Si hay un programa que hizo algo por la normalización del regreso a España de los intelectuales que, por diversas razones, se habían exiliado, ése fue, sin duda alguna, "A fondo". Y en realidad no es extraño porque el propio director y presentador, Joaquín Soler Serrano (a la derecha de la fotografía) había sufrido ese desarraigo cuando viajó a Venezuela en los años 50. Si bien él no fue uno de tantos que huyó del país tras la victoria de Franco en la Guerra Civil, podía comprender muy bien a aquellos que, con la democracia restaurada, regresaban a su tierra.
Uno de sus invitados fue el escritor oscense Ramón J. Sender, que primero había viajado a México tras sufrir un internamiento en un campo de concentración y después se asentaría en Estados Unidos donde murió en 1982. Sender había regresado a España en 1969, año de la amnistía por los crímenes cometidos durante la Guerra, para recoger el Premio Planeta. La entrevista del 76 reflejó la emoción contenida del escritor, por fin podía hablar para sus paisanos sin que nadie le echara en cara sus antiguas ideas políticas.
Sin duda una de las entrevistas que causó más expectación fue la de Rafael Alberti. Exiliado por su militancia en el Partido Comunista, el poeta volvió a su país en 1977 y ese mismo año acudió a los estudios de Prado del Rey para charlar, no sin cierto nerviosismo, con don Joaquín. Durante hora y media habló no sólo de su poesía, sino también de sus ideas y la conversación finalizó con la lectura de una divertida poesía en la que se autodefinía de forma paródica usando los insultos y tópicos que sus críticos habían utilizado contra él durante años.
Rosa Chacel, superviviente de la Generación del 27 hasta 1994, tuvo una vida de idas y venidas, de estancias más o menos largas en países europeos y americanos. Su regreso a España fue intermitente pero en 1977, tras la muerte de su marido (uno de los responsables de salvar los cuadros del Museo del Prado durante la Guerra Civil), se asentó definitivamente en su patria chica. Con Soler Serrano se mostró tan natural como era su costumbre, no se callaba nada y respondía con tal libertad que podía ser confundida con soberbia pero no, Chacel era consecuente y ese es un lujo del que pocos pueden presumir.
El compositor y pianista Frederic Mompou sufrió diferentes exilios en su vida, nació en Barcelona y en 1911 fue a París con una beca por recomendación de Enrique Granados. Siete años después regresó a Cataluña huyendo de la Primera Guerra Mundial. Volvió a Francia en 1921 y allí permanecería 20 años hasta que tuvo que huir de nuevo con la llegada de los nazis. Cuando acudió al programa en 1977 era un autor reconocido y popular (suya es la "Sinfonía Azul, identificativo de la SER todavía hoy). Su extrema timidez obligó a los responsables del programa a permitir que tocara varias de sus piezas al piano, así se expresaba mejor.
Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1959, Severo Ochoa es (todavía hoy) uno de nuestros científicos más reconocidos internacionalmente. Llegó a tener la doble nacionalidad estadounidense-española y ejerció de profesor en varias universidades norteamericanas que le permitían desarrollar sus investigaciones con el presupuesto necesario. Regresó a España de forma definitiva en 1985 pero en 1976 fue invitado de Soler Serrano.
Son sólo unos cuantos ejemplos de las decenas que podríamos exponer. "A fondo" ayudó, desde la televisión pública, a dar la bienvenida, sin rencores guerracivilistas ni envidias intelectuales, a todos aquellos que no encontraron hueco en su país durante algún tiempo.
Uno de sus invitados fue el escritor oscense Ramón J. Sender, que primero había viajado a México tras sufrir un internamiento en un campo de concentración y después se asentaría en Estados Unidos donde murió en 1982. Sender había regresado a España en 1969, año de la amnistía por los crímenes cometidos durante la Guerra, para recoger el Premio Planeta. La entrevista del 76 reflejó la emoción contenida del escritor, por fin podía hablar para sus paisanos sin que nadie le echara en cara sus antiguas ideas políticas.
Sin duda una de las entrevistas que causó más expectación fue la de Rafael Alberti. Exiliado por su militancia en el Partido Comunista, el poeta volvió a su país en 1977 y ese mismo año acudió a los estudios de Prado del Rey para charlar, no sin cierto nerviosismo, con don Joaquín. Durante hora y media habló no sólo de su poesía, sino también de sus ideas y la conversación finalizó con la lectura de una divertida poesía en la que se autodefinía de forma paródica usando los insultos y tópicos que sus críticos habían utilizado contra él durante años.
Rosa Chacel, superviviente de la Generación del 27 hasta 1994, tuvo una vida de idas y venidas, de estancias más o menos largas en países europeos y americanos. Su regreso a España fue intermitente pero en 1977, tras la muerte de su marido (uno de los responsables de salvar los cuadros del Museo del Prado durante la Guerra Civil), se asentó definitivamente en su patria chica. Con Soler Serrano se mostró tan natural como era su costumbre, no se callaba nada y respondía con tal libertad que podía ser confundida con soberbia pero no, Chacel era consecuente y ese es un lujo del que pocos pueden presumir.
El compositor y pianista Frederic Mompou sufrió diferentes exilios en su vida, nació en Barcelona y en 1911 fue a París con una beca por recomendación de Enrique Granados. Siete años después regresó a Cataluña huyendo de la Primera Guerra Mundial. Volvió a Francia en 1921 y allí permanecería 20 años hasta que tuvo que huir de nuevo con la llegada de los nazis. Cuando acudió al programa en 1977 era un autor reconocido y popular (suya es la "Sinfonía Azul, identificativo de la SER todavía hoy). Su extrema timidez obligó a los responsables del programa a permitir que tocara varias de sus piezas al piano, así se expresaba mejor.
Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1959, Severo Ochoa es (todavía hoy) uno de nuestros científicos más reconocidos internacionalmente. Llegó a tener la doble nacionalidad estadounidense-española y ejerció de profesor en varias universidades norteamericanas que le permitían desarrollar sus investigaciones con el presupuesto necesario. Regresó a España de forma definitiva en 1985 pero en 1976 fue invitado de Soler Serrano.
Son sólo unos cuantos ejemplos de las decenas que podríamos exponer. "A fondo" ayudó, desde la televisión pública, a dar la bienvenida, sin rencores guerracivilistas ni envidias intelectuales, a todos aquellos que no encontraron hueco en su país durante algún tiempo.