Hubo un tiempo en el que la discoteca Studio 54 en pleno Paralelo barcelonés primero y los estudios de TV3 (Televisió de Catalunya) en Sant Joan Despí después parecían una sucursal de la Metro Goldwyn Mayer o la Paramount. Antes de que Àngel Casas convirtiera el plató principal de TVE en Sant Cugat del Vallès en un lugar donde se celebraba que "Un día es un día", consiguió que grandes estrellas del cine, la música y el deporte se sentaran a su vera para contar aquello que siempre contaban de su vida pero también esas cosillas que sólo un periodista como él se atrevía a preguntar con una cierta inocencia no exenta de picardía (y sí, lo sé, es un oxímoron pero en este caso muy ajustado a la realidad). Efectivamente, años antes de que toda España disfrutara con este formato, los catalanes ya lo conocían muy bien.
Raymond Burr recordaba vívamente su estancia en Barcelona en los años 30 |
TV3 se había inaugurado en septiembre de 1983, todavía estaba en proceso de apuntalamiento cuando llegó "Àngel Casas Show", fue el 17 de enero del 84. La fórmula era tan sencilla como clásica en la tele: entrevistas y música, un talk-show en el que el espectador sabía que se iba a encontrar a los protagonistas de la noticia de la semana. La diferencia, y en esto sí que eran pioneros, es que no importaba el origen de los invitados, no había límite. Si el "Estudio Abierto" de Íñigo (y "Directísimo" después) se había caracterizado por llevar a grandes artistas al plató, Casas fue un paso más allá y junto a viejas estrellas de la pantalla sorprendía al espectador con la inefable Cicciolina que había conseguido un escaño en el Parlamento italiano, con el atleta Ben Johnson días después de batir un récord mundial (aunque después resultó ser un fraude) o a una de las múltiples novias despechadas de Julio Iglesias. Lo divino y lo banal se unían en un mismo espacio y sus conversaciones eran aderezadas con la mejor música del momento.
Uderzo no es muy amigo de las entrevistas y menos en directo así que esta charla es una joya del archivo |
La lista de invitados era tan amplia como heterogénea. En aquella época, el programa se podía permitir el lujo de iniciar la emisión anunciando la presencia de Albert Uderzo, el dibujante y co-creador de Astérix. Un día podían tener a George Benson interpretando su versión de "Beyond the Sea" y la semana siguiente llevar al creador de la famosa canción, un casi octogenario Charles Trenet que, cantando en directo y acompañado de dos pianos y contrabajo era capaz de emocionar al público presente con su continuo crescendo. Por supuesto Casas se cuidaba muy mucho de que hubiera un equilibrio entre los entrevistados, los internacionales se mezclaban sabiamente con los nacionales y, por supuesto, con los autonómicos en un sabio cocktail. No sólo había entrevistas individuales, de vez en cuando se mezclaban parejas con una premisa peregrina pero simpática o inesperada, un poco al estilo de lo que Julia Otero sublimaría años después en "Las cerezas".
Ann-Margret y George Sidney reunidos en un plató de TV3 |
Memorable fue la reunión entre José Luis Perales y el sarcástico humorista gráfico Jaume Perich que había declarado públicamente su inquina al cantante en varias ocasiones. Frente a frente le echaba en cara que se había vuelto calvo y miope por su culpa porque todas aquellas desgracias coincidían con el inicio del éxito de Perales. Otros diálogos eran menos surrealistas, por ejemplo el encuentro entre el director George Sidney y una tímida Ann-Margret a la que había dirigido en dos ocasiones. Y es que la presencia de grandes luminarias del cine de cualquier época era el gran atractivo de este programa. Ya fuera porque acudían a un homenaje en algún punto de Europa, bien porque estaban de oferta en la lista de celebridades disponibles para acudir a televisiones de medio mundo o quizás porque al equipo de Àngel se le ocurría alguna excusa para invitarlos, todos tenían su interés. Eso sí, se huía de la promoción y eso permitía que el programa nunca estuviera supeditado a las necesidades publicitarias de las compañías cinematográficas. Gracias a eso no veíamos a los mismos actores en todos los programas de las (pocas) cadenas existentes en aquel momento durante una misma semana. Los guionistas y productores tenían una amplia red de "buscadores de estrellas" en Londres, París, Roma, Nueva York... ¿Que un programa de la tele italiana contrataba a algún actor de "Dallas" para un show? ¡Perfecto! Que se venga también a Barcelona donde le alojaremos en el Ritz. Con tal intrincada telaraña de contactos, este talk-show conseguía lo impensable.
Mecano en pleno éxito interpretó varios temas en el programa |
Esa marabunta de personajes interesantes nos dejó momentazos irrepetibles, desde la coincidencia un mismo día de Robert Mitchum y Anthony Quinn pero con la negativa del primero a ver siquiera al segundo hasta la famosa caída de una por entonces célebre Charlene Tilton (Lucy en "Dallas") mientras cantaba. Entre medias, las declaraciones en un sospechoso estado de Eddie Constantine en horas bajas (asegurando que nunca había tenido problemas con un director pero que en ese momento los estaba teniendo con Aristarain con quien rodaba "Golpe de estado"), Raymond Burr promocionando la reposición de "Perry Mason" y anunciando que pronto llegarían nuevos capítulos, Joan Collins seduciendo al presentador (como siempre) o un displicente Rock Hudson que pocas semanas después saltaba a los tabloides por su enfermedad. Por supuesto, no podemos olvidar la parte musical: Joe Cocker y Nina Simone podían coincidir en los camerinos con Serrat, Núria Feliu, Hombres G o Mecano.
Cuatro años duró el show de Casas y tan bien funcionó que fue trasplantado, tal cual, a TVE, primero en su circuito catalán y después al nacional con el nombre ya mencionado de "Un día es un día". Os recomiendo que os paséis por el archivo de la web de TV3 para alucinar con este programa.