Tal día como hoy de 1968 la Segunda Cadena de la ORTF (la televisión francesa) emitía a las 21h ¡y en color! un programa histórico, un especial que unía la música, la poesía y el vídeo-arte. Era, así mismo, la unión de tres grandes nombres del mundo del espectáculo francófono, el cantante y actor Yves Montand, el poeta, escritor y guionista Jacques Prévert y el realizador Jean -Christophe Averty. "Montand chante Prévert", Montand canta a Prévert.
Era la segunda de las cuatro colaboraciones entre el director y el cantante, el segundo de los "one man show" que Averty realizó para mayor gloria del francés que triunfaba también en Hollywood en películas como "El millonario" junto a Marilyn Monroe. La primera había sido un programa para celebrar el comienzo del año 1965 aunque ya habían trabajado juntos antes en "Les raisins verts", un programa de Averty con sketches y música en el que Montand había accedido a actuar "si no haces tus trucos".
Averty era ya famoso en Francia por sus audacias visuales, por sus juegos con los decorados y el vestuario, por su poesía visual que complementaba perfectamente las canciones de estrellas como Johnny Halliday, France Gall, Dalida, Gilbert Bécaud, George Brassens o Serge Gainsbourg.
Cuando le encargaban un especial se contaba con que Averty necesitaría tiempo para planificar cada canción al milímetro y rodarla como si fuera un videoclip. Prefería los grandes cicloramas blancos a los que añadir elementos austeros y rompedores.
Pero tampoco despreciaba los juegos visuales que se confundieran con el vestuario de las estrellas. Su estética se hizo tan popular que humoristas gráficos del renombre de Gottlib dedicaron sus páginas en la famosa revista "Pilote" (dirigida por Goscinny, el creador literario de Astérix) a reírse de sus programas, especialmente de "los cantantes que desaparecen en el fondo".
Sus mayores atrevimientos los tenía con la complicidad del ballet al que el equipo de vestuario conseguía "difuminar" pero que en el instante en el que empezaba el baile creaba imágenes tan bellas como inquietantes.
La poesía de Prévert, también guionista cinematográfico de películas tan reconocidas como "Les enfants du paradis", participaba del surrealismo en sus inicios así que en este programa especial, en el que Montand recreaba con su voz esas letras reconvertidas en composiciones, los juegos visuales bailaban a su son.
El programa se grabó en los estudios de Joinville-le-Pont en formato cinematografico, 35mm, y color. Gracias a eso su exportación fue sencilla y, tal y como había sucedido con su proyecto conjunto anterior, se emitió en medio mundo (aunque no en España según mis datos).
Montand quería que Averty le dirigiera en una película, la historia de una especie de cow boy del Périgourd criador de gansos... El realizador rechazó la oferta con la excusa de que "no era su rollo". Ambos trabajaron en dos especiales más y los cuatro son estudiados por los franceses como ejemplo de creatividad televisiva.
Han pasado 46 años y su calidad e inventiva siguen despertando admiración. Música, poesía e imagen en perfecta armonía.
Era la segunda de las cuatro colaboraciones entre el director y el cantante, el segundo de los "one man show" que Averty realizó para mayor gloria del francés que triunfaba también en Hollywood en películas como "El millonario" junto a Marilyn Monroe. La primera había sido un programa para celebrar el comienzo del año 1965 aunque ya habían trabajado juntos antes en "Les raisins verts", un programa de Averty con sketches y música en el que Montand había accedido a actuar "si no haces tus trucos".
Averty era ya famoso en Francia por sus audacias visuales, por sus juegos con los decorados y el vestuario, por su poesía visual que complementaba perfectamente las canciones de estrellas como Johnny Halliday, France Gall, Dalida, Gilbert Bécaud, George Brassens o Serge Gainsbourg.
Cuando le encargaban un especial se contaba con que Averty necesitaría tiempo para planificar cada canción al milímetro y rodarla como si fuera un videoclip. Prefería los grandes cicloramas blancos a los que añadir elementos austeros y rompedores.
Pero tampoco despreciaba los juegos visuales que se confundieran con el vestuario de las estrellas. Su estética se hizo tan popular que humoristas gráficos del renombre de Gottlib dedicaron sus páginas en la famosa revista "Pilote" (dirigida por Goscinny, el creador literario de Astérix) a reírse de sus programas, especialmente de "los cantantes que desaparecen en el fondo".
Sus mayores atrevimientos los tenía con la complicidad del ballet al que el equipo de vestuario conseguía "difuminar" pero que en el instante en el que empezaba el baile creaba imágenes tan bellas como inquietantes.
La poesía de Prévert, también guionista cinematográfico de películas tan reconocidas como "Les enfants du paradis", participaba del surrealismo en sus inicios así que en este programa especial, en el que Montand recreaba con su voz esas letras reconvertidas en composiciones, los juegos visuales bailaban a su son.
El programa se grabó en los estudios de Joinville-le-Pont en formato cinematografico, 35mm, y color. Gracias a eso su exportación fue sencilla y, tal y como había sucedido con su proyecto conjunto anterior, se emitió en medio mundo (aunque no en España según mis datos).
Montand quería que Averty le dirigiera en una película, la historia de una especie de cow boy del Périgourd criador de gansos... El realizador rechazó la oferta con la excusa de que "no era su rollo". Ambos trabajaron en dos especiales más y los cuatro son estudiados por los franceses como ejemplo de creatividad televisiva.
Han pasado 46 años y su calidad e inventiva siguen despertando admiración. Música, poesía e imagen en perfecta armonía.