"La unión hace la fuerza" fue el primer gran concurso de TVE. Seis años se cumplían desde el inicio de la tele en nuestro país y los espectadores se habían cansado ya de concursos culturales donde había que demostrar un conocimiento exhaustivo de la historia, la naturaleza, la geografía o la actualidad. Amén de algunas excepciones en las que se jugaba al azar o usando el ingenio, la retentiva o la mímica, los concursos en nuestro país eran bastante simplones. Por eso, en octubre de 1964 y oteando los espectaculares programas de países vecinos, TVE realiza un ímprobo esfuerzo para adaptar un gran éxito francés, "La tête et les jambes" y añadirle un elemento del italiano "Campanile Sera". Del primero se utilizaba la fórmula básica: un equipo respondía a preguntas y cuando fallaba era auxiliado por un deportista, es decir la fuerza ("les jambes", las piernas) ayudaba a la cabeza ("la tête") y sólo su unión podría llevarles al triunfo. Eso sí, cada vez que se acudía al deporte, se exigía un esfuerzo superior con lo que el cansancio acumulado podía ser enorme, de ahí que a las semanas del comienzo, los deportes elegidos por los participantes requirieran menor desgaste, como el tiro con arco. Del formato italiano se usó la idea de enfrentar a dos poblaciones que, en el caso español, representaban a su provincia y no sólo a su pueblo. El concurso, pues, se dividía en dos partes, la intelectual se realizaba desde un plató y la física desde un estadio donde se ubicaba una unidad móvil, todo un alarde técnico para una tele todavía muy modesta.
El programa comenzó con Alberto Oliveras de presentador, popularísimo por su radiofónico "Ustedes son formidables" pero novato ante las cámaras. Teniendo en cuenta la dificultad de este programa, con continuas conexiones con el exterior y sus correspondientes retardos, la elección de alguien sin experiencia televisiva sonaba arriesgada. Si a eso añadimos la pasión de los equipos que, ante cualquier fallo, se despertaba furibunda y susceptible, tenemos el cocktail perfecto para enervar al pobre Oliveras y así sucedió enseguida, con una reclamación en directo del representante valenciano, según cuentan las crónicas "extemporánea y fuera de tono". Otras discusiones y protestas se sucedieron y antes de cumplir el mes en antena, el comunicador dimitió de su cometido. Le sustituyó Mario Beut (en la imagen superior) demostrando una templanza inaudita. Su serenidad y diplomacia ayudaron a que el concurso continuará hasta su final casi dos años después con enorme éxito pero con las mismas dificultades.
Uno de los momentos más emocionantes se produjo en los cuartos de final que enfrentaron a Mallorca y Navarra representados en la parte física por un ciclista, Guillermo Timoner, y un aizkolari, Patxi Astibia. El ciclista superó al cortador de troncos aunque a la final llegarían A Coruña, con el nadador Carlos Bremón, y Zaragoza con el piragüista Martín Martín que se llevaría el gran premio.
"La unión hace la fuerza" fue seguido con emoción por la audiencia pero el enorme gasto y las complicaciones técnicas no animaron a la directiva a renovarlo. Tendríamos que esperar hasta 1968 para encontrar otro concurso de igual éxito, "Un millón para el mejor". Como se realizaba en directo y no era habitual guardar copias, no se conservan imágenes o, al menos, no están localizadas.