Sullivan con las bailarinas, las Toastettes. Sólo se pudo permitir contratar a seis. |
Fue un 20 de junio, era domingo, el reloj marcaba las 20 h y en la CBS comenzaba un nuevo espectáculo, su título era "The Toast of the Town" que literalmente se traduce como "el brindis del pueblo" pero que realmente sería más apropiado interpretar como "la comidilla del pueblo". En realidad este nombre da igual porque aunque esta semana se han cumplido 75 años de su puesta en marcha, este programa realmente se hizo popular como "The Ed Sullivan Show", nombre que adquirió oficialmente en 1955 aunque ya todo el mundo se refería a él de esa manera. Sullivan era por entonces conocido por sus columnas sobre el mundo del espectáculo en el "Daily News" donde, por cierto, no guardaba el estricto respeto a los famosos del momento que era norma en su programa de televisión. Siguiendo la moda impuesta desde años atrás por Hedda Hopper, Louella Parsons y Walter Winchell (del que se declararía enemigo públicamente y al que llegó a agredir), este columnista al que en su juventud confundían con Bogart, llevaba desde finales de los años veinte (primero a través del "Graphic") criticando con sarcasmo pero sin piedad. Cuando llegó a la televisión (entre otras cosas porque el dinero le venía muy bien) dulcificó su imagen y no permitía subidas de tono a sus humoristas, temas controvertidos a los músicos ni nada que pudiera ser calificado como falta de respeto a la audiencia.
Foto de familia del primer programa en 1948 |
Con un presupuesto de 375 dólares semanales y en un estudio minúsculo en el Maxine Elliot Theatre comenzó un mito televisivo en EE.UU. que hasta su final, 23 años después, se mantendría en los primeros puestos de audiencia y que apuntalaría carreras artísticas (y destruiría otras puntualmente). Si no aparecías en el programa de Sullivan, no eras nadie en el show business. En aquella primera cita los invitados estrella eran Jerry Lewis y Dean Martin en su debut televisivo. Más adelante intentarían hacer la competencia a Sullivan desde la NBC con "The Colgate Comedy Hour" sin conseguir batirlo pero mantendrían siempre una buena relación. El reconocido dúo de compositores de musicales Rodgers y Hammerstein, la cantante Monica Lewis, el pianista Eugene Liste, la bailarina Kathryn Lee, el cantante bombero (sic) John Kokoman y el boxeador Ruby Goldstein completaban la lista de actuaciones y entrevistas de esa emisión inicial. Además, con el exiguo presupuesto habían conseguido contratar a seis (no más) de las June Taylor's Dancers rebautizadas aquí como Toastettes. 74.000 personas vieron aquel programa, nada que ver como los 80 millones que llegó a alcanzar en sus emisiones más vistas años después.
Ed Sullivan a mediados de los sesenta |
¿Cuál fue el secreto del éxito y la longevidad de "The Ed Sullivan Show"? Lo más importante es que Ed era, ante todo, un productor. Está claro que no era un buen presentador, lo cual se convirtió en un chiste recurrente que él supo utilizar invitando a sus propios imitadores. A partir del grave accidente de coche que sufrió en 1956 (y que le impidió presentar su programa el primer día de Elvis Presley en él) sus gestos se hicieron más bruscos por los continuos dolores. La dentadura que le colocaron parecía no encajar bien en aquella mandíbula, como a punto de salir a buscar un mejor hogar, pero no hay mal que por bien no venga y se convirtió en un objeto más de las caricaturas que lo hicieron aún más famoso. Pero ese era el menor de sus problemas, a lo largo de los años una úlcera le provocaba espasmos y tenía que estar medicado continuamente, ya en los setenta se le diagnosticó un cáncer de esófago. Falleció en 1974 con 73 años aunque aparentaba muchos más. Cuento todo esto porque ahora sabemos que parte de esa "fisicidad" y gestualidad tan extraña e imitada era consecuencia del sufrimiento.
El cantante Sam Cooke en 1957, Ed de fondo observando atentamente su actuación |
Como productor tenía un talento especial para conocer qué le podía gustar al público y, desde los inicios, quiso ofrecer a su audiencia un menú variado: un cantante melódico al estilo Nat King Cole para los padres, un acto circense, atracciones visuales o muñecos para los niños (él mismo era un fan de los ventrílocuos), un fragmento de musical de Broadway para los amantes del teatro, humor ligeramente irreverente para los más intelectuales, famosos entre el público y, quizás, lo que permitió su supervivencia, un grupo de pop o rock de moda para los adolescentes ("for the youngsters!" gritaba él agitando sus brazos). A lo largo de sus dos décadas en antena consiguió grandes exclusivas, Presley y los Beatles las más recordadas, pero también aupó a artistas casi desconocidos y castigó a otros (como The Doors o Bob Dylan que ni siquiera llegó a actuar) por saltarse las normas del programa y no querer cambiar las letras para la emisión en directo. También fue fundamental su lucha antirracista a pesar de las amenazas de las cadenas afiliadas de la CBS en el Sur del país de desconectarse durante el programa. Nunca aceptó presiones. No obstante, no fue igualmente justo con los supuestos comunistas de la lista negra de la caza de brujas de McCarthy en los 50.
Ed con los Beatles en 1964 |
En todo caso, Ed Sullivan marcó una época y fue el único de los "variety shows" de la primera Edad de Oro de la TV en EE.UU. que pudo traspasar épocas y evolucionar hasta mantenerse hasta 1971 en el aire y con una excelente salud en los ratings casi hasta el último momento. Su formato fue imitado por cadenas de distintos países y esa mezcla de contenidos permaneció sin apenas variaciones hasta mediados de los noventa en muchos programas de medio mundo. En definitiva, celebremos 75 años del nacimiento de un mito.
Podéis descubrir más curiosidades sobre "The Ed Sullivan Show" en este hilo de twitter y disfrutar con cientos de actuaciones del programa en su propio canal de youtube.