diferente manera, claro". La versión que se emitió en TVE en 1976 fue la francesa, capítulos de 55 minutos. Además de Sharif los protagonistas eran Jess Hahn, Philippe Nicaud, Gérard Tichy y Gabriele Tinti.

La serie estaba firmada por Bardem y Henri Colpi aunque el director de "Muerte de un ciclista" aclaraba la situación a la periodista María Luisa Páramo en la revista TeleRadio: "Bueno, eso fue porque la ORTF no permitía que apareciese sólo el nombre de un director extranjero, en este caso el mío. Colpi figura entonces como co-director. Él realmente era el encargado de la segunda unidad, la que rueda paisajes, efectos, etc., yo era quien dirigía a los actores". Sobre el fallecido Sharif decía entonces: "Es un enorme profesional, no sirve para todos los papeles pero es un profesional total, da gusto trabajar con él".

Omar en aquella época se sentía desencantado del cine y contaba a los periodistas que no pretendía seguir mucho tiempo más dedicándose al séptimo arte: "Me aburre atrozmente esto del cine. Lo paso fatal durante los rodajes y no veo la hora de que termine todo para pode decicarme holgadamente a lo mío". Lo suyo era el bridge. En la década de los setenta llegó a ser considerado uno de los diez mejores jugadores del mundo... y nunca dejó de lado la interpretación.
   En cuanto a esta serie, en TVE decidieron retitularla "Las aventuras del Capitán Nemo" a partir de la tercera semana y los chavales soñaron con este personaje. Esos cincuentones la recuerdan hoy con gran cariño aunque Bardem insistía en que "cuando la vi acabada me sentí defraudado. Se nota bastante que contábamos con menos medios de los que eran necesarios para hacer algo de esta envergadura. Nos faltó dinero y eso se ve en las películas pero me gustó muchísimo hacerla porque en mi infancia, como en casi todas las infancias, Jules Verne y su mundo significaron mucho." Para Sharif este papel supuso entrar en el imaginario de toda una generación.


"El Conde de Montecristo" en DVD

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Serie mítica donde las haya, "El Conde de Montecristo" figura entre las más recordadas por los espectadores veteranos de TVE. Estrenada en septiembre de 1969 justo antes del Telediario 2 mantuvo a la audiencia del contenedor "Novela" en ascuas durante 15 capítulos emitidos a diario a lo largo de tres semanas. Nunca antes una de estas adaptaciones de un clásico de la literatura alcanzó tal popularidad y por eso se repitió íntegramente en el verano de 1977 y en el de 1981 (esta vez en UHF). ¿Y por qué volvemos a hablar de este trabajo dirigido por Pedro Amalio López aquí? Su edición en DVD por parte de 39Escalones merece un comentario por el esfuerzo continuo de esta compañía de rescatar series españolas de postín pero que la propia TVE no ha querido poner a la venta. Se ha recurrido a los masters originales y, excepto unos ligeros defectos en uno de los episodios, la calidad de imagen y sonido es excelente y a los televidentes originales les sorprenderá disfrutar la serie con una definición mucho mejor que la que disponían en sus casas entonces. Conmemorando las repeticiones veraniegas de este clásico aportamos algún dato nuevo sobre este programa.

Nada menos que 39 "primeros actores" (tal y como reflejaba la prensa de la época) fueron contratados para esta superproducción. Una jovencísima Emma Cohen tuvo aquí su gran oportunidad en su primer papel televisivo aunque no sé si puedo decir que la aprovechara; su carrera, aunque con destellos más que interesantes, fue un poco errática e irregular. Justo 10 años después de esta serie tan popular encarnó a la gallina Caponata en el primer Barrio Sésamo español. No sé si esta fue una decisión valiente o simplemente extraña. Junto a ella José María Escuer, Pablo Sanz, Fiorella Faltoyano, Estanis González y otros tantos clásicos de los dramáticos de la época.
 
El más beneficiado fue Pepe Martín. Parecía nacido para aquel papel, su apostura, sus cambios físicos a lo largo de la acción, su impecable dicción, su voz bien modulada, ese gesto inocente que va mutando en rencoroso, sus miradas cargadas de intención que nos parecen indicar lo que está maquinando para llevar a cabo su venganza... Había debutado en TVE apenas cinco años antes pero demostró que su elección como protagonista de una serie tan ambiciosa fue más que acertada. Aunque siguió trabajando profusamente en el teatro tanto sobre las tablas como en los platós, será recordado para siempre como Edmundo Dantés y es algo que a él parece no molestarle en absoluto. Hoy en día sigue en activo aunque prefiere tranquilos recitales de lectura a largas y duras giras teatrales.

Entre los más jóvenes del reparto encontramos varias sorpresas, por ejemplo Enric Arredondo (aquí aparece como "Enrique", claro, plena dictadura) al que muchos recordamos como el director del periódico de la serie "Periodistas" y que falleció prematuramente en 2006. Con un papel mucho más secundario distinguimos a Ernesto Aura (la voz de "Terminator" en las primeras películas de la saga), en quien el director volvería a confiar dos años más tarde para un rol mucho más importante en otra Novela: el de Aramis en "Los tres mosqueteros".

El realizador aprovechó todas las facilidades que le brindó la producción comandada por Felipe Vila-San Juan. Vestuario de lujo, cientos de extras, ambientaciór exquisita... Ese despliegue sustentado en la excelente adaptación de Pedro Gil Paradela, una buena ubicación en la parrilla y el selecto reparto hizo de esta serie la más famosa de todas las ubicadas en el espacio "Novela" y un ejemplo a seguir por las siguientes. Quizás la única que alcanzó una popularidad parecida (pero no igual) fue "Los tres mosqueteros" con el mismo equipo técnico comandado de nuevo por Pedro Amalio López.

Los estudios barceloneses de Miramar albergaron nada menos que 17 decorados y se rodaron exteriores en Mahón, Franquesas, Altafulla, Tamarit y el Castillo de Hostalrich, en algunos casos en formato cine 16 mm (especialmente en las escenas de acción y también en las submarinas, toda una novedad técnica en la época) y en otros trasladando unidades móviles a suntuosas localizaciones en las que transcurrían escenas de bailes de sociedad, recepciones, banquetes... Esto en su día fue muy criticado porque se consideraba que "desvirtuaba la esencia televisiva" pero como Pedro Amalio ya se había enfrentado a estas críticas "inmovilistas" cuando estrenó en Estudio 1 su versión de "Julio César" no hizo demasiado caso... y los espectadores tampoco que, en realidad, agradecían estos despliegues visuales.

  

El Conde de Luxemburgo. 1961

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En la balbuceante TVE de principios de los sesenta los espectáculos teatrales y los musicales eran las verdaderas estrellas de la exigua programación y si ambas cosas se podían unir, mejor que mejor. "Teatro Apolo" fue uno de los primeros espacios donde se aprovechó la tradición zarzuelera y con la ayuda inestimable del play-back se pudieron montar grandes shows televisivos (tan grandes como lo permitía el pequeño estudio del Paseo de la Habana). Poco a poco el espectador pedía más y así surgieron otros programas como "Ecos de opereta" en el que se representaban obras de ese género, la mayoría desconocidas para el público español. En marzo de 1961 se emitió "El Conde de Luxembergo" de Franz Lehar adaptada por Francisco Navarro, realizada por Vicente Llosá y con dirección escéncia de Joaquín Deus. La peculiaridad de esta opereta es que estuvo protagonizada fundamentalmente por estudiantes del Consevatorio de Madrid ¡aunque fuera en play-back! El por qué se decidió contratar a estudiantes de música para después no usar sus voces se escapa a mi conocimiento. La crítica destacó la actuación de Elisa Conde y Jorge del Moral pero hoy no podemos juzgar si tenían razón porque no existe grabación, como todo en aquella época se realizaba en directo.

Festival de la Canción de Benidorm 1963

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"Había diez canciones en liza la última noche. Virtualmente nadie sabía nada pero en la realidad todo el mundo lo sabía todo. Todo el mundo que acudía esa noche al Festival, unas cinco o seis mil personas. Y los intérpretes. Un fallo del Festival. Todos los intérpretes sabían antes de salir al escenario de la plaza de toros,  el orden de los premios, tanto de las canciones como de sus intérpretes. Y a algunos de ellos se les notó el nerviosismo o la desgana". Así describía el enviado especial de la revista TeleRadio (al quien siento no poder identificar porque firma con las siglas J.V.T) a la ciudad alicantina en la semana del 20 al 22 de julio de 1963 la quinta edición de este certamen que ya había alcanzado justa fama, sobre todo por la popularidad de los ganadores de años anteriores. La gran decepción de esa noche fue para la cantante Rosalía (en la foto) que en las noches previas a la final había conseguido clasificar cuatro canciones pero sólo pudo interpretar la que quedaría de décima ("Eres exigente") mientras que el resto (primer, segundo y sexto puesto) serían cantadas por otros compañeros que no habían clasificado ninguna. Así eran estos festivales aunque hoy suene extraño (y sospechoso), un mismo cantante defendía varios temas pero eso no significaba que todos fueran considerados "suyos" así que el premio se lo podía llevar otro que no había conseguido nada en las semifinales.

El premio de interpretación, por tanto, se lo llevó Alberto Pestaña con la canción "La hora" (compuesta por Sellés y Portolés). El público y la crítica estuvieron de acuerdo en que era la ganadora justa "bonita y blanca, moderna y limpia (...) una canción con historia, una canción de torerillo y sangres que es bonita, sentimental y bien hecha pero que, al decir de los entendidos, será poco comercial ya que es difícil de adaptar a los ritmos modernos y no muy bailable en el ritmo premiado. No obstante se hará famosa" aventuraba un cronista. No tuvo razón.

Entre los concursantes no encontramos cantantes que hayan sobrevivido a los avatares de la industria musical con gran éxito: Francesca (en la foto), Meli Laiz, Fina Galicia, Federico Jove... Quizás podemos destacar a Lorenzo Valverde, padre de Loreto y Marta y que sí triunfó en el teatro musical con obras como "El diluvio que viene" y que aquí consiguió el segundo puesto con "La luna tiene dos caras". Las siguientes en la clasificación final fueron: "Cuándo y dónde" (la forma de ligoteo habitual en apps hoy en día), "Chavala Twist" (esta creo que me gustaría), "Suéñame" (título más típico para estos festivales, imposible), "Chiss... Chiss.." (una forma discreta de decirle a la vecina que se le ve el refajo), "Viejo reloj" (esta suena a nostalgia pesada), "Viajando" (se llevaban los gerundios pero no consiguió el éxito de "Comunicando"), "Cómo te lo diría" (pues mejor de forma clara y directa, no me des mucho la lata) y la ya citada "Eres exigente".
   Por supuesto el festival tenía otro gran atractivo: el de los artistas invitados de renombre que ayudaban a cubrir huecos en la competición, a llenar los minutos tensos de deliveración del jurado y, en general, para que el público asistente viera a sus ídolos en directo. Rocío Dúrcal (en la foto inferior), Los Payadores, José Guardiola, Paquita Rico, Ana María Parra, Carlos Acuña y Los Galindos fueron las estrellas convidadas en los tres días de concurso.


 El humorista Cassen amenizó las calurosas noches y tuvo más éxito que otro actor y cómico que había sido elegido para presentar el evento, Ángel de Andrés que incluso tuvo que soportar una pitada. Su compañera en estas labores, la locutora Maruja Callaved (en la foto de blanco, observando desde la barrera) no sufrío tamaño deshonor pero digamos que su actuación fue más discreta. El Festival no fue retransmitido en directo por TVE porque tampoco estaba ideado para ello y como programa podía resultar un poco peñazo pero sí que se enviaron varias cámaras para ofrecer un amplio resumen en un programa especial. Aún pasarían años hasta que la Casa se decidiera a ofrecer el Festival en directo y para ello tuvo que cambiar algunas normas para convertirlo en atractivo televisivamente.

Los Vengadores en DVD

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"Los Vengadores" es una serie de culto. Ese es un dato indiscutible. Desde que comenzara su emisión en enero de 1961 en la británica ITV hasta su finalización en septiembre de 1969 ha sido vendida a decenas de países, repuesta en centenares de ocasiones, analizada en miles de artículos y varias decenas de libros y webs (no contaremos aquí el reboot "Los Nuevos Vengadores" de 1976-77 aunque el equipo creativo y el protagonista masculino fueran los mismos). En nuestro país su emisión comenzó en 1967 y se repuso en 1990 en TVE y posteriormente en Álbum TV de Canal Satélite Digital y Canal Palomitas de Vía Digital. Por eso era de extrañar que todavía no se hubiera editado en DVD aquí tal y como se ha hecho en Reino Unido, Francia, Italia y Alemania en la última década. Por fin hoy podemos anunciar que la compañía Research Entertainment lo ha hecho aunque, de momento, sólo sea la quinta temporada, 24 capítulos repartidos en 6 discos.

 
¿Por qué comenzar directamente con la quinta temporada? Muy sencillo, era la primera en color y eso puede facilitar las ventas. Si esta edición tiene el éxito que la distribuidora espera continuarán posiblemente con la siguiente etapa (con Linda Thorson como coprotagonista) y por último, casi como un regalo, la primera tempora protagonizada ya por Diana Rigg en B/N. No creo que aquí lleguemos a ver en DVD las etapas comprendidas entre 1961 y 1965 porque nunca se emitieron en España y además se grababan en vídeo o directamente se realizaban en directo con lo que algunos capítulos de los dos primeros años se han perdido para siempre.

 
Para los que no tengan ni idea de qué es Los Vengadores y ese título sólo les suene a un cómic y a una (muy rentable) franquicia cinematográfica conviene explicar que se trata de una serie sobre dos detectives que solucionan problemas. Nada más sencillo de explicar sino fuera porque no sabemos a quién sirven estos agentes y porque sus casos son auténticos complots maquinados por locos de atar. Todo eso envuelto en el alegre espíritu del Swinging London que contagió al resto del mundo en la década de los 60. Uno de sus creadores y principales guionistas, Brian Clemens definía así este producto: "Es como una película de Hitchcock y yo siempre he sido un gran admirador de Hitch. Era capaz de aterrarte y después aliviarte con una risa. Y quiero pensar que nosotros hacíamos eso en Los Vengadores" (ITV. The People's Channel, no publicado en España)

La temporada que ha sido editada ahora en España está protagonizada por Patrick Macnee y Diana Rigg. Él llevaba en serie desde sus inicios, primero acompañando a otro hombre, Ian Hendry, y después a Honor Blackman como Cathy Gale, la primera en enfundarse el mono de cuero negro que tantas alegrías dio a los fetichistas. Se emitió en la ITV británica y la ABC norteamericana casi simultáneamente entre 1966 y 1967 y algunos meses después en Europa y Australia.
"La quinta temporada se estaba filmando en color (algo irrelevante para las transmisiones en B/N de la ITV pero importante para el mercado americano). El presupuesto se había incrementado diez veces con respecto al de la era Cathy Gale. Mrs. Peel abandonó el cuero negro por monos más claros. Y las historias se refrescaron también. Más acción, más localizaciones, más imaginación en las tramas, más ingenio"(ITV. The People's Channel)

 
Ésta es la considerada como etapa más brillante, alternativa, psicodélica y sobre todo LIBRE de su larga andadura y la actriz Diana Rigg consiguió superar a su predecesora en el cargo brillantemente. Esta joven integrante de la Royal Shakespeare Company se convirtió inmediatemente en ídolo de las mujeres y objeto de deseo de los hombres (y viceversa). Era inteligente, irónica y para nada una damisela medieval, era una mujer de acción, dispuesta a la pelea con certeros golpes de kung fu y, cuando era necesario, era ella quien liberaba a su compañero y no al revés. Quizás los espectadores de "Juego de tronos" no reconozcan en este joven rostro a la cínica, inteligente y pragmática Lady Olenna Tyrell pero lo es.


En mayo del 67 la serie fue nominada a dos premios Emmy: mejor serie dramática y mejor actriz protagonista en serie dramática. La productora dio a sus dos estrellas tres días libres y volaron a Nueva York el sábado a las 3 de la madrugada, justo para llegar a la ceremonia de entrega el domingo 4 de junio. Patrick Macnee recuerda haber tenido un terrible y contradictorio sentimiento esa noche: "Estaba sentado a su lado, deseando que recibiera el galardón, por supuesto, pero al mismo tiempo sintiéndome miserable porque YO no había sido nominado. Los Vengadores competía contra Misión Imposible en ambas categorías, Barbara Bain ganó a Diana. ¿Barbara qué? ¿Qué sucedió después con Barbara Bain? ¡Nosotros ahora tenemos a DAME Diana! Bueno, supongo que alguien podría preguntar, ¿y qué fue de Pat Macnee? Bueno, aparentemente no merecía un Emmy." (The Avengers. The Inside Story, no publicado en España).

La pareja de vengadores John Steed-Emma Peel era perfecta dentro y fuera de la pantalla. Ante las cámaras eran la encarnación perfecta del gentleman y la joven inglesa moderna que estaba revolucionando la década y a pesar de ser aparentemente tan distintos tenían una química inmejorable. En el plató Macnee tuvo que vencer sus habituales timidez y conformismo para enfrentarse a los productores y exigir un mejor trato para su partenaire, casi una novata en televisión. Desde entonces fueron amigos y cuando Diana Rigg decidió abandonar la serie al finalizar de esta temporada, él la entendió y apoyó y continuaron viéndose con frecuencia.

 
En este caso no podemos decir que el leit motiv de la serie fuera la tensión sexual no resuelta como en tantas otras antes y después, quizás los ejemplos más destacados son "Remington Steele" y Luz de Luna", series que, por cierto, son clarísimas deudoras de ésta. Eran compañeros de misión, se respetaban y divertían juntos... ¿había algo más? No se decía y, en realidad, daba igual. Pero es precisamente en esta temporada cuando se produce un apasionado beso entre los dos en el capítulo "¿Quién es quién?"... o quizás no son ellos... tendréis que verlo para descubrirlo.
En esta edición encontramos el doblaje español de la reposición del 90 (y no el latino de la primera emisión de los 60) con Mercedes Montalá y Antonio García Moral en los principales papeles. Eso sí, se incluyen en versión original subtitulada los minutos que habían sido cortados en esa repetición. No fue censura noventera, tranquilos, simplemente ajuste a los nuevos tiempos de programación, era más fácil colocar una serie de 45 minutos con sus correspondientes 15 de publicidad en distintos tramos que una de 49 ó 50. Por supuesto también se incluye la V.O.S. general.

En esta edición encontramos algunos de los episodios más recordados por los fans como "El vengador alado" sobre un diabólico personaje de cómic que cobra vida y comienza a asesinar a un grupo de gente... tal y como había aparecido en viñetas ya publicadas. Si antes el equipo había usado el sobrio blanco y negro para crear un aire más expresionista, el color en capítulos como éste fue un personaje más: "Se produjo, así, un giro hacia la psicodelia cromática que la serie estaba reclamando desde sus mismos inicios y que permitiría catapultar todo el genio acumulado en las temporadas anteriores hacia un estadio de libertad nunca más superado. Superficies de colores planos y decorados marcadamente abstractos acojieron historias desarrolladas en espacios cada vez más hipnóticos, los nuevos apartamentos de Steed y Emma se llenaron de luz y de respectivo culto al clasicismo y al Pop Art" (El Universo de Los Vengadores. Xavier Pérez. Ediciones Glénat, 1998)

 
Y hoy es un placer encontrarnos a actores jóvenes en sus primeros papeles importantes en la televisión y a otros tremendamente populares como estrellas invitadas. ¿Reconocéis, por ejemplo, a esa muchacha de mirada aviesa que está junto a Steed en el capítulo "Algo feo en la guardería"? Hay que tener muy buena vista... y quizás algún añito encima. Es nada menos que Yootha Joyce o, lo que es lo mismo, Mildred Roper mucho antes de ser la casera de Robin y protagonista de su propia serie junto a su mezquino marido, ¿Geoooooorge?

Y aquí tenemos al gran Peter Cushing en "El retorno de los Cibernautas", toda una figura internacional del cine gracias a sus películas de terror de la Hammer. Su eterno compañero (y amigo) Christopher Lee aparecería en "Nunca jamás digas morir" (tal y como contamos aquí hace unos días) y en "Los siete magníficos" disfrutamos con Charlotte Rampling y Donald Sutherland por citar sólo algunos de los actores destacados que intervinieron en esta tanda de aventuras.
  Desgraciadamente esta edición en DVD en nuestro país coincide con el fallecimiento de su protagonista desde el principio hasta el final, el único que aguantó todos los devenires de la producción, Patrick Macnee. Tal y como le dijo Peter O'Toole en cierta ocasión: "Pero Pat, ¡tú siempre estás haciendo Los Vengadores!".

Gran Teatro: El paquebote Tenacity, 1961

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El 15 de diciembre de 1961 Nuria Torray regresaba a los estudios de TVE para protagonizar una obra del autor francés Charles Vildrac, "El paquebote Tenacity". Volvía a España tras un periplo laboral por América donde había triunfado especialmente en Argentina donde, además del teatro, había trabajado en televisión, el medio que, sin duda, le proporcionaría más éxitos. Para este retorno al hogar contaba con la complicidad de su mejor compañero laboral (que también llegaría a serlo sentimentalmente), Juan Guerrero Zamora, uno de los más respetados directores de teatro televisivo que se encargaba una vez más de la adaptación, realización y dirección de la obra. El texto era contemporáneo, había triunfado en Inglaterra y Francia pero también en Broadway, nada menos que tres años de representaciones continuadas. Ambientado en una taberna portuaria, trataba del amor que profesaban el optimista Bastien (Jesús Puente) y el resignado Segard (Paco Morán) por la joven Teresa (Nuria). Los decorados de Bernardo Ballester y la iluminación de César Fraile ayudaban a crear ese aire marinero y canallesco del muelle de una ciudad sin nombre. Puntilloso hasta el extremo, Guerrero Zamora exigió que la figuración estuviera formada por extranjeros y así, la producción reclutó a estudiantes filipinos, ingleses, chinos, franceses....
   La obra se emitió un viernes a las 22.30h entre el concurso "Ayer, noticia; hoy, dinero" realizado desde Barcelona y la tercera edición del Telediario presentada por Eduardo Sancho. La crítica alabó el trabajo de todo el equipo destacando la pulcritud del director pero sin obviar al elenco y al departamento artístico.

Chicho y sus niños asesinos en Directísimo

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En  1976 Chicho Ibáñez Serrador había regresado a televisión con la segunda etapa de su popularísimo "Un, dos, tres" presentada de nuevo por Kiko Ledgard y producida por primera vez en color. Esa temporada había comenzado en marzo pero no sería la única sorpresa que tenía preparada para el público ese año porque en abril presentaba su segunda (y desgraciadamente última) película. En apenas dos meses se le acumulaba el trabajo, había retornado a los dos medios que le habían convertido en una celebridad en nuestro país: la tele y el cine. Mientras su concurso crecía en espectacularidad y se reafirmaba como un show para toda la familia, su film suponía un nuevo acercamiento a su género favorito, el terror psicológico. Si en su primera película, "La residencia", había insistido en la estética neogótica de su serie "Historias para no dormir" realizando casi un capítulo especial con más presupuesto, en "¿Quién puede matar un niño?" se atrevía con una trama mucho más psicológica y con escenas tan audaces que fueron censuradas. En algunos países incluso fue prohibida y no se exhibió hasta hace bien poco en festivales especializados. En su día la película tuvo premios internacionales y fue un éxito considerable; dentro de su campaña de promoción, el director acudió al entonces famoso programa "Directísimo" acompañado de algunos de los inquietantes niños protagonistas de la peli. Ellos en realidad no se habían enterado de nada durante el rodaje, a pesar de lo bestial de algunas escenas todo se había planteado como un juego, descontextualizando las situaciones que después serían convenientemente alteradas gracias el montaje creando las incomodas sensaciones que agobiarían al espectador en la sala de cine. Íñigo arriesgó mucho al tener en el mismo plató a los actores que no sabían de qué iba la película y al director que tenía que hablar de la trama...

Luis Miravitlles, el primer divulgador científico de TVE

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Foto Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados

Fue el primer gran divulgador científico de nuestra televisión y eso, en una España que presumía de desarrollismo ante Europa pero que se enfrentaba a un índice de analfabetismo amplio, no era fácil. Luis Miravitlles se asomó a la pantalla en 1959 y permaneció casi dos décadas en pantalla. Algunos de sus programas crearon vocaciones y cuando hemos hablado de él en este blog muchos han manifestado el cariño con el que se le recuerda. Espectadores anónimos que seguían sus explicaciones sobre ciencia y tecnología, que se sorprendieron al ver (literalmente) cómo funcionaba un microscopio o comprender cómo era posible que el hombre viajara al espacio. Pero también gente cercana a él, uno de sus nietos nos escribió hace tiempo y más recientemente una de sus cinco hijas, profesional muy reconocida en Barcelona en el ámbito médico. Con María José hemos querido descubrir una faceta más íntima de este comunicador y nos ha abierto la puerta de sus recuerdos de forma entusiasta. Sus palabras (muy efusivas) nos demuestran que Luis Miravitlles era tal y como aparecía en televisión, un divulgador siempre dispuesto a explicar a cualquiera cómo funcionaban las cosas.


- Tu padre era un hombre de ciencia, profesor de Universidad pero a principios de los 60 comenzó a colaborar en TVE y no precisamente como divulgador, ¿cómo surgió ese primer contacto con Miramar?
Eran los inicios de la TV y papá tenía buenos amigos periodistas, entre ellos Federico Gallo y Felipe Vila San Juan. Sé por mi madre que iba allí después del trabajo a buscar a sus amigos y allí les surgió la idea.

- Si no me equivoco su primer trabajo en la tele fue como “panelista” en un concurso de la temporada 1959-60, “Adivine su vida”, formato americano que también tuvo mucho éxito en aquella TVE primigenia, fue una toma de contacto con el medio un tanto peculiar, ¿cómo la recordaba él?
Según mi madre (yo no recuerdo esos inicios porque era muy pequeña), empezó directamente en un programa como invitado, por aquel entonces papá trabajaba en el laboratorio municipal de aguas de Barcelona y daba clases como Profesor adjunto de la cátedra de Geología Aplicada de la facultad de Farmacia.


- Su primer programa como director y presentador fue en 1962, “Nueva época” y aquí ya comenzó su verdadero “yo televisivo”. Es un espacio del que nunca se suele hablar cuando se recuerda su trayectoria y del que, por supuesto, no hay nada grabado. ¿Os habló alguna vez de ese programa o precisamente por el éxito de los siguientes él mismo lo olvidaba?
¡¡¡Sí hablaba de él!!! Fue su primer programa, claro que sí y el que le lanzó a ese mundo. No hay nada grabado porque se hacía en directo. 

- En la temporada siguiente estrenó su primer gran éxito popular con el que además consiguió el premio Ondas, “Visado para el futuro”. Fue el primer divulgador científico en obtener este galardón. ¿Qué supuso para él este programa y este reconocimiento?
Supuso realmente la posibilidad de dedicarse a algo que le apasionaba, lograr llevar la ciencia a todo el mundo. Estaba orgullosísimo de su trabajo y más que la recompensa de premios personales le encantaba la posibilidad de que eso le permitiera a él o a otros difundir materias a las que en aquel momento no tenía acceso todo el mundo (recordemos que muchos jóvenes no pasaban por la universidad en aquel momento y aún había analfabetos en España)

- De este programa saldría un libro con una tirada millonaria y que fue traducido a varios idiomas…
¡Siiiiií! ¿Lo has leído? Te lo recomiendo. Te sorprenderá su visión. No lo he buscado porque lo tengo en papel, pero lo encuentres online en pdf.


- Parece que tu padre era un hombre inquieto porque tras dos años con “Visado para el futuro” estrena otro programa bastante ambicioso, “Las fronteras de la ciencia” (1966) y que quizás era un proyecto más personal, que se acercaba más a su propia profesión…
¿Su profesión? Era farmacéutico y profesor titular de la Facultad de Farmacia de Barcelona, así que la profesión en realidad fue la de divulgador… Digamos que fue creciendo como comunicador y que en cada nuevo programa podía poner nuevos medios necesarios para hacer lo que le gustaba… ¿Inquieto? ¡Jajaja! ¡¡¡eso es poco!!! No paraba. Además de farmacéutico tenía dos años de Biología, Económicas, Física y creo que Química. Hubo una época que hasta le dio por estudiar ruso por el tema de la carrera espacial. Nosotros (y hablo en plural porque somos 5 hermanos y los 5 lo adoramos) creíamos que ya tenía ese don para la comunicación… la TV fue un medio fantástico para que lo pudiera hacer llegar a más gente, pero en su entorno a todos les gustaba escuchar a mi padre. Además era tremendamente creativo, estaba continuamente innovando.


- Ese mismo año comienza otro gran éxito, “Misterios al descubierto” que permanecería en pantalla cuatro años, algo increíble para un divulgativo en una España que todavía sufría un índice de analfabetismo elevado, ¿a qué crees que se debía el éxito de sus programas?
Como él decía siempre, hay que aprender un poco cada día… de cualquier cosa. Así que sí, Misterios al descubierto fue el programa por el que más se le recuerda, la cumbre de su carrera como divulgador científico. Su éxito… clarísimo, tenía un don. Un don impresionante para lograr que cualquiera pudiera entender los conceptos más difíciles de química, física, matemáticas o cualquier otra ciencia compleja. Su creatividad a la hora de buscar ejemplos era impresionante. Recuerdo estar en casa un fin de semana y oír a papá gritar “Niños, mamá venid por favor”. Eso siempre prometía ser divertido… “Coged todas las formas esféricas que encontréis, pelotas de todos los tamaños.  Nena (era como llamaba a mi madre) ¡una manta!” Y allí en medio del comedor, nos hizo estirar la manta para explicarnos cómo al poner una bola en el borde, ésta (por mucho que estirásemos la manta) siempre iba hacia el centro. Así explicó la ley de la gravedad en uno de sus programas.  Y ese era su éxito, su imaginación a la hora de saber contar algo a priori “tan aburrido” como la ciencia.

- Al mismo tiempo continuaba con su trabajo en la universidad, ¿cómo conseguía compatibilizarlo?  
Eso es una pregunta que deberías hacerle a mi madre, ¡jajaja! Imagino que con una mujer como ella al lado, podía compatibilizar cualquier cosa. Mi madre fue su mejor apoyo, su amiga, su crítica, su ayudante… su TODO con mayúsculas. Y también con una enorme capacidad de trabajo e ilusión por todo lo que hacía. Era la persona más optimista que he conocido en mi vida.


- Tras un parón regresa a TVE con “La prehistoria del futuro”, poético título para un programa en el que se hablaba de la “nueva ciencia”. Tu padre fue el primero en explicar, por ejemplo, la nanotecnología, ¿realmente su curiosidad era tan amplia o se debía más bien al trabajo de los guionistas?
¡Qué va! Los guionistas debían ir locos con él, jajaja. Era así, no paraba de leer, de aprender…. Si hubiera tenido la posibilidad de vivir en el mundo actual, acceder a internet….¡ufff, le hubiera encantado!

Foto Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados
 
- Una de las características de los programas de don Luis era su estética, ¿hasta qué punto él ofrecía ideas a los realizadores o decoradores? ¿era iniciativa suya que sus espacios fueran tan visuales?
Lo que te comentaba antes… tenía ideas en todas partes y una mente prodigiosa que le permitía “ver” antes de hacerlo como podía transmitir esa idea genial a todo el mundo sin excepciones. Su preocupación por lo que llamas estética, era más la puesta en escena perfecta para que la gente de la calle entendiera lo que era un agujero negro, como funcionaba un microscopio o como en el futuro las nanopartículas dominarían la ciencia…

- Eras muy pequeña en su apogeo televisivo pero ¿cómo se vivían sus apariciones en la tele desde casa? ¿Lo veíais todos juntos?
¡¡¡Siiiií!!! Claro que sí. Lo veíamos todos en el salón con mamá y con los abuelos y los tíos en verano. No nos perdíamos ni uno. Imagínate si ya vivíamos la preparación desde casa. Además el programa se emitía antes de Viaje al fondo del mar (una serie americana que transcurría en un submarino)… ¡¡¡así que todos pegados a la tele!!! La verdad es que nos encantaba, aunque sufríamos por si se equivocaba o algo salía mal… recuerdo una vez en la que se confundió con el valor de ley de la gravedad (en lugar de 9.81 m/s² creo que dijo 98 m/s²) y lo llevamos fatal… la realidad es que nadie se dio cuenta ¡jajajajaja! solo sufríamos nosotros.

 Luis con su mujer y sus hijos

- No sé si has podido ver recientemente alguno de sus programas, en ese caso imagino que tu visión actual no tiene nada que ver con la que tenías cuando eras una niña, ¿qué sensación te produce ahora?
He podido ver fragmentos, ningún programa entero, creo que muchos se destruyeron en el incendio de Miramar y hemos intentado recuperar alguno, pero no hemos podido. La sensación, uffff increíble, aún me asombro ahora de su capacidad, del timbre de su voz, de lo que se avanzó a en su tiempo en algunos conceptos….soy poco objetiva, era mi padre y era un dios para mí.

- ¿Te sorprende de alguna manera ver lo gran divulgador que era y, sobre todo, lo moderno que resulta incluso hoy?
La verdad... ¡¡¡no!!!


- ¿Sus nietos son conscientes de su importancia en la historia de la divulgación científica en TV?
Todos los hermanos adorábamos a nuestro padre y hablamos mucho de él, continuamente, entre nosotros y con nuestros hijos. ¡Saben perfectamente que su abuelo era un crack!


- ¿Alguno de sus hijos/as ha seguido su labor?
El legado que dejó va más allá de su faceta como divulgador científico. Y aunque ninguno ha tenido la oportunidad de seguir su carrera en TV, sí que de alguna forma nos desenvolvemos bien ante medios y cada uno en su profesión hemos llegado a tener un papel que le hubiera hecho estar orgulloso.

- Sin querer entrar en intimidades, ¿cómo era personalmente?  
Ten cuidado que si empiezo, te lleno 20 folios, jajajaja. A nivel personal, papá era exactamente igual que a nivel televisivo, magnífico padre y marido, un excelente amigo de sus amigos, creativo, divertido, exigente consigo mismo antes que con los demás, educador de excelencia, un jefe con enorme liderazgo… atractivo, con una voz inigualable… ¿sigo?

 

- Él fue uno de los que explicó a las españoles la carrera espacial y por eso retransmitió desde Prado del Rey y junto a Jesús Álvarez la llegada del hombre a la Luna, apoyando los comentarios de Hermida, ¿qué supuso para él aquella jornada?
¡Siiiií! Fue genial y recuerdo muy bien aquel día, porque aunque fue Hermida el que ha quedado para la historia, fueron Jesús y mi padre los que mantuvieron a toda España levantada de madrugada con el programa que se emitió para hacer esa conexión. Para él fue un sueño, participar aunque fuera con un pequeño granito de arena en el proyecto del siglo, ¡imagínate!
Su relación con la Nasa empezó con el programa Apolo, allá por los principio de los 60. A él siempre le apasionó el programa espacial, de hecho muchos de sus programas trataron este tema. Viajó a Houston varias veces, no recuerdo si de forma especial a preparar en concreto ese evento, pero sí que tenía una buena relación con Wernher von Braun (responsable del equipo que desarrollaba los cohetes Saturno, los que impulsaban a los Apolo).

 Luis con Jesús Hermida y Pérez de Rozas, fotógrafo de La Vanguardia, en Houston

- Su última colaboración habitual para TVE fue para el informativo cultural “Hora 15” de Martín Ferrand, ¿se apartó de la tele o le apartaron?
 La verdad es que si hubiera habido propuestas que le hubieran ilusionado, seguro que habría seguido. Tenía cinco hijos y buscó la manera de mantener la familia a flote con otros proyectos. Eso es todo.

- ¿Echaba de menos su función como divulgador televisivo?
Si lo hacía nunca lo manifestó. Ya te he comentado que era tremendamente positivo, nunca le oí quejarse de nada. Todo en lo que trabajaba le gustaba y le ilusionaba. Pero imagino que sí le hubiera gustado seguir haciendo llegar la ciencia a todo el mundo

 

- ¿Tenéis la impresión de que su figura ha sido olvidada o, al menos, poco reconocida por la propia televisión?
La verdad es que sí. Es cierto que hay poca documentación gráfica de aquellos tiempos, pero cuando en ocasiones hablan de la TV de esa época y recuerdan algunos programas, echamos en falta que no salga su nombre.

Gran Teatro: Edipo, 1962

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El espacio Gran Teatro fue el precedente del célebre "Estudio 1" (que no se estrenaría hasta que se inauguró el famoso plató con el mismo nombre en Prado del Rey) y procuraba llevar a las pantallas de los escasos espectadores de la España de principios de los 60 clásicos de la escena de todos los tiempos. El año 1962 se inaguró con una apuesta difícil: montar en el exiguo plató del Paseo de la Habana un "Edipo" en el que intervendrían más de cincuenta actores. Por supuesto se realizaría en directo y con tan sólo dos cámaras. El valiente director-realizador de tamaña gesta no podía ser otro que Juan Guerrero Zamora, que siempre buscaba ir un paso más allá con sus montajes. Ya había obtenido éxito con sus "Otelo" y "Julio César" de Shakespeare pero atreverse con la tragedia griega de Sófocles parecía demasiado para una audiencia todavía no acostumbrada a festivales como el de Mérida. Se eligió la versión de José María Pemán que había sido representada en Barcelona primero y Madrid después y como actor protagonista un debutante en el medio que ya había interpretado este papel en los Festivales de España dirigido por José Tamayo, Julio Núñez. Este actor de voz grave y cascada obtendría años después un rotundo éxito con su Cyrano en "Estudio 1" pero en esta ocasión hubo quien criticó su bisoñez televisiva. Le acompañaban Margarita Lozano (Yocasta), Ignacio de Paúl (Hyparco), José Sepúlveda (Tyresias) y Antonio Moreno (Forbos) entre otros. La audacia visual de Guerrero Zamora al probar nuevos encuadres fue aplaudida por la crítica los días siguientes y marcó un camino que el propio realizador seguiría en sus siguientes obras.

Cruz Delgado y la televisión

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Es una figura fundamental en la historia de la animación española y también en la de nuestra televisión. Fue el director de la primera serie de dibujos animados producida por TVE, “Molécula”. Su adaptación de “Don Quijote de la Mancha” constituyó el mayor esfuerzo de una productora de animación española, todavía no superado, y fue un éxito que se trasladó a otros países. Sus películas “Mágica aventura” y “Los viajes de Gulliver” se mantuvieron semanas en los cines y antes había sido un productor exitoso de cortos con su eterno “Molécula” y “Boxy, el canguro”. En 1989 regresó triunfal a los cines con “Los 4 músicos de Bremen”, el primer Goya de animación, que en la temporada 89/90 se convertiría en serie de televisión bajo el nombre “Los Trotamúsicos”. No debemos olvidar su faceta como autor de cómics, algunos de ellos publicados en Francia y Bélgica.
   Cruz Delgado no está retirado, sigue dibujando, eso nunca dejará de hacerlo y estos días tiene que vencer su habitual timidez y proverbial humildad para responder a los periodistas porque es el protagonista de un libro que le ha devuelto a la actualidad. “De Don Quijote a los Trotamúsicos” es un homenaje publicado por Diábolo Ediciones lleno de datos, fotografías, dibujos y, sobre todo, de los recuerdos del propio artista que han sido ordenados por su hijo Cruz Delgado Jr. y Jorge San Román, a quien hemos entrevistado centrándonos en su faceta televisiva.


Cruz Delgado ha sido un animador totalmente autodidacta. Comparte ciertos patrones con otro grande: José Luis Moro. Ambos se tuvieron que fabricar su propia cámara y buscar materiales para reciclar…
Esa es solo una parte de los problemas a los que tenían que enfrentarse.  Lo primero era aprender la técnica, cosa que en la España de la época era prácticamente imposible, y en el caso de Cruz Delgado fue a base de visionar películas de dibujos y cortometrajes en el cine, y rebuscar la poca información que aparecía en las revistas extranjeras.

Precisamente Cruz trabajaría durante una temporada en los Estudios Moro. Ambos pioneros y no suficientemente valorados durante años, este libro ayuda a reivindicar la figura de Delgado y parece que poco a poco los niños de entonces quieren reconocer la labor de esos que tanta diversión les procuraron.
Ese reconocimiento es justo y necesario; en Estados Unidos, por ejemplo, existe auténtica veneración hacia aquellos personajes, cómicos, cantantes, actores, dibujantes de tebeos, ventrílocuos, animadores, etc., y eso es debido al agradecimiento que el público demuestra hacia aquellos que les han entretenido durante generaciones, haciéndolos un poco más felices.

Por su destreza fue contratado por Belvision, la primera gran empresa de animación europea que quería convertir la producción en una industria estable ¿Qué aprendió Cruz de aquella experiencia?
Sobre todo el funcionamiento interno de un gran estudio de animación, con sus diferentes departamentos; guión, planificación, animación, etc. Además, tomó contacto con el trabajo de los grandes autores de la escuela Franco Belga de dibujo, Uderzo, Franquin, Peyo, Hergé, que influirían de manera decisiva en su propio estilo, tanto en su faceta de historietista como en la de realizador de dibujos animados.


 
Su primer contacto con TVE fue con la serie Villancicos de España y América. ¿Qué supuso para él este proyecto? ¿Le hizo ver que podía presentar otras ideas propias?
Cuando creó la serie de los Villancicos la televisión en España solo contaba diez años de vida, y no todos los hogares contaban con un aparato receptor. A pesar de ello, se dio cuenta de las enormes posibilidades del medio, y existía un departamento de Programas Infantiles que le ofrecería la posibilidad de sacar adelante proyectos con la co producción de TVE.


También por aquella época realizó multitud de anuncios, quizás el más recordado el de Philips.
En los años 60 muchos grandes fabricantes se dieron cuenta del poder de los dibujos animados como herramienta publicitaria. Los estudios de los hermanos Moro se dedicaron a ello prácticamente en exclusiva, mientras que a Cruz Delgado le sirvió como plataforma de lanzamiento para después poder llevar a cabo lo que realmente le gustaba: cortometrajes y largos de dibujos animados.

En 1967 se producen dos grandes hitos en su trayectoria televisiva: el primero es que TVE emitirá su primera serie de animación, que está realizada por Cruz, “Molécula”, basada en un viejo personaje suyo…
“Molécula” fue la primera serie de dibujos coproducida por Televisión Española. El personaje ya había cosechado un importante éxito a través de las historietas que aparecían publicadas en la revista “Ama”, y para Cruz Delgado Molécula es el favorito entre todos sus “hijos” de lápiz y papel.

La serie tuvo gran éxito pero no obtuvo continuidad en la tele aunque sí en el cine.
Se trata de un gran personaje de dibujos animados; de hecho, Cartoon Network presentó a mediados de los años 90 una serie que obtuvo un gran éxito, y que bien podría haber estado inspirada en el Molécula de Cruz Delgado: el laboratorio de Dexter.


El otro hito del que hablábamos es la creación de un fantasma para el programa “Nosotros”, fusión de imagen real con animación, algo muy novedoso en aquella época.
Y más teniendo en cuenta que por entonces no se contaba con los medios de edición digital de hoy día; aquello se proyectaba en tele-cine, luego los técnicos de TVE lo mezclaban con la imagen, y después añadían la voz del fantasmita, que era interpretada por la chiripitifláutica Mari Carmen Goñi, todo un alarde para la época.



A pesar de estos pequeños triunfos la relación de Delgado con la tele no fue muy extensa. Tenemos que esperar hasta 1979 para su siguiente gran proyecto: Don Quijote. ¿Por qué?
Sobre todo porque la obsesión de Cruz era la de producir un largometraje, y en ello estuvo centrado hasta que consiguió estrenar en 1973 “Mágica Aventura”, que fue todo un éxito, aunque no hay que olvidar que antes del Quijote TVE emitió los episodios de “El desván de la fantasía”, que partieron de la fragmentación del largometraje de mismo título creado por José Ramón Sánchez y el estudio de Cruz.
Cruz Delgado (segundo por la izquierda) con los actores Antonio Ferrandis (primero por la izquierda) y Fernando Fernán Gómez (segundo por la derecha), dobladores de Sancho y Quijote respectivamente y el productor José Romagosa.


Es, sin duda, una de las mayores producciones de toda la historia de la animación española.
La serie del Quijote ha sido, hasta el momento, la adaptación más completa que se ha llevado a la pantalla de esta obra de Cervantes, y en su momento supuso todo un hito por haber sido emitida por televisiones de todo el mundo.  Cruz Delgado y el productor José J. Romagosa vendieron la “marca España” mucho antes de que ese concepto se pusiera de moda: se trataba de animación española, hecha aquí, y por profesionales españoles. 

Tiene un éxito enorme… que no se vería recompensado con otros encargos. Ni siquiera ha sido muy repuesta, ¿qué es lo que fallaba en la relación de Cruz con la televisión?
Los derechos de explotación del Quijote son propiedad del productor Romagosa, y de su empresa depende que la serie sea repuesta en España, o emitida en otras televisiones. A pesar del éxito que el Quijote obtuvo aquí (y el resto del mundo), para siguientes coproducciones de dibujos animados TVE decidió contar con empresas que desviaban el trabajo de animación hacia otros países. 


Aunque no fuera realizada expresamente para TV, “El desván de la fantasía” se emite en forma de serie dentro de “Sabadabadá” y hoy en día es muy recordada por esa generación.
Sin duda, la canción que el maestro Areta compuso para “El desván”, fue uno de los componentes que contribuyó a su éxito. Además, en el programa aparecía el carismático José Ramón Sánchez, que explicaba en la pequeña pantalla como creaba sus dibujos, y eso es algo que seguramente despertó vocaciones entre el público infantil que disfrutaba del programa.

Y de nuevo otra pausa televisiva hasta Los Trotamúsicos que también fue inicialmente una película.
A diferencia del Desván, que fue una película dividida en capítulos, y convertida así en serie, “Los 4 músicos de Bremen” (el primer Goya concedido a un largometraje de dibujos), fue una película que dio lugar a una serie de 26 episodios, “Los Trotamúsicos”, y eso a pesar de que el cuento original de Jacob Grimm tan solo tiene unas pocas páginas-

¿Qué es lo que más te llama la atención de Cruz como profesional de la animación? Si tuvieras que resumir su trayectoria a un extranjero para explicar su importancia en el sector, ¿cómo lo harías?
En mi opinión, la obra de Cruz Delgado se debe, sobre todo, a su pasión y su tenacidad. Hasta los años 90, cuando se hablaba de los siete largometrajes de dibujos animados que se habían hecho en España, resulta que Cruz había realizado cuatro de ellos. Y hablamos de animación pura, dibujada a mano y sin la asistencia de ordenadores. Es una leyenda viva dentro del cine de dibujos hecho aquí, y el testigo de una época en la que realmente era muy difícil alcanzar lo que él consiguió.

El curioso caso de las portadas de Don Quijote

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Escribir sobre historia de la televisión en nuestro país es harto difícil y no lo digo para atribuirme méritos porque esta es una aventura que comparto con otros compañeros, algunos de ellos bien conocidos a través de sus libros y blogs. Sobre este tema tan específico no existe mucha bibliografía y la que está disponible se restringe, en general, a temas muy populares y bastante cercanos en el tiempo así que, en general, los periodistas que investigamos sobre los pioneros tenemos que recurrir a las hemerotecas o, más bien, a la compra de revistas televisivas. Esta introducción me sirve para explicar lo que descubrí (para mísmo, que conste, que no me considero un arqueólogo que consigue exclusivas) mientras preparaba la documentación para el post sobre Cruz Delgado y el libro que le homenajea. Gracias a la generosidad de Dani González, del muy recomendable blog TP en portada, puedo publicar esta entrada en la que se anuncia el fin de la primera temporada de la serie de dibujos animados "Don Quijote de la Mancha" dirigida por el mentado maestro de animación española y producida por José Romagosa entre 1979 y 1980. La famosa revista nos presenta al hidalgo caballero y su escudero Sancho Panza despidiéndose de los telespectadores hasta octubre, cuando, previsiblemente, comenzaría la segunda y última temporada. Es el número correspondiente a la semana del 25 de febrero al 2 de marzo de 1980.

 
Ese ejemplar precedió en los kioskos a esta otra de TeleRadio (publicación oficial de RTVE), que informaba de la programación del 3 al 9 de marzo. Don Quijote y su fiel ayudante aparecen de espaldas en un paisaje iluminado por la Luna y anuncian su partida hasta octubre. Dos portadas muy similares para el mismo tema. Ignoro si esta competencia se repitió o si ya había tenido precedentes pero resulta tremendamente curioso observar estas publicaciones 35 años después. 
   En ambas se incluía un reportaje sobre la producción de la serie que consiguió un gran índice de aceptación, en torno al 7 sobre 10 en los paneles que publicaba semanalmente TeleRadio reflejando el resultado de las encuestas encargadas por el Ente para conocer la respuesta del público a su programación. El último capítulo de esta primera temporada, por ejemplo, titulado "Descansando hasta nuevas aventuras" consiguió un 7,1, lo que lo situó en el puesto 27 de 45 programas reflejados en la lista, por encima del deportivo "Sobre el terreno", las series "Doctor Locke", "El nido de Robin", "La chica de la tele" y "La batalla de los planetas" (Comando G), los magazines "Fantástico 80" (ómnibus dominical con Íñigo), "Gente Hoy" (diario con Mari Cruz Soriano) y "300 millones" entre otros. 
   El mismísimo Cruz Delgado reconocía en TeleRadio que "hasta ahora hemos andado muy mal de tiempo porque prácticamente comenzó la emisión cuando nosotros comenzamos a producir. Ha sido una verdadera maratón donde el equipo con el que hemos contado ha dado la última gota de sus fuerzas". No en vano se tuvo que ampliar el número de dibujantes, de cuarenta al centenar para cumplir los plazos y aún así, cierta semana, tal y como informaba TP, no se pudo entregar un capítulo a tiempo y fue sustituido por un documental sobre Alfonso XIII. Los chavales debieron quedar encantados con el cambio sin aviso...
   En aquel momento "Don Quijote" ya se había vendido a casi todas las televisiones de habla hispana, Holanda y Alemania Occidental y el productor Romagosa ya estaba en tratos con otras cadenas europeas para ampliar sus ventas porque según Delgado "es la única forma de paliar los gastos que conlleva el hacer una serie de este tipo porque, en este sentido, lo que nos da televisión por capítulo no es más que un granito de arena en comparación con el coste total. Es decir, nos da un millón de pesetas cuando a nosotros la realización de un capítulo nos cuesta siete u ocho" afirmaba a una periodista de nombre Nieves Herrero (¿sería la misma que triunfaría como chica Hermida primero e independientemente en Antena 3 después?)
   La serie, efectivamente, consiguió emitirse hasta en China y sigue siendo una de las más recordadas por la audiencia infantil de los ochenta.


La hora de Lina Morgan. 1976

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La actriz y empresaria teatral Lina Morgan ha fallecido a los 78 años y con ella se va la última de su estirpe, la vedette cómica, una raza que, por cierto, contaba con escasos ejemplares, posiblemente Mary Santpere y ella fueran los únicos ejemplos. Pero Lina, a diferencia de Mary, triunfó en todo el país y se mantuvo fiel a su género, la revista, hasta el final e, incluso, consiguió trasladarlo a la tele con éxito, cosa que no se puede decir de todos sus productos (para olvidar quedan las series tardías "Una de dos" o "Se puede").
   En julio de 1976 protagonizó su primer especial en TVE, "La hora de Lina Morgan", un capítulo más de esa serie sin periodicidad ni formato fijo que se realizaba para mayor gloria de grandes estrellas del espectáculo como Raffaella Carrà, Raphael, Juan Pardo, Julio Iglesias o Massiel. Cada programa contaba con artistas invitados de altura, generalmente cantantes pero el de Lina sería distinto, su director y realizador Fernando García de la Vega había preparado un especial pensado para aprovechar sus dotes, no habría músicos pero sí actores invitados y todo giraría en torno a la revista, un homenaje a un género ya convaleciente en la Transición.

"La hora de Lina Morgan va a consistir en un popurrí de revistas musicales. Irán incluidos varios sketches, uno de ellos con Paco Valladares. Intervendrá Florinda Chico, con la que trabajo en el teatro... bueno, varios actores españoles más y por último... esto no sé si puedes decirlo porque está sin confirmar pero creo que viene Marcello Mastroianni. Él, por lo visto, quiere venir, pero todo depende de que tenga fechas libres" decía a finales de mayo la propia Lina en una pausa de la grabación del espacio. Marcello finalmente vino y se marcó un baile con ella que marcó época.

No era su primera vez en TVE ni mucho menos. Ya había intervenido como cómica junto a Juanito Navarro en varios programas y también como actriz en diversas comedias pero sus múltiples compromisos en el cine y el teatro impidieron que apareciera más en la pequeña pantalla una vez que adquirió categoría de protagonista, por eso este programa iba a ser muy especial, tanto para ella como para el público.
   En su hora televisiva Lina bailó y cantó "si es que lo hago yo se puede llamar cantar y bailar. En serio, lo haré aunque no sea mi especialidad. Fíjate que yo empecé bailando pero no eso no es lo mío y lo de la canción menos porque tengo la voz muy estropeada por exceso de trabajo y porque he sufrido dos operaciones de garganta" decía a la revista TeleRadio. Confesaba ya hace 39 años que "me gustaría que algún día dijeran de mí: es una gran cómica. Esas palabras encierran muchas cosas, encierran admiración por muchas facetas del arte juntas". Efectivamente, hoy todo el mundo recuerda a la Morgan como ella quería, como "una gran cómica".

Grandes relatos: Tiempos difíciles de Dickens

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Stephen Blackpool (interpretado por Allan Dobie) y Rachel (Barbara Ewing), trabajadores de la fábrica de Bounderby

En el verano de 1979 llegó a TVE la adaptación televisiva del inmortal libro de Charles Dickens "Tiempos difíciles" que un par de años antes había coproducido la británica Granada TV con WNET Channel 13 de Nueva York. Desde el viernes 20 de julio hasta el miércoles siguiente se emitieron los cuatro capítulos (se descansó el fin de semana) en horario de máxima audiencia y la población española sufrió con las historias cruzadas de los trabajadores de una ciudad industrial y las opresivas familias de patronos.

Las actrices Michella Dibnah y Jacqueline Tong, esta última en el papel de Louisa Grandgring, una de las protagonistas de la historia

Ambientada a mediados del siglo XIX en plena revolución industrial en Inglaterra, la joven Louisa ha sido educada en unos principios basados en el trabajo como medio de supervivencia. Abocada por su padre a un matrimonio de conveniencia conocerá el amor a través de un hombre que no es su prometido. En la ciudad ficticia de Coketown convive la familia Grandgring con los propietarios de la fábrica que les explota y allí llegará el circo, cuyos artistas no se mezclarán en la vida de los ciudadanos.

Patrick Allen encarna a Thomas Gradgring

En 1974 comenzó la preparación de esta serie que se emitiría en medio mundo y que serviría para confirmar el excelente momento de la producción británica en los relatos de época con una ambientación extraordinaria y unos actores impecables. Para recrear Coketown se eligieron varias ciudades industriales inglesas fundadas en el momento en el que transcurre la acción. Una escuela de Manchester fundada en 1853 fue uno de los escenarios principales, ciudad en la que también se localizaron casas de campo de familias adineradas para ubicar a los ricos industriales.

Michelle Dibnah como Sissy Jupe

Especial atención acaparó en prensa la construcción de un circo victoriano basándose en los carteles de la época. También ayudaron a recrear la escena convenientemente los mismísimos artistas contratados para interpretar a los circenses, descendientes de tres familias de gran tradición en ese mundillo cuyos antecesores ya trabajaban en tiempos de Dickens.

 Edward Fox

Timothy West, famoso en España por su papel de Enrique VII en otro gran relato televisivo emitido y repuesto en TVE aquella temporada interpretaba a Josiah Bounderby, propietario de la fábrica del mismo nombre y el después famoso Edward Fox a James Harthouse. El escritor y periodista Arthur Hopcraft se encargó de adaptar el texto del autor de "Oliver Twist" y "David Copperfield" y John Irvin realizó la serie. Juntos habían obtenido un gran éxito con "The Nearly Man" (1974), premio de la crítica británica.
   Dentro del espacio "Grandes relatos" sustituyó en España a "Ana Karenina" y predecería a "Cumbres Borrascosas". Aquel verano del 79 estuvo plagado de grandes historias en la primera cadena.

Teresa Viejo, cerrando el ciclo de "Saber vivir"

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Este verano los espectadores matinales de TVE han sido testigos del regreso a la pública de la que fue una de sus estrellas de la década de los noventa, Teresa Viejo. Aquella jovencita que viajaba por todo el mundo entrevistando a los miembros de bandas musicales de postín en "Rockopop" y que dio un salto a un programa "para toda la familia" con "Pasa la vida" comandado por María Teresa Campos, se hizo tremendamente popular con el "Primijuego" y año tras año la veíamos cantando en "Telepasión". Tan famosa se hizo que en 1996, ante el abandono del Ente de la Campos, los jefes decidieron que Viejo era la idónea para coordinar en pantalla las nuevas "Mañanas de Primera". Laura Valenzuela aparecía como presentadora titular y estaba acompañada de su propia hija y Tate Montoya (¿harto de las confesiones de las parejas de "Su media naranja" en Telecinco?) pero quien realmente llevaba el peso del programa, dirigía las tertulias y entrevistas más serias era Teresa, la única con formación (y vocación) periodística.
   El caso es que ese magazine no funcionó, no podemos decir que fuera un fracaso pero era el segundo en audiencias superado por el de Telecinco y eso TVE no lo podía permitir... a pesar de que superara el 20% de share. Tan sólo tres meses después de su estreno fue eliminado de la parrilla y tras la pausa navideña la mañana del primer canal apareció dividida en tres espacios: "Saber vivir" (salud), "Así son las cosas" (sucesos y actualidad) y "Entre tú y yo" (entrevistas y vida social).

El primero estaba dirigido y presentado por Manuel Torreiglesias, que ya había triunfado en los setenta con otro programa de sanidad, "Escuela de salud". El de sucesos lo presentaba el ex portavoz del Cuerpo Nacional de la Policía Manuel Giménez y el último Laura Valenzuela aunque durante muy breve tiempo. El regreso de la primera presentadora de TVE a su Casa se saldó de forma amarga, apenas sobrevivió una temporada entre ambos espacios. Del devenir del dúo vida sana-crónica negra no hace falta decir que funcionó, y muy bien, durante años.
   Lo que quizás muchos no recuerdan es que junto a Torreiglesias en aquella primera temporada estuvo Teresa. La periodista tenía contrato para "presentar las mañanas" y aunque hubiera cambiado de nombre, formato y contenido el contrato seguía en pie así que tuvo que lidiar con las ansias de protagonismo de don Manuel y cumplir su parte hasta que finalmente quedó liberada... y no renovó con la tele pública.
   Ahora, casi veinte años después, ha regresado a "La mañana" y en su primera parte se ha reencontrado con el título "Saber vivir" pero esta vez sin las continuas interrupciones de Torreiglesias que parece que no entendía que su compañera no era una azafata con derecho a frase. Teresa Viejo sigue dominando el plató y quién sabe si este regreso no será temporal.

Adivine su vida, el primer concurso desde Miramar

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En la temporada 1960/61 los estudios de TVE en Miramar (Barcelona) ofrecieron su primer concurso, "Adivine su vida", basada en el célebre (y longevo) "What's my line?" de la CBS (del que ya hemos hablado aquí). En realidad éste venía a sustituir a otro juego, "X-0 da dinero" (también podéis encontrar información sobre él en este blog) que ostenta el honor del ser el primero realizado desde el centro de producción de Cataluña pero no en su plató sino desde un teatro. Este nuevo programa estaba patrocinado por la misma marca, Nescafé, que a lo largo de los años nos ofrecería otros espacios como "Ayer noticia, hoy dinero" y el famosísimo "Ésta es su vida" todos ellos con el mismo equipo básico: Enrique de las Casas, Federico Gallo, Jorge Leman y Felipe Vila-San Juan repartiéndose las tareas de realización, producción y guión o incluso la presentación como es el caso de Gallo y el programa biográfico.

"Adivine su vida" comenzó en realidad con el título en segunda persona del plural, tal y como se puede comprobar en estas fotos de las primeras emisiones en directo, pero en su primera semana fue anunciado como "Adivine su oficio". Mucho cambio de título y hasta de equipo de panelistas para un programa que causó impacto desde el principio tal y como informaba la prensa de la época. Su presentador era el actor de teatro y doblaje y locutor radiofónico Estanislao González que unos años más tarde sería fijo de los repartos de Chicho en "Historias para no dormir" ya con su nombre apocopado: Estanis. Hombre de prodigiosa voz, acostumbrado a personajes de gran seriedad, comenzó su carrera en TVE con este concurso y permanecería en el siguiente organizado por este "equipo Nescafé", el ya mencionado "Ayer noticia, hoy dinero".
   En su primer día, González dejaba claras las bases del concurso: "Adivinen su vida consta para su realización de un equipo investigador, un moderador y el invitado. El llamado equipo investigador, desinteresadamente, compuesto por tres señores, deberá adivinar a través de dieciocho preguntas, cuál es la profesión del personaje que esta noche visita los estudios de televisión. Para cada pregunta dispondrán de treinta segundos, bien entendido que si rebasa el tiempo reglamentario sin hacerla pasará el turno al siguiente investigador. El invitado sólo podrá contestar sí o no pero respondiendo siempre toda la verdad, nada más que la verdad y sólo verdad. Los señores del jurado, si después de las 18 preguntas que tienen en total derecho a formular no han llegado a averiguar el oficio o profesión del personaje quedarán eliminados y automáticamente se efectuará una llamada telefónica entre los señores espectadores que previamente hayan escrito a TVE deseando tomar parte en el concurso. La persona favorecida por el sorteo deberá decir, sin más preguntas, la profesión del personaje misterioso, Si lo acierta ganará 15.000 pesetas" (extraído del guión original).

 
El invitado se llevaría 100 pesetas por cada respuesta y 5.000 más si su trabajo no era acertado. Por supuesto, cuánto más curiosa fuera la profesión más difícil sería que tanto los investigadores como el espectador seleccionado pudiera adivinarla y encontrar esos personajes peculiares era labor de los productores Jorge Leman y Federico Gallo que también habían seleccionado a los miembros del equipo que debía solucionar el enigma. En las primeras semanas ese trío estaba formado por Luis Miravitlles, entonces farmacéutico y profesor en la Universidad de Barcelona (y más adelante, tal y como hemos comentado aquí, gran estrella de la divulgación científica en televisión), José María García-Gastón, abogado del ilustre colegio de Barcelona, y Eugenio Vélez-Troya, detective privado, que sería sustituido poco después por el periodista y caricaturista Manuel del Arco que aportaría un toco de humor (muy necesario) al programa. 

En esta foto vemos al director Enrique de las Casas justo antes de que comenzara la emisión en directo hablando con los productores Leman (con corbata) y Gallo y al fondo a Felipe Vila-San Juan, guionista y "moderador", encargado de aclarar conceptos dudosos o palabras que pudieran llevar al despiste al equipo investigador. No podía favorecer a unos ni a otros así que era considerado un puesto de gran responsabilidad que en la versión original americana correspondía al presentador. El grupo se completaba con el realizador José Carlos Garrido. Todos ellos consiguieron, con muy pocos medios, realizar una digna (pero muy sobria) versión patria de un concurso que triunfaba en Estados Unidos y Gran Bretaña que aquí, no sólo consiguió éxito entre la audiencia sino también entre la crítica que alababa un formato que además de entretener nos descubría profesiones distintas y hacía partícipe de las pesquisas psicológicas al espectador.



Murphy Brown

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En 1988 la periodista Murphy Brown regresa a su magazine informativo "FYI" de la CBS tras un período de desintoxicación de sus adicciones (alcohol, tabaco y café) en la famosa clínica Betty Ford. Este podría ser un titular real pero no lo es...o casi. Es cierto todo lo anterior y al mismo tiempo es ficción porque la serie "Murphy Brown" jugaba continuamente con la actualidad para incorporarla a sus guiones. La aguerrida periodista de investigación y presentadora del informativo de gran audiencia que antes mencionaba era en realidad la actriz Candice Bergen, famosa por sus papeles dramáticos en películas como "Ricas y famosas" y que soñaba con hacer comedia aunque nunca le daban la oportunidad. No en vano es hija de Charles Bergen, famosísimo ventrílocuo de la radio de los 30 y 40. Bergen. La actriz declaró años después: "Cuando acepté realmente no se consideró una decisión apropiada. No porque tuviera una próspera carrera cinematográfica sino porque simplemente, no debías cruzar al otro lado. Todo el mundo me recomendaba que no lo hiciera. Era como violar el sistema de castas". En aquella época todavía se consideraba la tele el medio donde se retiraban las grandes estrellas de cine, era un cementerio de elefantes, no el lugar donde debías recalar en un buen momento profesional. Candice apostó por esta arriesgada serie ideada por Diane English... y acertó de pleno.

En su retorno a la redacción del programa, Murphy se encontraba con un nuevo productor ejecutivo (Miles Silverberg, interpretado por Grant Shaud), un yuppie de tan sólo 25 años, de gran intelecto y con experiencia en la televisión pública. Un "pie tierno" para la neurótica Murphy que además comprobaba con estupor que quien le había sustituido en su puesto ante las cámaras era una antigua Miss América (Corky Sherwood, la actriz Faith Ford), vulgar e inculta que, ante los buenos resultados de audiencia, permanecería como una compañera más. El equipo se completaba con un petulante y anticuado locutor (Jim Dial, o sea, Charles Kimbrough) que echaba de menos los tiempos de Walter Cronkite y un reportero ambicioso pero con grandes problemas de inseguridad que llevaba un tupé durante la emisión de "FYI" (Joe Regalbuto como Frank Fontana).

Juntos formaban un peculiar elenco para un programa informativo pero, curiosamente, aquello funcionaba, tanto delante como detrás de las cámaras a pesar de los continuos gritos, discusiones, reproches y desprecios... algo normal en una redacción de noticias por otra parte. La cadena que lo emitía, la CBS, también era en la que, en la ficción, se podía ver esta magazine en el que todos luchaban por tener la noticia más impactante... excepto Corky que con Murphy de nuevo a la cabeza, se limitaba a breves informaciones sobre moda y estilo de vida... exactamente igual que muchas modelos que ascienden a puestos similares hoy en día sin que se sepa muy bien cómo (o sí). 
   Durante sus primeras temporadas acaparó seis premios Emmy a mejor comedia además de Globos de Oro y galardones de la Asociación de Directores de América amén de ser exportada a muchos países, entre ellos el nuestro en 1990.

En 1992 los guionistas dieron un paso de gigante al decidir que su protagonista fuera madre soltera. Aparentemente la sociedad norteamericana no estaba preparada para tamaño shock porque el vicepresidente Dan Quayle criticó esta trama en un discurso nacional. Perfecto, pensó la creadora Diane English. Unos capítulos más tarde, la propia Murphy veía en televisión ese discurso y respondía desde su propio programa. Nunca antes se había incorporado una realidad a una ficción de esta forma porque nunca antes se había presentado la oportunidad de manera tan propicia y nunca antes una directora y una cadena se habían atrevido a aprovecharla. Aquel episodió alcanzó los 35 millones de espectadores y sirvió para que muchos norteamericanos entendieran mejor a las madres solteras por decisión propia.


Posteriormente Murphy sufriría cáncer de mama y los espectadores serían testigos de la quimioterapia y sus efectos e, incluso, vieron como fumaba marihuana terapéutica en la cama del hospital. Parece ser que esto incrementó en un 30% el número de mujeres que se hicieron mamografías aquel año y Bergen recibió un premio de la American Cancer Sociey. Para entonces ya no estaba entre los primeros puestos de la lista de los más vistos, de nada sirvieron los esfuerzos de los guionistas ni la llegada de la actriz Lily Tomlin y tampoco ayudó un cambio de horario. No obstante, la serie fue valiente hasta su final en 1998 tratando temas espinosos con un humor ácido y sin concesiones.
   Hace tres años el reparto se reunía con la creadora para recibir un premio del canal nostálgico TV Land. Allí los colegas de Candice confesaban que, al contrario que en la ficción, ella era la de mejor humor del equipo y una habitual bromista. Quién lo diría...





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