Los estudios de Miramar, segundo centro de producción de TVE |
Era el 14 de julio de 1959 cuando los barceloneses escucharon aquello de "¡Buenas tardes! Desde Miramar, Barcelona, saludamos por primera vez a los espectadores de Madrid y su área de influencia." Lo verdaderamente noticioso de aquel evento era que, por primera vez, TVE abría comunicación con Cataluña y, por lo tanto, se ampliaba ostensiblemente la difusión de las pocas horas horas de programación diaria realizada (fundamentalmente) desde el pequeño chalet del Paseo de la Habana que servía de cuartel general para una emisora en desarrollo que ni siquiera había cumplido los tres años de emisiones regulares. El antiguo hotel de Miramar (construido para una exposición internacional en la montaña de Montjuïc) es cedido por el Ayuntamiento para ser utilizado como el segundo centro de producción de nuestra tele. Curiosamente ya existían miles de aparatos en en funcionamiento en Cataluña porque gracias a lo caprichoso de las ondas hertzianas se recibía con cierta calidad la señal de la italiana RAI y el rumor de que pronto habría un repetidor propio en la comunidad se había extendido en el último año.
El equipo de pioneros que puso en marcha Miramar |
Una veintena de personas formaba el equipo inicial de Miramar. En esta entrañable foto encontramos a un jovencísimo Forges (en el centro de la fila de abajo, con pajarita) que estaría los primeros meses como encargado de tele-cine (labor que ya había desempeñado en Madrid como ayudante) y el locutor José Luis Barcelona (justo debajo de la cámara, todavía sin sus después características gafas) que sería el encargado de pronunciar las palabras inaugurales. Lo más importante de aquel estreno ante toda la audiencia de TVE (muy escasa por entonces y limitada a Madrid y alrededores, Zaragoza y poblaciones cercanas y desde ese momento la Ciudad Condal y sus afueras) es que se iba a descongestionar la producción del estudio de Madrid que ya en aquel entonces era incapaz de asumir el progresivo aumento de horas de programación y que estaba alquilando espacios como el Teatro del Fomento de las Artes para programas espectáculo.
Herta Frankel y Juan Viñas, dos de las primeras estrellas de la tele realizada en Barcelona |
Las primeras pruebas se realizan en febrero de aquel año. El equipo dirigido por el ingeniero Joaquín Sánchez Cordovés (verdadero responsable de las instalaciones de TVE también en en la capital) consiguió poner en marcha un enlace por microondas automatizado y, atención, reversible, es decir, que permitía la emisión desde cualquiera de los centros de producción aunque (todavía) no simultáneamente. Los barceloneses que tenían aparato televisor comprobaron que las imágenes que se podían ver aquellos días de invierno tenían una calidad más que aceptable y se fue corriendo la voz de que el 15 de aquel mes se emitiría un Madrid-Barça. La expectación fue tal que entre el jueves y el sábado se vendieron nada menos que 6.000 monitores. Decía el historiador Baget-Herms que si no se compraron más fue, simplemente, porque se agotaron las existencias. El resultado fue de 1-0 y durante la primera parte se perdió la imagen y se tuvo que conectar con el sonido de RNE para que los 400.000 televidentes catalanes no perdieran ripio. La segunda parte sí que se vio y los espectadores quedaron encantados. Por eso, aquel día de verano en que comenzaban las emisiones regulares, había muchos nervios ante la responsabilidad pero también ilusión. No sería el fútbol la primera estrella de la programación, sin embargo. Herta Frankel, antigua vedette reconvertida en marionetista, y el radiofónico Juan Viñas serían dos de las primeras caras que adquirieron popularidad. Ella con sus programas infantiles y él con el concurso "X-0 da dinero".
Franz Johan durante uno de los sketches de "Amigos del martes", show realizado en directo |
Frankel pertenecía al Clan de los Vieneses, una compañía de revista que había hecho las delicias de los teatros de la ciudad durante los años 40 y 50. Su director, Artur Kaps, supo ver en la recién nacida televisión unas posibilidades extraordinarias para ampliar su negociado. Y en la coqueta sede de Miramar se planta ante Enrique de las Casas, director, para exponer sus proyectos. Su "Amigos del martes" (después del lunes) será el primer espacio que alcanza un éxito indiscutible desde Barcelona. Estrenado en 1961 consiguió batir al buque insignia de la programación de aquellos primeros 60, "Gran Parada", realizado desde Madrid, cómo no. Con cambios en el título, en día de emisión, ligeras variaciones en la fórmula... el austríaco Franz Johan se mantuvo en la brecha junto a su inseparable compañero de sketches Gustavo Re (italiano) hasta finales de los sesenta. El espectador se acostumbró a los fuertes acentos de estos profesionales que trajeron aires renovadores y con aire de gran show a una tele todavía muy constreñida por sus evidentes limitaciones. Kaps aprovechó sus múltiples contactos por toda Europa para traer a los estudios de Miramar (y en exclusiva, nada de aprovechar promociones) a estrellas internacionales como Marlene Dietrich.
Carmen Amaya se emociona durante "Ésta es su vida", uno de los mayores éxitos de Federico Gallo |
Otro nombre a tener en cuenta en aquellos primeros años es el de Jorge Leman (pseudónimo del publicista Jorge Garriga Puig) que fue quien introdujo el concepto de patrocinio. Su vinculación profesional con Nestlé hizo que la compañía "pagara" al modo americano por horas de emisión (algo similar se había probado ya desde Madrid con "La hora Philips", "Festival Marconi" o el propio "Gran Parada" organizado por Movierecord). La novedad es que para poder competir con los espacios del Paseo de la Habana, Leman viajó por todo el mundo en busca de los mejores y más exitosos formatos y así llegaron a Miramar concursos como el mencionado "X-0" o "Adivine su vida". No obstante, el mayor acierto lo tuvo con la importación de "This is Your Life" que, con el título de "Ésta es su vida" y con el polifacético y siempre competente Federico Gallo al frente, repasó la trayectoria de grandes personajes a los que se sorprendía con un emotivo homenaje ante las cámaras. Desde 1962 hasta 1968 (aunque con un breve parón antes de la última temporada) se mantuvo entre los preferidos por el público. Ricardo Fernández-Deu lo recuperó (ya desde la nueva sede de Sant Cugat) en 1993. Gallo fue también pionero de los programas informativos y de actualidad. Junto a Enrique Rubio no sólo conectaba con el Telediario de la capital en un primitivo dúplex sino que se encargaba de "Panorama"¡desde 1959, espacio con reportajes que marcaría estilo. Casi una década después, viendo las grandes posibilidades que ofrecían las corresponsalías, puso en marcha "Hilo directo", clarísimo precedente de programas que vinieron después. Federico se adelantó en décadas y supo aprovechar las mejoras técnicas en las conexiones con otros países vía Eurovisión para ofrecer un programa básicamente informativo pero al tiempo vibrante y entretenido. Pasó de ser espacio mensual a trisemanal.
"Reina por un día", programa lacrimógeno a más no poder presentado por Mario Cabré y José Luis Barcelona |
Otro formato traído de EE.UU. y que consiguió enorme audiencia fue "Reina por un día", lacrimógeno precedente de los reality en el que se cumplía el deseo de una mujer (los hombres no debían de tener deseos en aquella época). Versión semanal para los domingos por la tarde de un daytime de bajo presupuesto de la NBC en antena desde 1957 (después se pasaría a la ABC donde finalizaría en 1964). Aquí llegó cuando el original terminaba su andadura por puro agotamiento pero las emotivas historias que servían de excusa para colmar de agasajos a la invitada y el magnífico tándem formado por el torero poeta Mario Cabré y el presentador pionero J.L. Barcelona dirigidos férreamente por de las Casas (que además de encargarse del propio centro de producción también comandaba casi todos los programas salidos de allí) fueron un pelotazo de dimensiones considerables. Tan sólo dos años sirvieron para convertirlo en programa mítico... del que sólo se conservan unas pocas imágenes de los reportajes rodados en cine. Buena parte de la parrilla de los primeros cinco años está prácticamente perdida.
El primer Festival del Mediterráneo conducido por Federico Gallo, Laura Valenzuela y Alberto Closas |
Desde el principio Miramar sacó las cámaras a la calle. Su privilegiada situación permitía la realización de programas desde las terrazas con sus impresionantes vistas. Desde el propio espacio inaugural, "Balcón del Mediterráneo", se aprovechó aquella enorme ventaja con respecto a la sede madrileña para convertirlo en característica propia. "Club Miramar", primer programa semanal, tenía como decorado el cielo nocturno para envidia de los compañeros del Paseo de la Habana. Por eso no es de extrañar que la propia emisora participara activamente (por primera vez) en la creación de un festival de la canción a imitación del de San Remo en Italia y apenas un par de meses después de la inauguración del de Benidorm. El invento recibió el nombre de Festival del Mediterráneo y su primera gran final se celebró el 27 de septiembre de 1959 desde el Palacio de los Deportes así que el tiempo de organización fue de récord. Participaban intérpretes de Italia, Francia y España y sus primeros presentadores fueron Laurita Valenzuela (que ya había dejado la tele por el cine), Alberto Closas y Federico Gallo, el verdadero guía de todo aquello y que fue habitual durante los convulsos 9 años que duró la cosa. La TVE desde Miramar empezaba a diferenciarse de su hermana madrileña y esa personalidad iría acrecentándose con el tiempo hasta hacer muy reconocibles a los profesionales de la "Escuela de Barcelona".
Joaquín Prat en la primera temporada del popularísimo "Un millón para el mejor" |
De nuevo es Enrique de las Casas quien, en connivencia con Fernando García de la Vega (pionero del Paseo de la Habana, creador de "Escala en HI-FI" y posteriormente de "Galas del Sábado), consigue un nuevo éxito para Miramar con uno de los primeros "concursos de gran formato": "Un millón para el mejor". El debut televisivo de Joaquín Prat (bregado en los micrófonos de RNE y la Cadena Ser) supuso un revulsivo no sólo en la forma de presentar sino en la de la puesta en escena de los juegos de la pequeña pantalla. Los anónimos participantes que aceptaban el reto de concurrir al plató sin saber a qué se iban a enfrentar para conseguir esa mayúscula cantidad de dinero se hicieron famosos a fuerza de ir superando pruebas semana tras semana. Cuando García de la Vega se llevó a Prat a Madrid para su "Galas del sábado", otro radiofónico, José Luis Pécker (aunque éste ya había conducido varios concursos desde el Paseo de la Habana) toma el relevo en la temporada siguiente.
"Hamlet", primer dramático en color producido en 1979 |
Desde principios de los 60 Miramar se empeñó en marcar su impronta también en los dramáticos. Quizás la primera serie realizada (en directo, por supuesto) desde allí que llamó la atención de los espectadores del resto del país fue la adaptación de un clásico de la televisión francesa, "Los últimos cinco minutos". Sergio Doré en el papel del inspector Bourrell tenía que resolver un caso cada semana con un planteamiento muy original. Bien pronto comenzó el interés de los profesionales de aquella emisora por emitir en catalán y en 1964, en pleno franquismo, consiguieron convencer a los jefes para presentar al público de Cataluña y Baleares "La ferida lluminosa". Fue el primer paso de una larga serie de ficciones amparadas bajo distintos títulos como "Lletres Catalanes" o ""Novel.la". Pero también se proveía periódicamente de contenido a "Estudio 1" o "Novela" para toda España. En ocasiones en doble versión (grabada en catalán pero doblada al castellano o viceversa) como "La dama de las camelias" o "Salomé" con Nuria Espert o el "Hamlet" protagonizado por Enric Majó y Montse Carulla, el primero en color (1979). Las dos últimas obras, por cierto, fueron adaptadas por Terenci Moix. Para "Novela" fue especialmente celebrada "El conde de Montecristo" dirigida por Pedro Amalio López y que incluía, por primera vez, escenas acuáticas. Del mismo director y realizador es la primera gran superproducción de TVE (en general, no de Miramar) rodada en cine, "La saga de los Rius", a la seguirían otras como "La plaza del diamante" ya en los 80. Y mientras tanto, series en catalán, como la popularísima "Doctor Caparrós" (primera sitcom con público en directo, año 79) o "Mare i fill, SL" (con Mary Santpere y guión de T. Moix) o "Vídua... però no gaire" con guión de Benet i Jornet.
J.J. Castillo al frente de "Sobre el terreno", uno de los múltiples programas deportivos de Miramar |
Otro género en el que brilló Miramar (y las siguientes sedes de TVE Cataluña) fue, sin duda, el deporte. Figuras como las de Juan José Castillo, José Félix Pons, Josep María Casanovas, Sergio Gil, Pere Barthe, Eduard Berraondo, Joaquim María Puyal, Frederic Porta, Olga Viza o Muntsa Ballfegó demostraron sus amplios conocimientos sobre mil y una disciplinas en "Polideportivo", "Sobre el terreno", "Miramar esportiu" o el eterno (en horas en pantalla) "Estadio 2". Precisamente ese último (y mítico, 20 años en antena no son para menos), es el ejemplo perfecto de lo que ofrecía Barcelona con respecto a Madrid: diversidad. No todo era fútbol, había deportes minoritarios a los que la pública debía no sólo acoger sino, sobre todo, proteger y difundir.
José Luis Barcelona e Irene Mir, los dos locutores más veteranos y longevos de TVE desde Barcelona |
Poco a poco la red de emisores de TVE se va ampliando y las imágenes producidas en Miramar o en los estudios complementarios de Esplugues y Hospitalet de Llobregat son reconocibles para el espectador de Soria, Murcia, Mérida o Córdoba. La Escuela de Barcelona tiene un estilo propio (e intransferible). No sólo porque la audiencia sepa que locutores polivalentes como José Luis Barcelona o Irene Mir no están en Prado del Rey sino que el televidente más atento va fijándose en los créditos y descubre nombres como los de Mercè Vilaret, Sergi Schaaff, Antoni Chic, Esteve Durán (aunque en los 60 tenía que firmar como Esteban Durán) o Lluis María Güell, todos ellos insignes directores y realizadores. Ya con la inauguración en 1983 de las instalaciones de Sant Cugat del Vallès, que permiten unir toda la producción en un mismo lugar, perfectamente adaptadas a las nuevas tecnologías y con más estudios y de mayor amplitud, la nómina crece y otros directores y realizadores como Roger Justafré, Xavier Manich, Josep María Vidal o Luis López Doy se apuntan nuevos triunfos. No nos olvidemos de los decorados de Luis Gracia y la iluminación de Pep Pocurull (por citar sólo a dos pero muy representativos) y tenemos un cóctel perfecto. Secuencias largas con eficaz uso del travelling, escenografía con un exquisito gusto, presentadores y actores con una personalidad definida de la que como característica general y unitaria podríamos citar la elegancia en su sentido más amplio... La Escuela de Barcelona se asienta.
Julia Otero en "La Luna", su despegue definitivo en el prime-time |
Y con los 80 llega una Edad de Oro, con éxitos indiscutibles en todo el territorio nacional y nuevos talentos que emergen como estrellas rutilantes de una tele moderna y muy cercana a lo que se estaba haciendo en otros países europeos. Julia Otero, descubierta en toda España gracias al original concurso-magazine "3x4", fue uno de los baluartes. Supo pasar del mediodía al prime-time con gran habilidad y con "La luna" (de nuevo bajo la batuta de Schaaff) o "La ronda" (ya dirigida por ella) se confirma como un valor en alza del periodismo audiovisual de la época. Los programas de entrevistas eran un clásico de la productora desde los tiempos de "Ésta es su vida" y en los 80 llegaron a su máximo esplendor. Puyal con "Vostè pregunta" sólo para Cataluña (permitiendo las llamadas en directo de los espectadores) y luego con Mercedes Milá en "Buenas noches, buena gente" marcó época. Aunque en realidad con Milá sólo aguantó una emisión y se fue a la francesa en circunstancias nunca aclaradas del todo lo que permitió que Mercedes se afianzara como gran comunicadora y fiera interrogadora (tras el experimento de "Dos por dos" en Madrid junto a Isabel Tenaille).
Àngel Casas en "Un día es un día" que previamente había sido emitido sólo para el circuito catalán |
En esa misma época, tras una etapa en TV3, Àngel Casas regresa a TVE para llevar su show al circuito catalán, es decir, a las horas de programación en las que se desconectaba de la red nacional para emitir íntegramente en catalán. La cosa había comenzado tímidamente (y casi de tapadillo) en los 60 pero no fue hasta mediados de los 70 que se desarrolló plenamente con informativos diarios como "Miramar" (haciendo honor a su cuartel general) o semanales como "Giravolt" pero también con divulgativos como "Català amb nosaltres", infantiles como "Terra d'escudella" o entrevistas en profundidad a "Personatges" seleccionados por la escritora Montserrat Roig, algo que después haría, con su estilo entre frívolo y dramático Terenci Moix en "Terenci a la fresca". Casas consiguió que su mezcla de entrevistas a personajes de actualidad con grandes ídolos del Hollywood clásico aderezados con buena música pasara a nivel nacional y "Un día es un día" amplió presupuesto y decorado para albergar tres escenarios musicales simultáneos. Sus famosos strip-teases, todos muy elegantes eso sí, también se ofrecieron en otros programas suyos como "Tal cual" que conoció varias etapas (una de ellas presentada por Marisol Galdón para suplir a Àngel que se iba a la Uno a moderar un debate). Casas ya nos había dejado joyas en el archivo con su "Musical Express" desde Cataluña y ya en el nuevo milenio regresó con "Senyores i senyors" sólo para el circuito regional.
El género del magazine se ha ofrecido mil y una veces desde Miramar / Sant Cugat con otras tantas variantes. Desde las charlas íntimas de Pedro Ruiz en "La noche abierta" con la luna como testigo a las bajadas por "La escalera mecánica" de los invitados de Jordi González. Desde las preguntas incómodas que contenía la "bombonera maldita" de las entrevistas de Ramón Miravitllas en "Cerca de ti" al Paseo por el tiempo que les ofrecía Julia Otero en su club, donde sólo se servían zumos de colores brillantes, por supuesto sin olvidar la extraña pareja de Inka Martí y M. Galdón en "Peligrosamente juntas", los juicios simulados de "Tribunal Popular" o los testimonios de "Ésta es mi historia" o "Cerca de ti" al más puro estilo del talk-show USA.
El género del magazine se ha ofrecido mil y una veces desde Miramar / Sant Cugat con otras tantas variantes. Desde las charlas íntimas de Pedro Ruiz en "La noche abierta" con la luna como testigo a las bajadas por "La escalera mecánica" de los invitados de Jordi González. Desde las preguntas incómodas que contenía la "bombonera maldita" de las entrevistas de Ramón Miravitllas en "Cerca de ti" al Paseo por el tiempo que les ofrecía Julia Otero en su club, donde sólo se servían zumos de colores brillantes, por supuesto sin olvidar la extraña pareja de Inka Martí y M. Galdón en "Peligrosamente juntas", los juicios simulados de "Tribunal Popular" o los testimonios de "Ésta es mi historia" o "Cerca de ti" al más puro estilo del talk-show USA.
Constantino Romero y Janine Calvo en "El tiempo es oro", uno de los concursos culturales más recordados |
Pero si volvemos a aquella época dorada en la que Sant Cugat bullía de actividad, coincidiendo con el nombramiento de Sergi Schaaff como director del centro, nos encontramos con un resurgir de los concursos. Los había culturales, como "El tiempo es oro" o "La vida es juego" con Constantino Romero y la inmarchitable Janine con su dedo recorriendo las hojas de las múltiples enciclopedias del decorado del primero. También los había con infantes pero pensados para los mayores como "Juego de niños" e incluso había uno en el que el concursante exclamaba entre prueba y prueba "Si lo sé no vengo". En esos años, el sello de TVE Cataluña (después Catalunya) estaba presente en buena parte de la programación nacional, que ese era el objetivo de Schaaff, cumplir con lo que se esperaba desde el principio de aquel centro de producción, que fuera el segundo en actividad. Quizás no se llegó al ansiado 50% con Prado del Rey... pero poco faltó.
Eduard Punset dirigió y presentó "Redes" durante 18 años |
En los 90, con la llegada de las privadas, todo cambia. En Madrid no sólo funcionan las instalaciones de Prado del Rey, los Estudios Buñuel albergan grandes formatos como el "Un, dos, tres" o "¿Qué apostamos?" y, quién sabe por qué, a Sant Cugat llegan menos encargos aunque, al menos, eso sirve para que la programación del Circuito Catalán se amplíe y estabilice. Se buscan entonces nuevas fórmulas para aprovechar el potencial humano y técnico disponibles y se especializan en divulgativos, infantiles y deportes, sin dejar de lado puntuales proyectos en géneros más populares. Eduard Punset con su "Redes" (estrenado en 1996) se convierte en heredero natural de uno de los grandes divulgadores de la historia de nuestra comunicación, Luis Miravitlles que desde los 60 y hasta los 80 tradujo a una población donde todavía había analfabetismo complejos conceptos científicos en títulos como "Misterios al descubierto" y "La prehistoria del futuro". Sánchez Dragó y su literario "Negro sobre blanco", Adelina Castillejo con "Preguntas y respuestas" o el ecologista "El escarabajo verde" llegaban cada semana a las pantallas de todo el país y conseguían audiencias nada desdeñables y en los platós se cambiaban sus decorados para albergar programas para la chavalería como el "Club Disney" (sí, desde allí y de forma diaria por la 2 y cada sábado en la 1), "Pinnic", "TPH Club", "Trilocos" (dirigido por Miliki), el "Barrio Sésamo" de Bluki (en doble versión castellano/catalán) o el inefable "Con mucha marcha" de Leticia Sabater, por supuesto en distintas temporadas. Lejos había quedado el espíritu onírico del "Planeta imaginario" o el transgesor del musical juvenil "Plastic" pero había que llegar a un público distinto al de la década anterior... y se consiguió.
Comenzaron mandando a los niños a la cama en 2003 y desde entonces han actuado junto a Robbie Williams y protagonizado su propia película |
Sant Cugat ha demostrado siempre una capacidad innata para renovarse y ofrecer, con su reconocible estilo, formatos novedosos. En esa reinvención continua para demostrar cuál es su papel en nuestra tele pública, de repente aparecen sorpresas para los jefes como el eterno éxito entre los niños de los Lunnis que incluso han llegado al cine y que llevan más de 15 años enseñando mientras entretienen. Los platós han acogido en los últimos años grandes programas espectáculo como "¡Mira quién baila!" o varias de las etapas de "Órbita Laika" aprovechando al máximo la belleza de un estudio vacío (o casi). Ha habido temporadas en las que parecía que TVE Catalunya era quien producía todos los espacios de la 2 o de Teledeporte. En definitiva, nunca han dejado de funcionar (quizás no siempre a pleno rendimiento) y aunque aquella sana competencia entre profesionales de Madrid y Barcelona instaurada desde 1959 y que se mantuvo hasta los 90 ya no parezca posible porque la propia Corporación no está viviendo su mejor momento, los espectadores de ayer que siguen siéndolo hoy no pueden evitar la sonrisa al pensar en los grandes momentos televisivos que nos ha dejado este centro de producción.
El incombustible "Saber y ganar", concurso más longevo de la historia de la televisión en España |
Son muchos los programas que no he mencionado y los profesionales que no aparecen en este recorrido entrañable. Es absolutamente imposible hacer un repaso a 60 años de historia y este, desde luego, no es el lugar adecuado y, seguramente, yo no sea la persona idónea para escribirlo. Pero en este homenaje faltaba un programa que es historia de nuestra tele y por méritos propios. Fue en 1997 cuando comenzó un nuevo concurso a eso de las 15 h, en una franja que había inaugurado "Cifras y letras" y en la que reinó cinco años Elisenda Roca. Aquel récord parecía difícil de batir y no sería hasta la llegada de "Saber y ganar" que se demostró que esa hora (ahora un poco más tarde para no coincidir con el Telediario) era de Jordi Hurtado, de Juanjo Cardenal, de Pilar Vázquez, de todos los concursantes y, por supuesto, de su factótum, el gran Sergi Schaaff que sigue al pie del cañón y que encarna lo mejor de la historia de esta Casa. Él es pasado y también fulgurante presente porque su programa sigue siendo cada día el líder de la cadena y con una enorme diferencia. Quizás si permitieran que Sant Cugat tuviera más presencia en la programación algunas cosas cambiarían a mejor en nuestra televisión pública (sin que eso sea un demérito para Prado o Torrespaña). Esa combinación del trabajo de Madrid y Barcelona era la mejor forma de crear una programación diversa y plural. Por todo lo que hemos aprendido, como espectadores y como profesionales, de TVE Cataluña, moltes felicitats!