El concurso estrella de la programa de TVE en la temporada 1962-63 buscaba especialistas en un tema. Sabiendo mucho, muchísimo en realidad, sobre esa disciplina elegida podía llegar a ganar medio millón de pesetas, ojo, 500.000 del ala de hace 52 años, calculen ustedes mismos y comprenderán por qué este programa presentado por José Luis Pécker consiguió enorme popularidad. Su nombre dejaba claro el rango de los premios según se acertaban las preguntas: "De 500 a 500.000".
Pécker haría algo ligeramente similar unos seis años después con "Las diez de últimas", ahí también participaban especialistas en temas diversos pero la mecánica era distinta. En el caso que hoy nos ocupa, en tan sólo quince minutos se sucedían diversos concursantes que debían demostrar su amplio conocimiento en personajes como Napoleón (como el circunspecto caballero de la foto) o Bécquer (el muchacho de gesto contraído de la foto inferior) o temas más generales como Historia de España (una joven, una de las pocas participantes femeninas que apenas duró dos asaltos, tema demasiado amplio, mala elección).
Eran los concursantes los que proponían su especialidad y esperaban pacientemente su turno en "el banquillo de los nervios" (se puede ver en la primera foto). El finalista de la semana anterior esperaba pacientemente a que se seleccionara en un primer turno a su contrincante. Esos dos contendientes se enfrentaban en la parte final del programa y en esos minutos no contaba tanto su sapiencia sobre su materia sino la templanza ante la presión de ser o no finalista y llegar al ansiado medio milloncete.
Eduardo Casanova y Pedro Amalio López realizaron el programa y Pécker estuvo auxiliado en la presentación por la bella y siempre eficaz Isabel Bauzá. Se emitía los jueves a las 23.45, después de "Perry Mason" y la última edición del Telediario, era el broche de la programación.
Este concurso pasará a la intrahistoria de nuestra tele por ser el primero en el que aparecía una presentadora embarazada... aunque los espectadores no se enteraron. En aquella época no estaba bien visto mostrar a una mujer encinta en pantalla (vaya usted a saber por qué) y a final de temporada Pedro Amalio iba cerrando el plano de Isabel hasta que se convirtió en un primerísimo.
A pesar de su éxito, no continuó en la siguiente temporada, algo que no debe extrañarnos, en aquella etapa inicial de TVE se probaban muchos formatos y tan sólo permanecían en antena varios años los grandes espectáculos como "Gran Parada", "Amigos del lunes" o "Escala en HI-FI", los tres grandes triunfadores de la primera mitad de los sesenta, el resto era un continuo ir y venir de profesionales y programas. Pero aquí estamos nosotros para recuperarlos del olvido.
Pécker haría algo ligeramente similar unos seis años después con "Las diez de últimas", ahí también participaban especialistas en temas diversos pero la mecánica era distinta. En el caso que hoy nos ocupa, en tan sólo quince minutos se sucedían diversos concursantes que debían demostrar su amplio conocimiento en personajes como Napoleón (como el circunspecto caballero de la foto) o Bécquer (el muchacho de gesto contraído de la foto inferior) o temas más generales como Historia de España (una joven, una de las pocas participantes femeninas que apenas duró dos asaltos, tema demasiado amplio, mala elección).
Eran los concursantes los que proponían su especialidad y esperaban pacientemente su turno en "el banquillo de los nervios" (se puede ver en la primera foto). El finalista de la semana anterior esperaba pacientemente a que se seleccionara en un primer turno a su contrincante. Esos dos contendientes se enfrentaban en la parte final del programa y en esos minutos no contaba tanto su sapiencia sobre su materia sino la templanza ante la presión de ser o no finalista y llegar al ansiado medio milloncete.
Eduardo Casanova y Pedro Amalio López realizaron el programa y Pécker estuvo auxiliado en la presentación por la bella y siempre eficaz Isabel Bauzá. Se emitía los jueves a las 23.45, después de "Perry Mason" y la última edición del Telediario, era el broche de la programación.
Este concurso pasará a la intrahistoria de nuestra tele por ser el primero en el que aparecía una presentadora embarazada... aunque los espectadores no se enteraron. En aquella época no estaba bien visto mostrar a una mujer encinta en pantalla (vaya usted a saber por qué) y a final de temporada Pedro Amalio iba cerrando el plano de Isabel hasta que se convirtió en un primerísimo.
A pesar de su éxito, no continuó en la siguiente temporada, algo que no debe extrañarnos, en aquella etapa inicial de TVE se probaban muchos formatos y tan sólo permanecían en antena varios años los grandes espectáculos como "Gran Parada", "Amigos del lunes" o "Escala en HI-FI", los tres grandes triunfadores de la primera mitad de los sesenta, el resto era un continuo ir y venir de profesionales y programas. Pero aquí estamos nosotros para recuperarlos del olvido.