Música de suspense, libros de reconocidos autores del terror, una enorme tarántula... y el disco que ponía la banda sonora a estas imágenes se ralla... Así es imposible crear ambiente, diría Narciso Ibáñez Serrador en su presentación de su mítica serie "Historias para no dormir". Era 4 de febrero de 1966 y se iniciaba una etapa dorada en nuestra tele, comenzaba su andadura una serie que enseguida caló entre el público y que ha pasado al ideario colectivo como una de las mejores de todos los tiempos. Cuando las nuevas generaciones se acercan hoy a los capítulos que se conservan no son tan complacientes como sus espectadores originales, no contextualizan y critican la escasez de medios, el ritmo...
A las generaciones que la vieron en su día eso les da igual, el recuerdo del terror que les infundía en una televisión tan pacata que la calificaba con nada menos que dos rombos (¡altamente peligrosa!) es más que suficiente. Chicho ya advertía en aquella primera introducción que la audiencia debía ser benevolente si no encontraban sus marcianos tan monstruosos ni sus tramas tan terroríficas. De hecho, afirmaba que si por problemas de producción no llegaban a tiempo para la emisión se emitirían (bajo el mismo epígrafe) telefilmes de otras televisiones enmarcados en el mismo género.
Lo cierto es que el comienzo fue inmejorable, el primer capítulo es ejemplar. "El cumpleaños" se rodó íntegramente en formato cine 16mm, el único de todas las temporadas y uno de los primeros (sino el primero) de los productos periódicos de TVE en no usar el vídeo. Esto implicaba más tiempo y presupuesto pero el resultado final merecía la pena. Al no tener que realizar con tres cámaras no había límite con los encuadres, la colocación de la cámara, todo era más atrevido, menos "formal".
El protagonista era Rafael Navarro, reconocido actor de las dos primeras décadas televisivas y con una prestigiosa carrera en el doblaje. Suya era la voz de Humphrey Bogart en todos sus películas relevantes (pero en su doblaje original para cine, no el que se conserva, el redoblaje para televisión posterior sin censura) o de Charlton Heston (en "El Cid", "Ben Hur" o "Los diez mandamientos"). Era un protagonista que narraba en primera persona y con voz en off sus planes para el día de su cumpleaños, planes muy elaborados... y tétricos.
Su mujer, a la que no escuchamos, era Josefina de la Torre, una polifacética artista, escritora, poetisa, actriz y cantante lírica. Casi suena a chiste interno que su voz (también presente en doblajes de los años 30 a actrices de la talla de Marlene Dietrich) no pueda oirse aquí
Este capítulo es, posiblemente, el más elaborado de toda la serie y poco tiene que ver con el resto, de mayor duración y grabados en vídeo (excepto algunos insertos de exteriores). A pesar de su calidad no se incluyó en ninguna de las dos ediciones en DVD. Incomprensible. ¿Es quizás porque el propio Chicho era consciente de que lo prometido en aquel primer capítulo no se cumplió? No debería importarle mucho (si así fuera) porque el cariño del público prevalece en el recuerdo de "Historias para no dormir". Afortunadamente, el episodio fue reemitido en los 90 en Cine Classics (Canal Satélite Digital) y más recientemente en Popular TV así que no está perdido y los aficionados podemos revisarlo con deleite preguntándonos qué habría pasado si don Narciso hubiera podido mantener el nivel de esa primera cita, ¿la serie se hubiera exportado más allá de América Latina?
Disfrutadlo:
A las generaciones que la vieron en su día eso les da igual, el recuerdo del terror que les infundía en una televisión tan pacata que la calificaba con nada menos que dos rombos (¡altamente peligrosa!) es más que suficiente. Chicho ya advertía en aquella primera introducción que la audiencia debía ser benevolente si no encontraban sus marcianos tan monstruosos ni sus tramas tan terroríficas. De hecho, afirmaba que si por problemas de producción no llegaban a tiempo para la emisión se emitirían (bajo el mismo epígrafe) telefilmes de otras televisiones enmarcados en el mismo género.
Lo cierto es que el comienzo fue inmejorable, el primer capítulo es ejemplar. "El cumpleaños" se rodó íntegramente en formato cine 16mm, el único de todas las temporadas y uno de los primeros (sino el primero) de los productos periódicos de TVE en no usar el vídeo. Esto implicaba más tiempo y presupuesto pero el resultado final merecía la pena. Al no tener que realizar con tres cámaras no había límite con los encuadres, la colocación de la cámara, todo era más atrevido, menos "formal".
El protagonista era Rafael Navarro, reconocido actor de las dos primeras décadas televisivas y con una prestigiosa carrera en el doblaje. Suya era la voz de Humphrey Bogart en todos sus películas relevantes (pero en su doblaje original para cine, no el que se conserva, el redoblaje para televisión posterior sin censura) o de Charlton Heston (en "El Cid", "Ben Hur" o "Los diez mandamientos"). Era un protagonista que narraba en primera persona y con voz en off sus planes para el día de su cumpleaños, planes muy elaborados... y tétricos.
Su mujer, a la que no escuchamos, era Josefina de la Torre, una polifacética artista, escritora, poetisa, actriz y cantante lírica. Casi suena a chiste interno que su voz (también presente en doblajes de los años 30 a actrices de la talla de Marlene Dietrich) no pueda oirse aquí
Este capítulo es, posiblemente, el más elaborado de toda la serie y poco tiene que ver con el resto, de mayor duración y grabados en vídeo (excepto algunos insertos de exteriores). A pesar de su calidad no se incluyó en ninguna de las dos ediciones en DVD. Incomprensible. ¿Es quizás porque el propio Chicho era consciente de que lo prometido en aquel primer capítulo no se cumplió? No debería importarle mucho (si así fuera) porque el cariño del público prevalece en el recuerdo de "Historias para no dormir". Afortunadamente, el episodio fue reemitido en los 90 en Cine Classics (Canal Satélite Digital) y más recientemente en Popular TV así que no está perdido y los aficionados podemos revisarlo con deleite preguntándonos qué habría pasado si don Narciso hubiera podido mantener el nivel de esa primera cita, ¿la serie se hubiera exportado más allá de América Latina?
Disfrutadlo: