Esta semana hemos celebrado en España el vigésimo quinto aniversario de Ana Blanco como presentadora de Telediarios y en Francia despiden a su propia reina de los informativos tras 24 años al frente las ediciones del fin de semana en la TF1, la cadena de mayor audiencia. Claire Chazal es desde hoy mismo sustituida por Anne-Claire Coudray aunque ya se despidió de sus espectadores el pasado domingo. La noche del 13 de septiembre agradeció a sus compañeros y los televidentes su apoyo y fidelidad y un vídeo recogía algunos de sus grandes momentos. La emisión finalizaba con el equipo aplaudiendo tras las cámaras. Un bonito gesto para compensar la decisión de la cadena.
Chazal estudió Comercio y Economía y comenzó como periodista especializada en este área en 1980 para diversos periódicos. Ocho años más tarde fue contratada por el canal público Antenne 2 para informar de la evolución de la Bolsa. Así comienza una carrera meteórica en televisión. En 1989 se encarga del informativo dentro del magazine Telematin y poco después inicia su etapa en los noticiarios nocturnos, un salto que fue recompensado con un importante premio y con el fichaje de la cadena TF1.
Chazal formaba parte de la nueva estrategia del canal para cambiar la imagen de sus servicios informativos. Claire era joven y brillante, su forma de comunicar clara, directa pero suave y cercana unía a la clase media burguesa de las grandes ciudades con la audiencia más rural a la que esa "chica" también les caía bien. Con el tiempo, sin embargo, esa imagen se fue transmutando en algo mucho más distante y sus romances con famosos (entre ellos Patrick Poivre D'Arvor, el presentador por excelencia de las noticias en el país) aireados por las revistas del corazón no la beneficiaron. A pesar de eso ha conseguido mantener el prestigio a través de un difícil equilibrio que ha estado a punto de romperse varias veces.
Con 58 años es (o era podríamos decir ya) la periodista mejor pagada de la tele francesa y nadie se esperaba su despido precisamente en pleno aniversario. Parece ser que su jefe le anunció su decisión en plenas vacaciones. Las razones no están muy claras pero desde hace tiempo se habían filtrado los problemas de la directiva con su gran estrella, problemas que realmente no lo son porque lo que les molestaba a los gerifaltes era, precisamente, su mayor valor: la experiencia. Consideran que Chazal está anticuada, que su serenidad es "aburrida" y que eso de quedarse tras la mesa no es "moderno". En los últimos meses, la conductora se había levantado de la silla y se había movido con timidez por el plató (de hecho su despedida fue de pie) pero parece que eso no fue suficiente. Quieren probar cosas nuevas y Chazal es una "molestia" para sus propósitos.
La excusa de la bajada de audiencia no suena muy creíble porque ese descenso ha sido común en todas las generalistas ante el nuevo panorama de multiplicidad de canales. Chazal seguía siendo líder en su horario, viernes noche y las ediciones de mediodía y noche del fin de semana. Además era la elegida por TF1 para las grandes entrevistas y al propio plató del noticiario acudían no sólo políticos sino también celebridades internacionales para breves charlas, muchas de ellas promocionales, lo que sí había sido objeto de crítica.
Además en los últimos años había presentado dos espacios de reportajes de altura, es decir, que es imagen de la cadena, una imagen labrada en un cuarto de siglo y que ahora se pierde de forma ¿precipitada?
Claire no se queda en el paro, colabora con otros medios como Radio Classique, y posiblemente recibirá jugosas ofertas de otros canales pero la estrategia de TF1 no suena muy inteligente. En Francia no es tan habitual como en España prescindir del talento de los periodistas veteranos y por eso este despido ha sorprendido aún más.