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Enrique Rubio y Federico Gallo en el Telediario desde Barcelona a finales de los 50 |
Cuando TVE inauguró sus estudios de
Miramar en Barcelona el 14 de julio de 1959 el propósito estaba claro: aliviar de trabajo al ya insuficiente chalecito del Paseo de la Habana en Madrid y descentralizar producción e información, en definitiva: hacer más diversa una tele que aún no había cumplido tres años de emisiones regulares y necesitaba expandirse en todos los sentidos. Los profesionales de los estudios catalanes se tomaron aquello muy en serio y desde el principio contribuyeron con nuevos programas, inauguraron géneros como el concurso (que hasta entonces eran simples secciones incluidas en magazines nocturnos) con el
"X-0 da dinero" e importaron formatos que darían muchas alegrías a la Casa, como el mítico
"Ésta es su vida". Pero además apostaron muy fuerte por la información y eso ayudó a aquella prehistórica TVE a ser un poco más plural, todo lo plural que se podía ser durante la Dictadura, claro. En ese aspecto destacó el tándem formado por los periodistas Federico Gallo y Enrique Rubio. Ambos provenían de la prensa, si bien Gallo ya había tenido una experiencia importante ante los micrófonos radiofónicos así que cuando llegó a la tele su voz estaba bien educada. Rubio era menos formal, más inquieto y su sonrisa delataba cuándo iba a soltar una ironía. Juntos consiguieron un gran éxito y se aliaron en decenas de proyectos desde Miramar. Su primera experiencia ante la cámaras fue con el Telediario desde Barcelona. Efectivamente, a finales de los años 50 primero se emitía el informativo desde Madrid y luego, para todo España, la conexión con Miramar que "complementaba" las noticias ofrecidas en la sobremesa desde la capital del reino. Atención a los letreros con su nombre, Sr. Rubio y Sr. Gallo, lo de los rótulos sobreimpresionados ya se usaba pero en este caso optaron por este aire oficinesco.
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Federico Gallo (izquierda), entrevistando al Director General de la Fábrica de Moneda y Timbre |
Amén de la conexión con el Telediario este dúo estrenó "Panorama", un espacio eminentemente periodístico del que no sólo eran los presentadores sino también sus únicos redactores. José Luis Barcelona era el locutor de este programa en el que se ahondaba en las pequeñas grandes historias de la cotidianeidad barcelonesa. Poco después, en diciembre de 1960 llega el primer gran éxito, "La historia de la semana" que posteriormente mudaría de título, "Cada semana una historia". En esta ocasión cuentan con más medios y se elaboran reportajes filmados que enriquecen la entrevista en plató. Quince minutos semanales para ahondar en un tema en el que prima el interés humano pero también se abordan pequeñas biografías de personajes peculiares, alguno célebre y también asuntos más generales como la historia del automóvil o el seguimiento a un equipo de fútbol durante sus entrenamientos.
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Enrique Rubio con Vicente Parra caracterizado de Alfonso XII durante una entrevista |
Gallo y Rubio expanden los límites de aquella estrecha tele y se lanzan a grabar programas completos en exteriores con la unidad móvil y de esta forma inauguran el género del reportaje en falso directo grabado en formato vídeo. Es justo destacar el realizado desde un faro en el que vivía totalmente solo un farero que escondía "una hermosa historia" según la prensa de la época. Por supuesto no faltaban los personajes famosos junto a los totalmente desconocidos para el gran público: la actriz Mary Santpere o el futbolista Kubala, por ejemplo.
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Enrique Rubio en 1964 |
Declaraba Enrique Rubio a la revista TeleRadio unos años después acerca del periodismo televisivo: "Tiene la gran ventaja de la imagen, que evita gran cantidad de palabras y al espectador no se le cansa con narraciones. La televisión es el medio ideal para lanzar una noticia, llevándote al espectador al terreno. En televisión "se siente" al espectador sentado a tu lado". Enrique y Federico fueron una gran pareja ante las cámaras, decían por entonces que eran la réplica catalana al dúo Tico Medina-Yale de Madrid pero no necesitaban ser "respuesta" a nada ni nadie, ambos tenían su propia personalidad y lo demostraron juntos y por separado. Gallo consiguió un enorme éxito con "Ésta es su vida" desde 1962 y Rubio se dedicó más a la prensa con regresos puntuales a Miramar como "Investigación en marcha" ya en los setenta aunque es recordado, sobre todo, por ser un auténtico estudioso de los timos. Pioneros absolutos de la información, innovadores en el género, estos periodistas merecen nuestra admiración profesional.