La temporada 1960-61 trajo a TVE unas cuantas novedades técnicas importantes para la evolución de los programas. La tele se hacía mayor y los espectadores exigían más y más... y los profesionales intentaban dárselo con la mejor de las voluntades posibles y con unos medios que eran todavía escasos. La llegada del primer sistema de grabación, el AMPEX ayudó a los musicales de gran presupuesto como "Gran Parada" pero la mayoría de los programas seguirían realizándose en directo hasta la inauguración de Prado del Rey y así se emitía cada semana "Fantasía", un programa de marionetas pensando inicialmente para los más pequeños pero con el éxito creció en sus propósitos.
El formato estaba claro en sus inicios: un musical monográfico con títeres haciendo el play-back de las canciones. Cada semana se estrenaban varios muñecos aunque alguno, como este de Cantinflas, adquirieron popularidad y aparecían más frecuentemente.
El programa se realizaba en los estudios de Sevilla Films que por entonces se alquilaban para programas que necesitaban un mayor espacio. "Fantasía" fue un gran éxito y la pericia de los titiriteros, la belleza de las marionetas y la sorprendente puesta en escena consiguieron llamar la atención de los adultos y a los pocos meses cambió de nombre, "Ventana Mágica", para ampliar contenidos e incorporar también a humanos, entre ellos el ballet de Sandra Lebrocq.
El formato estaba claro en sus inicios: un musical monográfico con títeres haciendo el play-back de las canciones. Cada semana se estrenaban varios muñecos aunque alguno, como este de Cantinflas, adquirieron popularidad y aparecían más frecuentemente.
El programa se realizaba en los estudios de Sevilla Films que por entonces se alquilaban para programas que necesitaban un mayor espacio. "Fantasía" fue un gran éxito y la pericia de los titiriteros, la belleza de las marionetas y la sorprendente puesta en escena consiguieron llamar la atención de los adultos y a los pocos meses cambió de nombre, "Ventana Mágica", para ampliar contenidos e incorporar también a humanos, entre ellos el ballet de Sandra Lebrocq.
Ricardo Arias (en el centro de la foto, con bigote) dirigía y Juan Francisco Puch escribía. Por supuesto de todo aquello no se conservan imágenes pero estas fotografías recuperadas por el crítico Baget-Herms nos ayudan a rescatar del olvido este programa.