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90 años de la primera ficción televisiva de Europa

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El 14 de julio de 1930 la BBC emitió su primera ficción televisiva, "The Man with the Flower in His Mouth". Teniendo en cuenta que era la única cadena en toda Europa (Alemania comenzaría sus emisiones cinco años más tarde) éste es considerado el primer dramático televisivo europeo... pero no del mundo. "The Queen's Messenger" ostenta ese honor, emitida el 11 de septiembre de 1928 en la emisora X2XAD de Schenectady (Nueva York) adaptaba un texto sobre espías de Harley Manners. En ambos casos, no obstante, fueron emisiones experimentales, ninguna de las dos cadenas emitía de forma regular y el número de espectadores casi se podía contar con los dedos de dos manos (quizás podemos sumar los de los pies si me apuráis). La neoyorquina contó con tres cámaras, todo un lujo, pero la británica se tuvo que conformar con sólo una, lo que hizo agudizar el ingenio del realizador y el productor.  


BBC Radio había alcanzado prestigio pero también no pocas críticas por su excesivo formalismo y el uso de un acento casi académico. A finales de la década de los veinte había comenzado a ensayar con diversos sistemas televisivos pero de forma casi anecdótica. Cuando aquel día de julio un pequeñísimo grupo de espectadores, entre los que se encontraba el Primer Ministro Ramsay MacDonald, estaba dispuesto para ver qué era aquello de la "ficción televisiva", nadie estaba seguro de que ese invento pudiera tener futuro. Pero en el minúsculo estudio preparado en las oficinas de la compañía de John Logie Baird en el 133 de Long Acre, Londres, un pequeño grupo de valientes pioneros se preparaba, con tanta ilusión como nervios, para representar en directo y a la hora del té el drama de Luigi Pirandello "El hombre con una flor en su boca". 


Cualquiera que se acercara a esa habitación donde se apiñaban los tres actores, el director, el productor, el narrador y varias personas más que se encargaban de cuestiones técnicas, se sorprendería. Y no por el ajetreo y los nervios, ni por el tablero de ajedrez que se deslizaba sobre un tablero para separar las escenas, ni por los expresionistas dibujos de C.R. Nevinson para representar los escenarios... lo que más llamaría la atención sería el ridículo maquillaje: amarillo para la cara, azul para los labios. El sistema televisivo del pionero Baird, elegido temporalmente por la BBC para estos experimentos, disponía sólo de 30 líneas de imagen así que los actores debían ir pintados de esa manera para que el espectador pudiera distinguir sus rasgos. Ahora haced un esfuerzo y pensad que hasta hace bien poco se usaba el sistema de 625 líneas en nuestros televisores y entenderéis que para ver aquello, la escasa audiencia tenía que prestar mucha, mucha atención. 
   Los actores Earl Grey y Lionel Millard, con la participación de Gladys Young, fueron dirigidos por Val Gielgud, director de los dramas radiofónicos, y Lance Sieveking, también productor. La brevedad del texto y la sencillez de su puesta en escena fueron las razones para su elección. Tan sólo se podía ver el rostro de un actor así que se iban turnando en la única silla disponible y un tablero de ajedrez separaba sus largos parlamentos. A pesar de lo precario del asunto, los periodistas y personalidades invitadas a presenciar el evento lo calificaron de éxito. 

   Por supuesto no se conserva grabación pero en 1967 un técnico de Granada TV realizó una recreación con una réplica del sistema Baird que él mismo había reconstruido. Parte de estas imágenes se usaron para un documental sobre la historia del medio. Unos años más tarde la propia BBC reunió a los supervivientes para explicar cómo se realizó la hazaña. 


Los presentadores del "3x4"

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Un magazine articulado bajo la fórmula de un concurso. La premisa suena rara pero si a finales de los ochenta veías la tele, eso no te resultaba tan extraño, esa fórmula era la del "3x4" que se emitía de lunes a viernes a mediodía en La Primera (más adelante por la tarde y en la 2 pero esa es otra historia). Uno de aquellos originales inventos salidos de la factoría de producción de TVE Catalunya que hicieron fortuna en esa época y que muchos echamos de menos. El concurso aderezado con entrevistas y reportajes (del que ya hemos hablado aquí varias veces) hizo popularísima a su primera presentadora, Julia Otero, en su estreno nacional y asentó la carrera de Isabel Gemio a la que habíamos visto en distintos espacios desde su debut en el infantil "Los Sabios". Si preguntamos a cualquier espectador habitual de TVE quién presentaba este programa, sin duda recordarán a estas dos comunicadoras pero... no fueron las únicas. Julia presentó la temporada 88/89 e Isabel la del 89/90 pero hubo otros, todos chicos, por cierto. Recordemos a los que se pusieron al frente... aunque fuera una sola vez. 


Jordi Hurtado. Sí, no hay error. El eterno tahúr de TVE, que sigue en activo gracias al longevo "Saber y Ganar", fue en realidad ¡el primer presentador del "3x4"! Ahora bien, esta aseveración tiene truco. Cuando Jordi se ocupó de esta tarea no se podía ver en todo el país. "Tres per Quatre" fue una de las primeras apuestas de la televisión matinal para el circuito catalán de TVE. En la desconexión de las 12.30 a 13.30 los centros territoriales emitían un magazine previo al informativo y éste fue el inicio del que, años después, sería uno de los concursos más famosos de su época. En aquellos primeros pasos, el espacio tenía más de magazine que de juego y, además, incluía secciones típicas de la programación matinal como cocina o estética y, atención, también alguna serie (como harían más adelante "Por la mañana" con Jesús Hermida o "El día por delante" con Pepe Navarro). Esta primera etapa duró entre 1986 y 1988. 


Constantino Romero. Otro experto en concursos en distintas cadenas, un profesional polivalente y perfecto siempre en cualquier oficio (radio, televisión, teatro musical, doblaje) que sustituyó en el verano de la primera temporada nacional, 1988, a la titular, Julia Otero. Él, además, había sido el primer concursante "en directo" en el segundo programa. El primer día, otro insigne miembro del equipo del director Sergi Schaaff ejerció de concursante pero en fragmentos grabados. Hablamos de Juanjo Cardenal, la voz de las preguntas de "Si lo sé, no vengo" y "Saber y Ganar"; de aquella emisión histórica hemos hablado aquí. Romero ya era entonces muy popular gracias a "El tiempo es oro", otro producto Schaaff. 


El relevo veraniego de la Gemio fue Jordi González. A mediados de junio de 1990 apareció junto a la propia Isabel para anunciar que durante un mes se encargaría de presentar el programa durante las vacaciones de su compañera. No obstante, Jordi ya había conducido este espacio en enero mientras se preparaba una nueva etapa, con cambio de decorado incluido. El hoy famoso miembro de la plantilla de Telecinco, había debutado en TVE Catalunya con "La Palmera" un par de años antes tras una intensa trayectoria en Radio Barcelona (Cadena SER). En 1991 regresaría con ese título pero para toda España. 


Y, para finalizar, una sorpresa: la que se llevaron los televidentes (y posiblemente el propio locutor) cuando vieron a Xavier Ubach el 30 de mayo de 1990 saludándoles mientras explicaba que Isabel Gemio había sufrido una ligera indisposición y sería él quien tendría que asumir el cargo de forma excepcional. Ubach (del que hemos hablado aquí) era la Voz del programa, quien hacía las preguntas al concursante pero tenía una larga experiencia en los estudios de TVE en Miramar primero y Sant Cugat después. Había llegado en 1973 y su presencia fue habitual en los informativos siendo uno de los pioneros en los noticiarios en catalán. El día que tuvo que suplir a Isabel, Xavier se presentó ante la audiencia tan nervioso como humilde. 

Aquí tenéis una muestra del trabajo de estos sustitutos de lujo:


"Boa noite", el primer programa de TVG

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El 24 de julio de 1985 la Televisión de Galicia inauguraba sus emisiones con una programación en pruebas. Hasta el lunes 2 de septiembre, sólo se emitirían dos avances informativos, de apenas seis minutos, y una película por la noche. Ese día en el que comenzaba la etapa de emisiones regulares, la carta de ajuste aparecía a las 19.30 y, ya de noche, se ponía en marcha el primer programa de producción propia de la historia de la tele autonómica gallega: "Boa Noite" (Buena noche). Estaba realizado por Pedro Amalio López, un veteranísimo de la televisión en nuestro país que ya había participado en la inauguración de TVE. Allí se mantuvo hasta 2000 pero había sido "despedido" por Calviño en 1983, etapa que aprovechó para ayudar a la primigenia TVG. En el 86 fue requerido de nuevo por Pilar Miró, nada menos que como director de producción de programas. 


"Boa Noite" era un "Estudio Abierto" pero realizado en los estudios de TVG en Santiago de Compostela. Ni más ni menos. Entrevistas y música en un ambiente entre formal y distendido. Un formato clásico sin grandes requerimientos técnicos, perfecto para entrenar a un equipo novato pero con mucha ilusión. El famoso comunicador de origen gallego Pepe Domingo Castaño regresaba al medio tras el final de"300 millones" dos años antes. Reconocía que este trabajo suponía un reto que asumía con gran emoción: "Hoxe estase a facer realidade un dos maiores desexos de quen os fala" (Hoy se hace realidad uno de los mayores deseos de quien os habla). Para su debut ante la audiencia de su querida Galicia, contaba en el set de entrevistas con Chicho Ibáñez Serrador, Emilio Aragón y la artista coruñesa Rosalía Dans (que en aquel momento era muy conocida por su participación como actriz en la serie "Los gozos y las sombras"). La música la ponían Bertín Osborne, Love Machine y el grupo folk A Lúa. Aquel día, las gradas estaban ocupadas por trabajadores y familiares de la cadena, era una jornada histórica y muchos querían estar presentes. 


A pesar de las esperanzas de Pepe Domingo, la cosa no funcionó. Apenas duró unas semanas en la silla de presentador. La prensa no fue muy amable y él, muchos años después, asumía que su gallego "no era totalmente normativizado, así que preferí dejarlo" (declaraciones a "El Correo Gallego" en 2002). Fuera él quien decidiera abandonar o la propia directiva la que le invitara a hacerlo, el caso es que su sucesora fue la famosa actriz María José Goyanes, madrileña... pero que por aquel entonces vivía en A Coruña con su marido, el director y productor teatral Manuel Collado. Quizás fuera idea de Pedro Amalio, que conocía bien a la intérprete gracias a los muchos trabajos que habían compartido en Prado del Rey, entre ellos un "Don Juan" del que la Goyanes fue Doña Inés. Desde luego, era un buen reclamo para los espectadores, tenían en su nueva tele a una famosa nacional que, además, hablaba gallego y que había sido rebautizada para la ocasión como María Xosé. Ella aportó no sólo su presencia escénica y una clara complicidad con el realizador, además se mostró cariñosa con los invitados, dispuesta a la sorpresa y a la carcajada natural. Un descubrimiento que la audiencia nacional se perdió y que fue apenas un espejismo porque el 17 de febrero de 1986 hubo un nuevo relevo en la presentación. 


Desde esa fecha y hasta el final del programa fue Xosé Ramón Gayoso quien se encargó de la tarea. Ya estaba presentando el magazine diario de la tarde, "Entre nós", así que no buscaron lejos. Abogado de formación (ejerció una temporada en Madrid), campeón de España de martillo en su juventud, cantante del dúo Keltia... debutó ante las cámaras el propio día de la inauguración de TVG y hasta hoy, siempre ha estado presente en su parrilla. Desde 1992 presenta el mítico musical "Luar", todo un récord. "Boa Noite" fue su primer cometido importante, sustituir a dos reconocidos profesionales como Pepe Domingo y María José, conocidos en todo el país, no tuvo que ser cosa fácil pero era el candidato ideal, una vez superados los primeros meses y afianzado el formato. Gallego de pro, su forma de acercarse a los invitados no tenía nada que ver con la de sus antecesores. Mucho más tímido y con poca experiencia, su humildad fue su gran baza. Humildad que mantiene hoy y que le ha convertido en uno de los comunicadores más queridos en la comunidad. 


Treinta y seis semanas se mantuvo en antena "Boa Noite" con invitados de renombre en todo el país: Francisco Umbral, Encarna Sánchez, Laura Valenzuela, José Luis Dibildos, Matías Prats, Alfredo Amestoy, Luis Cobos, José María García y José María Íñigo , entre muchos otros, y las actuaciones de Lola Flores, Sara Montiel, Ángela Carrasco, José Luis Perales, Sergio y Estibáliz, Los Inhumanos... 
   Quizás esa fue su mayor rémora, lo que constituía un gran atractivo para el televidente, ver a gente popular en un plató gallego, no aportaba nada distinto de lo que podían ver en La Primera o en La 2, más allá de la localización y alguna pregunta sobre su relación con Galicia. Tan sólo cuatro días más tarde se había estrenado "Ruada" que era lo mismo pero sólo con invitados de la tierra y, posiblemente, eso tenía más sentido en una cadena autonómica. 
   "Boa Noite" ha pasado a la historia de TVG como su primer programa de producción propia y, ahora que se cumplen 35 años de la inauguración de sus emisiones, es justo recordarlo. 

Fotos cedidas por el Departamento de Prensa de TVG. Todos los derechos reservados. 
Principal fuente consultada: "25 años de TVG" de Arturo Maneiro.

Las series de verano en las mañanas de La Primera

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Vanessa Angel en la versión televisiva de "La chica explosiva"

Hubo un tiempo en el que los magazines matinales se tomaban un (merecido) descanso veraniego y su lugar era ocupado por series infantiles y juveniles. En el caso de la Primera de TVE, María Teresa Campos solía despedirse a finales de junio y el lunes siguiente la parrilla se alteraba por completo. Una combinación del programa infantil de turno ("Club Disney" o "TPH Club", por ejemplo) a primera hora, con breves presentaciones dando paso a dibujos animados (el sábado ya tendrían su versión larga con juegos, secciones, reportajes...) con series supuestamente juveniles. Utilizo el supuesto porque desde mediados de los noventa y hasta bien entrados los 2000, "La chica explosiva" ocupaba esa franja y su machismo hoy llama la atención. Desde luego, no era un buen contenido para una audiencia joven que, quizás (sólo quizás), podría pensar que cosificar a la mujer del título no tenía nada de malo. Breve resumen de su trama: dos pringados de un instituto, Gary y Wyatt, en respuesta a su nulo éxito con las chicas y los abusos de los populares de la clase, deciden crear a la fémina perfecta con su ordenador (con qué motivo no está claro) pero una tormenta provoca que su simulación se haga real (Elsa Lanchester años noventa, vaya). Ese "robot" de aspecto realista tiene "poderes cibernéticos" (sic) y les ayuda a cumplir sus sueños. La serie está basada en una peli de 1985 y se estrenó en USA Network en 1994. Tuvo cinco temporadas y aquí era un clásico del verano pero también se emitió en las tardes invernales de la 2 y, posteriormente, en las mañanas de Antena 3. 

"Rompecorazones", dramas en un instituto australiano

Durante un lustro, "La chica explosiva" hacía tándem (y muy exitoso) con la australiana "Rompecorazones" ("Heartbreak High"). Estrenada en la cadena Ten en 1994, tardó apenas unos meses en llegar a TVE. En su momento de mayor apogeo se podía ver en unos 25 países. Ese triunfo internacional fue también su espada de Damocles; en 1999 la otra cadena australiana, ABC (que la había robado a su competidora dos años antes) ligó su renovación a la venta de derechos internacionales. Los tiempos televisivos estaban cambiando e importantes cadenas, como la BBC, decidieron no comprometerse para la nueva temporada, Se paralizó la producción... y hasta hoy. Algunos actores vinieron a España a promocionar la serie y, de paso, a ellos mismos en una gira europea con la que buscaban, sin disimulo, nuevos socios para la renovación.
   Si su antecesora en el horario era frívola, superficial y con unos valores dudosos, "Rompecorazones" tuvo éxito porque lo merecía. Trataba temas comprometidos y poco habituales en series de adolescentes con difusión internacional, generalmente más superficiales y blanditas. Los protagonistas eran chavales de un instituto marginal de Sidney así que todos tenían problemas, no sólo en clase, sino también en casa. El elenco era multirracial (pero no por corrección política sino por realismo) y se enfrentaban a su complicada situación como buenamente podían. Los profesores no eran personajes maniqueos y, desde luego, tampoco eran perfectos así que no siempre sabían ayudar. Su origen también es fílmico, "The Heartbreak Kid" (1993), protagonizada por Alex Dimitriades que también estuvo en la primera temporada de la serie.

"Las gemelas de Sweet Valley", una encantadora... la otra no tanto

Otras de las habituales de este bloque, titulado durante varios años "Estamos de vacaciones", era "Las gemelas de Sweet Valley". Producida entre 1994 y 1997 para emitirse directamente en sindicación (la compraban las emisoras locales y no las grandes nacionales) fue un éxito no sólo en EE.UU sino también en Sudamérica y unos cuantos países europeos, entre ellos España donde se pudo ver en TVE y en Antena 3 en distintos horarios. Su estreno en la pública en 1995 la estableció como fija de las mañanas veraniegas y de las tardes de la 2 en la temporada de otoño. Basada (lejanamente) en unas novelas juveniles que comenzaron a publicarse en 1983, estaba protagonizada por la cariñosa y responsable Elizabeth y su gemela Jessica, más frívola y egoísta. Cynthia y Brittany Daniel las encarnaron respectivamente. Brittany ha continuado su carrera actoral (o al menos lo intenta) mientras que su hermana sólo volvió puntualmente a ponerse ante las cámaras en la sitcom "Aquellos maravillosos 70" donde su gemela tenía un papel recurrente. 

Barbara Alyn Woods y Peter Scolari en la adaptación para TV de "Cariño, he encogido a los niños" 

Hasta que en 2002 todas estas producciones se pasaron a la 2 (dentro del "TPH Club") y La Primera comenzó a emitir telenovelas y cine, series de todo pelaje pasaron por el contenedor juvenil de la pública: "Reporteros con clase", "Cariño, he encogido a los niños" (basado en la película de Disney y su secuela protagonizadas ambas por Rick Moranis), "Loca Academia de Policía"... y reposiciones de títulos ya vistos en las tardes como "Xena, la princesa guerrera" (de la que hemos hablado aquí), "El joven Hércules" (con un Ryan Gosling de 18 años) o "Lois y Clark, las nuevas aventuras de Superman". Incluso una estrenada en el prime-time, "Kung Fu, la leyenda continúa", en 1995 también pasó por las mañanas tres años más tarde aunque quizás el caso más curioso sea el de la ida y vuelta de "Los vigilantes de la playa". Estrenada en 1991 en TVE, pasó a las tardes de Antena 3 y a finales de la década regresó a La Primera para emitirse a eso de las 12 H en "Estamos de vacaciones" y en 2002 también se pudo ver en el segundo canal. 

   Hasta las 14 H, que comenzaba el Informativo Territorial, los chavales de los 90 podían ocupar sus mañanas, entre ejercicios de Vacaciones Santillana y la tele hasta que pudieran acercase al mar, el río o la piscina. Aquellos que no tenían ninguna de esas posibilidades, podían refrescarse con los dramas de institutos de EE.UU y Australia, flipar con héroes de espada y brujería moviéndose en decorados de cartón-piedra o ver a un artrítico David Carradine enseñar artes marciales a su hijo. Todo muy variadito. Al menos no estaban sometidos a sucesos y cotilleos...

"Xat.TV", el debut de Leticia Dolera

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En 1999 las tardes del circuito catalán de TVE en Cataluña tenían un programa rompedor. Para empezar, estaba destinado a la gente joven, una audiencia que, históricamente, la tele no ha sabido muy bien cómo manejar. Entre las 19 y las 19.30 tres jóvenes presentadores, todos debutantes, se dirigían a gente de su edad, con su propio lenguaje, sin forzar una actitud que, desgraciadamente, es lo habitual en espacios pensados para ese target. El título del programa era "Xat TV"y los presentadores: Olaya Martín, Lluís Marquina y, la más joven, Leticia Dolera. 20, 19 y 18 años respectivamente. Este fue el debut de la hoy reconocida actriz y directora audiovisual. Y no lo hizo nada mal, de hecho, al finalizar la temporada en 2000, ya había sido fichada para la serie de Tele 5 "Al salir de clase", en la que trabajó dos años. Olaya ha seguido su carrera como actriz, no con tanta repercusión como su compañera, pronto se la podrá ver en "Hit" de TVE. En cuanto a Lluís, es una de las estrellas de TV3 donde en las últimas temporadas ha hecho de todo. Actualmente se le puede ver en la segunda parte del magazine de tarde "Tot es mou", demostrando que las primeras armas que había mostrado en Xat son hoy todo un arsenal. Además, el programa contaba con el reportero David Achell que, según ellos mismos decían, hacía "reportajes salvajes". Durante años dirigió "Gavà TV" y hoy gestiona una agencia de comunicación. El programa estaba dirigido por Lluís Ondarra y Joan Albert Planell (Los Lunnis) y entre los guionistas estaba, atención, Albert Espinosa antes de su pelotazo con "Planta 4ª" (Antonio Mercero) y la serie "Pulseras rojas".  
   Entrevistas, demostraciones en plató, reportajes... todo en un ambiente muy distendido y con evidente complicidad entre los conductores. Un plató informal, sin grandes montajes, apenas una cortina con un elegante desteñido gris y el logo del programa impreso. Una mesa, varios sofás... no se necesitaba más, discreto pero no cutre y, desde luego, muy práctico. Además, había un elemento que lo destacaba con respecto a otros programas y en el que fueron muy innovadores: un chat activo desde las 18 y hasta las 21 y que comunicaba a los espectadores entre sí y con el programa. Algunos programas de radio ya estaba usando esto, que todavía no era definido como red social, pero en televisión no se había explotado de esta forma. Se había puesto de moda enviar mensajes por teléfono a un coste nada barato para que después se sobreimpresionaran durante la emisión en directo pero este chat iba más allá, era una vía de comunicación directa con el público y permitía que la audiencia creara una comunidad. En definitiva, el Xat del título en catalán era real. Una pena que este formato no consiguiera una difusión nacional en la 2.  

"Mar a mar", desde A Toxa para el mundo

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El 20 de junio de 1991 comenzaba en TVG el programa estrella para la programación de verano, una superproducción para una autonómica que apenas llevaba seis años de emisiones. "Mar a mar" era un musical con grandes estrellas nacionales e internacionales grabado en Illa da Toxa, un espectáculo de altura ideado por la cadena gallega pero que era incapaz de asumir por sí sola. Los 178 millones de pesetas del presupuesto total (según "El País") fueron compartidos por las cadenas de la FORTA (Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos) excepto TV3. Esta unión de las teles regionales no era suficiente, así que se negoció la participación de la RTP (Rádio e Televisão de Portugal) y, atención, de la mismísima TVE. ¿Cómo es posible que la cadena pública nacional colaborara con los canales que le hacían la competencia desde mediados de la década anterior? En realidad, el Ente (todavía lo era) emitió este programa en su Canal Internacional, no se veía en España de tal modo que no interfería en la emisión en las comunidades autónomas y podía presumir de poderío fuera del país, solución que satisfizo a todos. Gracias a eso, no obstante, el programa "Cachitos" de La 2 ha podido recuperar recientemente actuaciones de ese espacio, para sorpresa de los espectadores gallegos que no entendían cómo era posible que se rescataran imágenes de su tele en otra cadena distinta. 


El decorado de Suso Montero se asentó sobre un escenario a pie de mar, en una zona perteneciente al Gran Hotel de La Toja (como se decía entonces). Según el libro "25 años de TVG" de Arturo Maneiro (Editorial Compostela, 2013), la escenografía "imitaba una típica batea de la ría (...) con un coste de 5 millones de pesetas, con iluminación diseñada por Valentín Álvarez, en la que también se utilizaron efectos pirotécnicos, con un presupuesto de 22 millones de pesetas". Se grabó a principios de junio y, según el mismo autor, "siempre a partir de las diez de la noche para aprovechar los cambios de luz entre el ocaso y la noche". El director era Manuel Abad, un veterano que sigue codirigiendo y realizando el mítico "Luar" cada viernes desde hace más de dos décadas. El realizador era otro insigne de la casa, Rubén G. Loureda. La TVG mostró a medio país (y parte del mundo) que sus trabajadores eran competentes profesionales y, además, unos artistas. 


El programa no tenía un presentador común, por razones obvias: la lengua. Marisa Álvarez fue la elegida para TVG, Ramón García (que ya había sustituido a Mayra en "La Ruleta de la Fortuna" el verano anterior y que en septiembre saltaría a TVE para suceder a Jordi Estadella en "No te rías que es peor") y el actor Pepe Sancho para Telemadrid, Canal Sur, Canal 9 y TVE Internacional. 


Entre los artistas que pasaron por aquel escenario con la ría de Arousa de fondo estaba lo mejorcito de la época: nacionales como Los Secretos, Miguel Bosé, Los Panchos, Fangoria, Seguridad Social, Loquillo y los Trogloditas e internacionales como Joe Cocker, Boy George, Elton John, Bob Geldof y Los Panchos (de nuevo según "El País").  
   El título se usó en otras dos ocasiones pero no podemos considerar que fueran dos nuevas etapas del mismo porque no se emitió en la FORTA. Se usó un nombre que era mítico en la historia de TVG y, aunque el formato no era muy distinto, aquello ya no era lo mismo. En 1998 se realizó desde la Estación Marítima de Vigo con la presentación de Patricia Pérez y Tacho González y en 2000 desde Cambados y Sada con Beatriz Manjón, Nuria Gómez y el cantante Juan Pardo al micrófono. En ambos casos dirigió y realizó Manuel Abad. Como detalle curioso, el 25 de julio de 1991 se reaprovechó el decorado y el equipo de dirección y realización para emitir el especial de la fiesta del Apóstol y la Patria Galega sólo con artistas gallegos. 

Fotos cedidas por el Departamento de Prensa de CRTVG. Todos los derechos reservados.

¿Qué ponen hoy? 23 de agosto de 1970

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Tal día como hoy hace cincuenta años también era domingo. Aquellos que tuvieran un televisor en casa podían disfrutar de dos cadenas o, mejor dicho, de una y media. La principal ni siquiera tenía nombre, era TVE, no necesitaba más, y la otra era la UHF, "el canalillo", cuya programación comenzaba a eso de las 18.15 H y ni siquiera se podía ver en todo el país todavía. Su hermana mayor iniciaba las emisiones a las 10.15 con la Carta de Ajuste. El resto de la semana el primer programa aparecía a eso de las 14 H ("Panorama de actualidad") y en la "otra" casi a las 20 H. 
   Como es domingo, la Santa Misa es lo primero, seguida de un concierto de música clásica y el programa deportivo "En directo" que retransmite los Campeonatos de España de Natación y Saltos desde Zaragoza. A continuación, el programa de los "milagritos", "Club mediodía", solidaridad para los más necesitados con Bobby Deglané, Marisol González y Mario Beut (de él ya hemos hablado aquí). 
   Vayamos con la programación de tarde, tras el Telediario (que en esa época recibía el nombre de "Noticias a las tres"), un curioso programa de Alfredo Amestoy, "Puerta grande" que según la revista TP (a la que pertenecen estas páginas): "ofrece un reportaje sobre la invasión turística en busca de un mensaje de sol y de paz". Toma castaña. "Daniel Boone", serie western y "Carrusel del domingo" formaban la programación infantil-juvenil si bien el espacio de Félix Rodríguez de la Fuente, "Vida salvaje", también acaparaba la atención de los chavales aunque no fuera su único target. Los niños podían pasarse al UHF para seguir viendo dibujos animados mientras en el "Primer programa" se retransmitía el Gran Premio Hípico. Un poco más tarde, nueva conexión con las piscinas de Zaragoza y en la segunda cadena había documental y un western mudo. 
   A las 20 H, "Fórmula todo", un espacio que había comenzado el pionero Jesús Álvarez y que ocupaba toda la tarde dominical pero que, tras su muerte el 17 de marzo, había quedado reducido a una hora y media. Presentaban Blanca Gala (la primera presentadora de un informativo en España) y Adolfo Rivas. 

El prime-time (que en los setenta no tenía ese nombre, por supuesto) estaba ocupado por el Telediario, el resumen de la jornada hípica y una comedia relativamente reciente, sólo tenía once años, casi un estreno: "Me enamoré de una bruja" con Kim Novak y James Stewart. En UHF, mientras tanto, el documental "El mundo en acción" (no confundir con "Mundo en acción", la serie de Miguel de la Quadra Salcedo que se estrenaría seis años más tarde), "Noticia-2" (breve informativo con reportajes aprovechados del Telediario) y "Festival", una selección de actuaciones de los programas musicales de la época. La parrilla se completaba con el informativo de autor "24 horas" (un invento de Martín Ferrand) y el anuncio de la programación del día siguiente. Los noctámbulos y trabajadores del turno de noche no podían valerse de la tele para pasar las horas. 

De chica del tiempo a ganar el Oscar

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Eran las "Today Girls", las "chicas" del primer programa matinal de la historia de la televisión, el "Today Show" de la NBC. Sus labores dependían de sus habilidades, podían ser redactoras, productoras, cantantes, colaborar en las presentaciones, actuar de secretarias... Parece poca cosa pero en 1952 esto supuso todo un avance, por primera vez las mujeres aparecían en un espacio informativo aunque fuera en labores secundarias. Pasarían años, décadas, hasta que una mujer, por ejemplo, pudo presentar un informativo en prime-time y, precisamente, fue una "Today Girl" pero esa es otra historia que ya hemos contado aquí. Hoy nos ocupamos de la primera de todas ellas, Estelle Parsons, una aspirante a cantante de una pequeña población de Massachusetts que se enteró por su compañera de piso de que en la NBC estaban buscando gente para un programa nuevo. Ella había llegado a Nueva York poco antes así que estaba a la caza de un empleo, aquello podía ser una oportunidad para ganar dinerín y seguir luchando por su sueño. En septiembre de 1951 fue contratada por la cadena para preparar el proyecto que se convertiría en toda una franquicia. El 14 de enero de 1952, cuando Dave Garroway saludó a los pocos espectadores que en aquel momento decidieron enchufar su televisor a primerísima hora de la mañana, Estelle estaba en el plató-redacción cortando teletipos y haciendo llamadas. Su puesto oficial era el de ayudante de producción y una de las tareas encomendadas era contactar diariamente con el Departamento Meteorológico de EE.UU en Washington para conocer las temperaturas de ciudades de todo el país y luego escribirlas en una pizarra bien visible en el decorado junto con la previsión: soleado, nublado, lluvioso... 

En realidad, era el propio Dave Garroway el que hacía una somera predicción del tiempo sobre un mapa del país pero la intervención de Estelle con los datos recabados del servicio oficial la convierten en una clara antecesora de las chicas (y chicos) del tiempo habituales en estos espacios matinales. No era esta la única función de Estelle en el programa. Enseguida fue requerida para hacer conexiones en directo desde el exterior e incluso fue la primera mujer reportera de televisión en una convención política (la Demócrata de 1952). Su entendimiento con el presentador era tal que poco a poco fue ganando papel (aunque sin títulos oficiales ni aumentos de sueldo). Eso unido a que no tenía vocación periodística la llevó a abandonar el trabajo. No obstante, unos años después regresó al plató para cubrir a Garroway en un período vacacional, lo que nos da una idea del buen sabor de boca que había dejado entre sus jefes y su habilidad natural ante las cámaras. 


En 1956 debutó en Broadway en un musical protagonizado, nada menos que, por Ethel Merman. Desde entonces continuó sobre los escenarios y no sólo en obras donde demostrar sus dotes como cantante. Con su segundo papel en el cine consiguió el Oscar a Mejor Actriz Secundaria. La película era "Bonnie y Clyde", toda una revolución en 1967. Al año siguiente volvió a estar nominada por "Rachel, Rachel". Su carrera incluye series, películas y, sobre todo, teatro donde también es una reconocida directora con varios Shakespeare a sus espaldas. Además ha sido directora artística del mítico Actors Studio. A pesar de este impresionante currículum es bastante desconocida para el público español excepto por un papel... el de madre de Roseanne en la serie de mismo nombre. A su edad sigue en activo y mantiene ese papel en "The Connors", el spin-off de "Roseanne" surgido tras el despido de la protagonista por unos polémicos tuits. En los últimos años ha regresado al "Today Show" para celebrar sus aniversarios. 


"Dinamo", deporte y música en un mismo programa

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¿Es posible mezclar deporte con música? Maria Gustafsson pensaba que sí y propuso esta curiosa mezcla de contenidos para un programa. El invento se llamó "Dinamo" y se emitió los lunes por la tarde en 1986. ¿Pero de qué manera se unían conceptos tan distintos entre sí? Atentos porque la cosa tiene miga: cada semana un grupo musical era elegido pero no sólo para actuar y presentar ante las cámaras sus últimos temas, que también, sino que además practicarían una disciplina deportiva poco habitual. Es decir, no íbamos a ver a un famoso cantante jugando al fútbol. 

Los chicos de "Olé Olé" vestidos para defender el honor de Marta Sánchez 

La propia creadora, guionista y directora, María, explicaba en marzo de aquel año en el programa infantil "Espejo Mágico" (presentado por Isabel Bauzá) que la pretensión era clara: "Es un programa para jóvenes que pretende plantearles alternativas para el tiempo libre, para el tiempo de ocio". La fórmula para unir música y deporte era, a veces un poco peregrina, en el caso de Barón Rojo o Aviador Dro era bastante fácil, ultraligeros y vuelo sin motor respectivamente, pero ¿cómo unes a Olé Olé (que presentaba nueva cantante, Marta Sánchez) con la esgrima o a Objetivo Birmania con el squash? Ahí entraba en juego la imaginación de los guionistas. Marta Sanchez respondería "naturalmente" a la pregunta de la presentadora por su supuesta práctica de esta actividad: "Porque soy muy romántica (...) Si recuerdas, la esgrima proviene del uso de la espada en  duelos y combates  para defender el amor de la bella amada y yo de pequeña me enamoré de D'Artagnan. Luego pasé a la época del feminismo  y me di cuenta de  que nadie iba a batirse en duelo por mí o sea que decidí aprender yo misma y me ha servido para muchas cosas." A ese equipo de creativos nadie les decía que algo era imposible. 

María Gustafsson y Marta Barroso, directora y presentadora respectivamente

La directora reconocía en la entrevista citada que la conexión "a veces es más remota. A veces, incluso, se basa en el ruido, por ejemplo un grupo  heavy se presta a un deporte ruidoso como algo de motos". Entre los invitados y los deportes "asignados" podemos destacar a Luz Casal y el automodelismo, Nacha Pop y el bowling, y Gary Low ("Colegiala") y el windsurf . La presentadora era la debutante Marta Barroso que ha ejercido el periodismo desde entonces fundamentalmente en el diario "ABC" y  también ha publicado algún libro. En cuanto a la ya mencionada directora, Maria Gustafsson, no es un nombre desconocido para los fans del "Un, dos, tres" porque fue una de las azafatas de la primerísima época del concurso, la de 1972 con Kiko Ledgard, pero con el pseudónimo de "Britt". Además, ya había trabajado con Chicho en "La Residencia" donde interpretaba a una de las internas de aquel tétrico lugar. En TVE también dirigió el infantil "Lápices de colores". Hace años regresó su país de origen, Suecia, donde ha publicado varios libros de intriga y suspense. El realizador del programa era su propio marido, Miguel Lluch. Hay que destacar su buen gusto en los videoclips y el ingenio para rodar (todo en formato cine, 16 mm) a los grupos esforzándose físicamente. Cada semana, y fueron 26, se montaban una película, siempre en exteriores y no sólo en la capital; el presupuesto (y la colaboración entusiasta de varias federaciones deportivas encantadas de que su disciplina saliera en la tele) les permitió viajar, por ejemplo, a Granada y Saint-Moritz. Todo esto suena hoy increíble pero en los ochenta no sólo era posible, era "lógico". 

En la web de Archivo RTVE podéis encontrar varios capítulos de la serie, aquí os dejo un par de ellos:

                       

Katharine Hepburn y Cukor reunidos gracias a la tele

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Katharine Hepburn y George Cukor formaron una de las parejas más estables de Hollywood. No me refiero a una relación sentimental, ni mucho menos, sino a su connivencia artística. Juntos, como director y actriz, tuvieron grandes éxitos como "Mujercitas" o "Historias de Filadelfia" (también algunos fracasos que no merece la pena mencionarlos) así que cuando la CBS los reunió en 1979 para una tv-movie, fue noticia. El proyecto era interesante y ambicioso porque suponía rodar en Gales durante varios meses. Se trataba de la adaptación de "El trigo está verde" de Emlyn Williams que en 1945 ya había sido llevada al cine con Bette Davis como protagonista. 

   Hepburn, por entonces con 71 años y aquejada ya por la enfermedad de Párkinson (temblores evidentes, por ejemplo, en "Adivina quién viene a cenar esta noche" en 1967) aceptó la propuesta, en parte por la historia pero, sobre todo, por el hecho de volver a trabajar con su querido amigo George. 

 No era la primera vez que la poderosa actriz trabajaba en televisión, era un medio que siempre había rechazado hasta el punto de que sólo acudió como entrevistada al mítico programa de Dick Cavett y hasta "ordenó" con simpatía (pero con mucha firmeza) que cambiaran una mesa del decorado. Su debut se había producido en 1973 con "El Zoo de Cristal" de Tennessee Williams para la ABC, uno de los programas de mayor audiencia de aquel año con nominación al Emmy incluida. Dos años más tarde y en la misma cadena se emitió "El amor en ruinas" junto a Laurence Olivier y esta vez se llevó el preciado premio televisivo. Cuando el 29 de enero de 1979 se estrenó su película con Cukor ya no era una debutante en la pequeña pantalla pero seguía mostrando cierto resquemor y sólo aceptaba ofertas que le parecían excepcionales. En este caso encarnaba a una maestra de escuela de gran fortaleza que era destinada a un pequeño y empobrecido pueblo minero galés para dar clases de literatura. A pesar de la dificultad del entorno encuentra un alumno con un extraordinario potencial al que anima a presentarse a una beca para Oxford pero... hasta aquí puedo leer porque merece la pena revisar este film para televisión. La obra recibió dos nominaciones al Emmy, una de ellas para Kat, y no es de extrañar. 
 
 

La accidentada inaguración del 44º Festival de Cine de San Sebastián

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La 44ª edición del Festival de Cine de San Sebastián se iniciaba el 19 de septiembre de 1996. Canal Plus emitiría la ceremonia de apertura en directo, por eso su magazine "Lo + Plus" había comenzado un poco antes y duraría menos de lo habitual. Ese año el programa había trasladado su plató a la ciudad (como ya hemos contado aquí), la cadena se había volcado en la promoción del veterano certamen cinematográfico y sus cámaras se repartían por los puntos de interés. Máximo Pradera y Fernando Schwartz daban paso a Ana García-Siñeriz, encargada de los estrenos y noticias del séptimo arte en el propio espacio y presentadora de "Magacine", para introducir a los espectadores en la transmisión. Allí estaba ella, en la primera planta del Teatro Victoria Eugenia, cerca de los palcos donde se habían instalado varias cámaras. Lo que no se podía imaginar es que, apenas unos minutos después, la señal tendría que irse a negro. 

La ceremonia estaba presentada por los actores Rosana Pastor y Nacho Novo (en plena fama ambos) y la periodista Edurne Ormazabal, clásica del festival y que, tres años más tarde, sustituiría en la retransmisión de los Oscar a la Siñeriz por su baja maternal. Entre la audiencia estaban presentes Diego Galán, director del festival; el alcalde de la ciudad, Odón Elorza; el lendakari José Antonio Ardanza y la ministra de cultura, Esperanza Aguirre. Los conductores del acto daban paso al homenaje al director Eloy de la Iglesia, al que se le dedicaba una retrospectiva y... zas, el protocolo se fue a la porra. 

Apenas le dio tiempo al famoso creador a iniciar su discurso cuando el espectador televisivo comenzó a escuchar unos ruidos lejanos, el realizador pinchó un plano general y vimos que unos manifestantes habían invadido el escenario con unas pancartas. Era difícil leer lo que aparecía escrito en ellas pero lo que sí quedaba claro es que el público del teatro no apoyaba aquella protesta. Se escuchaban pitadas, pateos y unos gritos que, desde casa, parecían decir "¡Fuera, fuera!".


Primer plano de Eloy de la Iglesia desconcertado y mirando hacia los regidores entre bambalinas, como preguntando qué debía hacer. En esa imagen se colaban los intrusos y, de repente, imagen en negro con el logo de Canal Plus (una C acompañada del signo +, muy discreto, apenas visible) en la parte superior izquierda unos segundos y, a continuación, promociones de las películas programadas para los próximos días durante varios minutos. Vuelve la señal de la ceremonia y, de nuevo, se recibe al director reconocido con un aplauso atronador. Sus primeras palabras fueron "Me va saliendo mejor, ¿no?" con las que consiguió romper la tensión previa. Tuvimos que esperar a los informativos para saber qué había sucedido y, al día siguiente, la prensa lo explicaba pero brevemente. Decía el diario "ABC" que la fiesta había sido "únicamente interrumpida por la presencia de un grupo de apoyo a los presos etarras que hicieron el más grande de los ridículos al subir con sus pancartas y octavillas al escenario e intentar boicotear el acto". En aquellos años noventa esto no era raro y los medios intentaban no permitir la publicidad de la banda terrorista o la difusión de sus "reclamaciones", de ahí que evitaran explayarse sobre lo había sucedido al retomar la retransmisión. Posiblemente a Eloy, uno de los más afamados representantes del "cine quinqui" de los 80 y autor siempre atento a las marginalidades, este altercado le podría inspirar un nuevo film.

"The Brady Bunch Hour" o no todo vale

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"La Tribu de los Brady" es una sitcom eterna o así lo parece a tenor de sus múltiples reposiciones en medio mundo incluso hoy en día. No sólo eso, con la serie original todavía en antena se estrenó su versión animada y posteriormente generaría varias tv-movies, un spin-off que sólo duró un mes en 1990 y dos adaptaciones fílmicas a mediados de esa misma década que se movían entre la parodia y el homenaje. "The Brady Bunch" se emitió originalmente en la ABC entre 1969 y 1974 pero los que hoy tienen unos 30 años recordarán su reposición en las mañanas de Antena 3. Su cabecera ha sido imitada, recreada, plagiada y homenajeada cientos de veces y sus edulcoradas historias en las que la unión de la familia es la solución a todos los problemas parece apta para cualquier época (o no, si somos críticos con ciertos aspectos que demuestran que ha pasado medio siglo). Sin embargo, hubo un programa derivado de esta ficción que no sólo fue un fracaso de audiencia sino que es considerado, unánimamente, como uno de los peores de la historia de la televisión. 


"The Brady Bunch Hour" se presentó en la misma cadena que la serie original el 23 de enero de 1977. Estamos en el momento en el que los "variety-show" comienzan a decaer y los directivos más modernos van apartándolos de sus parrillas para centrarse en ficciones realistas. El formato de música y humor está íntimamente ligado a la televisión estadounidense desde sus inicios pero a finales de los setenta parecía agotado por puro abuso. Con estos precedentes era absurdo que este espacio viera la luz pero esa manía de exprimir la gallina de los huevos de oro hasta que incluso quede desplumada se ve perfectamente reflejada en este ejemplo. Para justificar el surrealista hecho de que esta familia protagonizara un musical en televisión el padre decidía abandonar su carrera como arquitecto (ejem) para permitir al resto de la prole que pusiera en marcha este show. Se trasladarían a una playa californiana y las dificultades para sacar adelante cada emisión serían motivo de ji ji ja ja en las presentaciones y sketches que aparecían entre canción y canción. Además de los cantantes y grupos invitados, el propio clan mostraría sus "habilidades" canoras con desastroso resultado. Si bien no era esa la pretensión, hoy en día esas "actuaciones" son las que producen carcajadas y no los supuestos chistes preparados por un equipo de guionistas. 


En principio se emitiría sólo cada cinco semanas, en rotación con las series "Nancy Drew" y "Hardy Boys Misteries" los domingos a las 19 h pero finalmente deambuló por otros horarios (menos familiares) como los lunes a las 20 y los miércoles a la misma hora. En realidad, daba igual, no funcionó en ninguna ubicación y el 25 de mayo de ese mismo año los jefes decidieron (ya era hora) cancelarlo. El más afectado de todo el reparto con el cierre era el menos esperado a priori, Robert Reed, el padre. Con una amplia carrera en teatro y televisión, Reed llegó a "The Brady Bunch" tras varios años de éxito en "The Defenders", una serie de abogados que planteaba temas polémicos, por ese motivo tuvo problemas con varios anunciantes (asunto que se recrea en un capítulo de "Mad Men"). Reed fue, además, uno de los fundadores del Actors Studio así que no es de extrañar que se quejara continuamente a los productores de la sitcom familiar de que sus tramas eran demasiado blandas y que debían apostar por seguir el camino de la productora MTM ("La chica de la tele", por ejemplo) en vez de permanecer inmutables a los avances de la sociedad. Curiosamente, cuando le llegó la propuesta del variety la abrazó con alegría sorprendente. Según su compañera Florence Henderson (la madre), una veterana cantante a la que este programa le encajaba perfectamente, él quería demostrar que, además de actuar, podía cantar y bailar. Al menos lo intentó...

El destino en sus manos

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Miércoles, 26 de abril de 1995. La Primera estrena a las 22.45 H un programa innovador, el primer fiction-show español. Una mezcla arriesgada en plena época de competencia con las cadenas privadas y con una lucha encarnizada por la audiencia que no permitía mucho experimento. No obstante, aquella temporada la pública quiso desmarcarse de temporadas anteriores y puso en su parrilla programas dignos de una tele pública, como "Un paseo por el tiempo" presentado por Julia Otero los jueves. El día anterior otra gran comunicadora radiofónica se encargaba de la apuesta más audaz: "El destino en sus manos".


¿Y qué era eso de un fiction-show? Una mezcla entre programa de entrenimiento y una ficción y eso no quiere decir que lo que pasara en el debate del plató estuviera guionizado. El espacio incluía una serie titulada "Mar de dudas" que finalizaba con opciones. Posteriormente, los invitados discutían sobre el disyuntiva de cada semana para ayudar a los espectadores a elegir una u otra. Era la audiencia la que decidía a través de llamadas telefónicas el devenir de la historia. 


La serie podía haber sido independiente, atención: su director era Manuel Gómez Pereira (con éxitos a sus espaldas como "¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?", "Todos los hombres son iguales" o "Boca a boca", que daba nombre a la productora del programa) y el guión era de Joaquín Oristrell (Goya por "Todos los hombres son iguales" y actual jefe de guión de "Cuéntame cómo paso"). El reparto estaba encabezado por una extraordinaria Cristina Marcos y la acompañaban, entre otros, Chema Muñoz, Toni Cantó, Fernando Guillén Cuervo y Candela Peña. Entre los secundarios merecen mención aparte unas magníficas Gloria Muñoz y Elvira Mínguez. Las tramas se desarrollaban en un centro de planificación familiar, lo que daba pie a tratar temas sociales polémicos. De ahí que cada episodio planteara un dilema moral. 


Gemma Nierga era por entonces una gran promesa que había demostrado su valía en radio y televisión en Cataluña. El año anterior, su "Hablar por hablar" había comenzado a emitirse en todo el país desde la Cadena SER (se inició en las emisoras catalanas) y contaba con una amplia experiencia en TV3 así que sabía cómo moverse en un plató y, desde luego, cómo moderar un debate. Además de manejar los tiempos de los cuatro invitados que defendían una u otra alternativa, se acercaba al público para pulsar su opinión. Nierga siempre ha sabido escuchar, ante un micrófono o con cámaras de testigo, y esa es una de sus grandes virtudes, por eso era perfecta para este formato. 


Los contertulios (que también podríamos llamar defensores y fiscales porque asumían su papel con entusiasmo) eran muy conocidos y provenían de campos tan diferentes como el cine, el periodismo, la política o la psicología. Podemos destacar a Javier Bardem, Antonio Resines, Charo López, María Barranco, Adolfo Marsillach, Mónica Randall, Chicho Ibáñez Serrador, Carmen Rigalt, Lorenzo Milá, Xavier Sardà, Ana Botella o Luis Rojas Marcos. En la última emisión fueron los protagonistas de la serie los que acudieron como invitados. 


En el propio decorado se ubicaba una centralita de llamadas (ignoro si era de pega o realmente funcionaba) para contabilizar los votos que se iban recibiendo decidiendo hacia dónde debía ir la serie y he ahí la parte innovadora que quizás no se supo entender en su momento. Por primera vez el espectador podía jugar en la tele a eso de "Elige tu propio aventura", una especie de juego de rol en directo que, teniendo en cuenta, los temas que se tocaban (malos tratos, embarazos no deseados, violaciones, relación entre una alumna y su profesor...) podían interesar a un público heterogéneo y ese poder de decisión atraería aún más a la audiencia. Un chico y una chica eran los portavoces de cada una de las elecciones e informaban de cómo se podían poner en contacto con el programa, del coste de la llamada (55 pesetas por minuto) y la evolución de la encuesta. ¿Reconocéis al muchacho? Efectivamente, es el actor Ernesto Alterio que aquel año había debutado en el cine con pequeños papeles en películas como "Belmonte" o "Morirás en Chafarinas". 


En fin, que todo pintaba bien, era una apuesta atrevida pero no suicida. Sin embargo, no funcionó. En su estreno no llegó a los dos millones de espectadores a pesar de ir precedidos por el programa de "Martes y 13" (más de cinco millones). En las siguientes semanas no consiguieron remontar pero se emitieron los trece capítulos contratados y la serie pudo tener un final. A toro pasado, varios responsables analizaron el fracaso (de audiencia) en el Anuario de GECA. Según Joaquín Oristrell: "No era un programa para prime-time porque nosotros pensábamos que eso exige más biquinis, más faldas, más concursos (...) En todos los casos, la televisión pública debería poner en este horario programas que alimenten el cerebro del espectador. Hay muchos días en la semana, un día podemos alimentar más el cerebro y otro la barriga pero este tipo de programas debe tener su hueco en las televisiones y más en las públicas".


Gemma Nierga asumía que quizás habían sido demasiado optimistas pero defendía el trabajo realizado por el equipo: "Con el programa se pretendía que los espectadores pensaran durante un par de horas. No era sólo un programa de entretenimiento, quizás pedía un poco de esfuerzo por parte del espectador (...) Los temas se han tratado con seriedad, nunca se ha hecho espectáculo ni argumentos fáciles. Hemos preferido la calidad, que los cuatro invitados del debate fuesen interesantes y entendiesen del tema que tratábamos". Desde TVE no había mucha autocrítica, más bien se echaban balones fuera, lo que no le resta razón al razonamiento de la productora delegada, Inés Rodríguez: "No estoy satisfecha con los resultados porque merecía tener más audiencia, ha sido un proyecto en el que ha trabajado mucha gente y en el que se ha apostado fuerte. Creo que debería funcionar porque es interesante y creo que no ha funcionado porque tenemos un país con un nivel intelectual y cultural bastante bajo y la gente prefiere ver otro tipo de cosas que no tienen la mínima trascendencia."
   Parece ser que la serie fue remontada, con los finales que había ido decidiendo el espectador, para volver a emitirla y darle así una nueva oportunidad pero de ese proyecto nunca más se supo. Lo que no se puede negar es el valor de pionero de "El destino en sus manos", puesto que se ganó con todos los honores si bien no obtuviera el respaldo popular. 

   Se puede ver el programa completo en la web del Archivo de RTVE:

"Llamada al corazón", el primer reality de TVE

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El jueves 16 de abril de 1964 un breve anuncio en la página de la programación de la revista "TeleRadio" anunciaba el estreno de un nuevo programa. Título: "Llamada al corazón". Dirigía Reynaldo Tettamanti, presentaba el gran Federico Gallo y se anunciaba un equipo de "informadores" de campanillas: Julio Camarero, Manuel del Arco, Enrique Rubio y Marino Gómez Barrios. Según la revista, órgano oficial de TVE, "se inicia hoy un programa quincenal que logrará atraer la atención de todos los espectadores". Nada sobre su contenido, sus propósitos, su temática. Nada. Tenemos que esperar dos semanas para que el televidente que se perdiera la primera emisión tuviera alguna pista sobre su materia. Para empezar, se retrasa media hora su comienzo por culpa del resumen de la Vuelta Ciclista a España. "Un programa espectacular, montado para remediar una oculta necesidad". 

En otra página de la citada revista (única en la que se informaba sobre televisión en aquel momento), se da cuenta del triunfo de la primera entrega con no poca grandilocuencia: "La maestra del pueblecito serrano de Horcajuelo de la Sierra vivió otra vez el cuento de "La Cenicienta", en esta ocasión en beneficio de sus alumnos, niños y niñas con ansias de aprender cosas nuevas y maravillosas. Una han aprendido ya: Televisión Española hizo el fabuloso milagro de, en menos de sesenta inutos, dotar prodigiosamente, en virtud de la generosidad de toda España, de toda suerte de comodidades y beneficios a estos niños privados de casi todo. Buen principio". En definitiva, se trataba de adaptar (sin reconocerlo) el radiofónico "Ustedes son formidables" de Alberto Oliveras y llamar a la solidaridad del espectador con personas que buscaban una ayuda. De hecho, comenzó emitiéndose el mismo día que su referencia de la radio y ante las críticas de prensa y espectadores, se decidió trasladar a los martes "por no perjudicar a terceros. Y ello a costa de tener que suprimir dicho espacio durante algún tiempo" según se decía en la citada publicación. Ahí también se aclaraba que no copiaba el "Formidables" sino que era una versión de un formato argentino del que se habían comprado los derechos hacía tiempo. 

En la segunda emisión el protagonista fue Plácido, un torero que había perdido una pierna en un accidente de automóvil pero que se empeñaba en seguir toreando a pesar de eso. El programa puso su historia como ejemplo de otros "inválidos" (sic) y, según contaba la prensa, el propio matador se enteró de que el espacio reclamaba ayuda para una asociación y un homenaje para él en el bar de Vallecas al que solía ir por la noche. Unos días después, el estadio del Rayo Vallecano albergaba un festival en su honor en el que participaron famosos como Arturo Fernández, Torrebruno o la cantante yeyé Rosalía. Una cámara de cine grabaría un reportaje que se vería en la siguiente entrega del programa. Las ayudas se canalizaban a través de seis líneas telefónicas de las que se ocupaban "hombres que trabajan en cargos públicos, cara a sus convecinos, en favor de ellos". Ocupaban su lugar en el plató, en vitrinas de cristal insonorizadas, un elemento de atrezzo muy eficaz usado en los telemaratones de todo el mundo.

En el número 335 de "TeleRadio" una crítica de Ramírez Pastor con el título de "La caridad en imágenes" comparaba la Gala especial a favor de la Asociación Española contra el Cáncer con este programa. Mientras que el primero tenía, según él, una intención loable pero pecó de "un exceso de "amateurismo", con evidente monotonía en su presentación al público (...) En cuanto a "Llamada al corazón", estoy firmemente convencido de que le hizo mucho daño el propósito de firme de abandonar toda apariencia lagrimógena. Ya en el guión se entretuvo, cosa insólita en nuestra pequeña pantalla, en proporcionar respuestas adecuadas a la mayor parta de reservas que se formularon en su día contra la edición inicial. Preocupados los realizadores por no ofrecer demasiada semejanza con determinado programa radiofónico, se dio un nuevo giro al que nos ocupa, que en esta ocasión más pretendía influir en el ánimo de los beneficiarios posibles que en el de los espectadores corrientes y molientes. Pero el salto fue demasiado brusco y sin hacer diana de manera perfecta, perdió las calidades de espectacularidad que en estos menesteres suelen perseguirse. La consecuencia fue dejar en la pantalla una sensación de frialdad excesiva, de intento malogrado, de dudas y vacilaciones en lo intencional, y hasta de no demasiado éxito en el auditorio invisible. Realmente, el espectador no sabía si se le estaba pidiendo una ayuda material a los inválidos o una palabra de aliento que moviera sus voluntades." Esta crítica es todo un documento porque el programa no se conserva y nos da una idea clarísima de lo que sucedió en sus dos primeros capítulos. Y aún añade más: "el espacio nació con unas características determinadas y el cambio de orientación ha sido excesivo en lo fundamental y demasiado rápido en el tiempo. Con ello se ha conseguido desorientar (...) De aquella abundancia de donativos y hasta de lágrimas en la primera noche, a la falta de referencias emotivas en la edición segunda". 

El programa continuó en su emisión los martes, tras la popular serie "Perry Mason", pero a las 23 H y con una periodicidad irregular, a veces quincenal y otras veces cada tres semanas. Se anunciaba como "una nueva llamada a la solidaridad". El versátil Federico Gallo compaginaba este programa con el exitoso "Ésta es su vida" que se podía ver cada domingo antes del musical "Gran Parada". De "Llamada al corazón" se ha escrito muy poco (o prácticamente nada) aunque debería ser reconocido como el primer reality-show de nuestra televisión puesto que se adelantó unos meses a "Reina por un día". La última emisión de la que tenemos noticia es del 21 de julio de 1964.

"La guarida del Dragón", los dibujos animados interactivos... o no

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En 1986 llegó a TVE una serie de dibujos animados que pretendía ser de lo más moderna pero que se quedaba a medio camino, "La guarida del Dragón". Basada en el videojuego "Dragon's Lair" cuyo diseño de personajes era del mítico Don Bluth. Estaba producida por Ruby-Spears Entrerprises y, desgraciadamente, el genial Bluth no tenía nada que ver con ella. 

Los protagonistas eran el caballero Dirk, la princesa Daphne (muy edulcorada para la televisión, huyendo de la sensualidad del diseño original) y el dragón Cinge. Ambientada en ese fantástico mundo medieval que el género de "Capa y Espada" estaba popularizando en la época y que poco tenía que ver con la realidad, tenía argumentos trillados y repetitivos. Varias veces a lo largo del capítulo el héroe se encontraba en una disyuntiva en la que , supuestamente, el espectador podía elegir entre distintas opciones. Según el anuario de TVE de 1987 la elección se realizaba "a través de un conocido sistema láser de los juegos de vídeo. Así se sabe cuáles son las consecuencias de su decisión y las que podrían haber sido de tomar otra". 

En realidad era una pregunta que se lanzaba antes de cada corte publicitario (que aquí no se producía y que en realidad era sustituido por un fundido a negro) en la que el narrador explicaba cuál era la decisión "correcta" (la que generalmente tomaba Dirk) y por qué las otras no lo eran, presentando las consecuencias. Vamos, la traslación cutre a la pantalla de la interactividad de los videojuegos. Algo similar se llevaba años haciendo a través de los famosos libros de "Elige tu propia aventura". La serie se emitió originalmente en EE.UU. en la ABC entre 1984 y 1985, sólo trece capítulos que, unidos al vídeojuego del 83, generaron un culto que ha sido alimentado por el propio Bluth a lo largo de estas décadas. Se ha anunciado una película de imagen real protagonizada por Ryan Reynolds pero han sido tantos los proyectos relacionados con este título que finalmente no se han llevado a cabo que uno duda. Ya veremos. 


"Patrulla de tráfico", la primera serie emitida en TVE

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La primera serie que apareció en la pantalla de TVE no fue de producción propia, era demasiado pronto para poner en marcha algo tan ambicioso en una tele que, prácticamente, se había inaugurado alargando su período de pruebas. Estamos en 1957, apenas unos meses después del inicio de emisiones regulares, y todo era nuevo, la gran mayoría de los profesionales que estaban en el Paseo de la Habana trabajando en aquel nuevo invento no habían visto nunca televisión y, desde luego, no se les había pagado un viaje a Londres, París o Roma para ver cómo se las apañaban allí. Quizás sorprenda saber que esa ficción no se emitió de forma independiente sino dentro de un programa de título "La hora Philips" y que estaba patrocinado, oh sorpresa, por esa marca fabricante de televisores. 


Philips pagaba el programa al completo y fueron ellos los que se trajeron "Patrulla de tráfico", una serie que había comenzado su emisión en EE.UU. en octubre de 1955 con el sistema de la sindicación, es decir, no se producía para una cadena en concreto sino que la pagaban las propias emisoras locales. "Highway Patrol" (su título original) tuvo un despegue extraordinario en su debut, segundo puesto en las listas de audiencia, sólo por debajo de "Te quiero, Lucy". El protagonista era un veterano actor de cine, Broderick Crawford, que había conseguido el Oscar en 1949 por "El político". Se mantuvo cuatro años en antena y casi puedo asegurar que sus 156 episodios se emitieron al completo en TVE. 
   Por cierto, "La hora Philips" estaba presentado por María José Valero y consistía, básicamente, en actuaciones musicales, la mencionada serie, y un espacio periodístico presentado por Victoriano Fernández Asís llamado "La figura de la semana".

Aquí tenéis uno de aquellos capítulos que se vieron en medio mundo en los albores del medio:


Julio César Fernández, la sonrisa de la tele (1ª parte)

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Su nombre evoca gratos recuerdos en los espectadores, su sonrisa perenne invitaba a la audiencia a quedarse ante la pantalla y su verbo directo dejaba entrelucir una sapiencia inaudita en mil y un temas. Julio César Fernández es un hombre del Renacimiento, el público mayoritario lo conoció entre los 70 y los 90 como presentador de radio y televisión en mil y una tareas pero además es un excelente pintor que ha expuesto en medio mundo, articulista, profesor… 

Tiene 82 años y su mente está tan despierta como la de alguien de 40. Sus manos mantienen el pulso firme y a diario trabaja en su estudio en detalladísimas obras a plumilla. Gracias a su hija he podido entrevistarle para este blog aunque en realidad han sido más bien conversaciones, varias y de unas cuantas horas porque con Julio César uno no debe tener el reloj delante. Su memoria privilegiada le va llevando de un lugar a otro con un ritmo de narrador sabio, dejando al interlocutor con ganas de saber más y más hasta que sorprende dándole a la anécdota el final perfecto. Cuando habla de sus ex compañeros (todos amigos) se refiere a ellos con nombre y apellidos, los dos, y además añade el apelativo cariñoso con el que regalaba a los más cercanos (una costumbre muy segoviana, dice con orgullo). 

Desde su debut hasta su prejubilación se puso al frente de informativos, magazines, deportivos, retransmisiones. A todo imprimía su bonhomía y esa naturalidad que lo acercaba al espectador. No sé cómo lo hacía, pero su intelectualidad nunca fue pedante. Quizás era ese gesto afable y por su dicción relajada (pero perfecta), nada impostada. Es de esos profesionales que parece que todo le sale fácil y que hace pensar al televidente que su trabajo podría hacerlo él mismo. Por supuesto, detrás de eso hay trabajo, mucho trabajo y una constante labor de aprendizaje, a la que siempre ha ayudado su perpetua curiosidad, da igual el tema, él va a ser capaz de hablarte de la cultura hebrea o de los tipos de quesos que hay en La Mancha. 

Aunque durante casi un cuarto de siglo fue una cara frecuente en TVE y una voz reconocible en distintas cadenas de radio durante más tiempo, los medios no eran su vocación inicial. Incluso hoy no aprovecha sus buenos contactos para promocionar su pintura, actividad a la que ahora puede dedicarse sin límites de tiempo: “No soy capaz de llamar a nadie para decir que hago una exposición. No busco la presencia en medios”

La televisión apareció en su vida de forma casual y se presentó a una prueba por insistencia de un gobernador que poco después llegaría a ser Presidente del Gobierno y que antes había pasado por la Dirección de la propia TVE, Adolfo Suárez. Eso sí, una vez conseguida la plaza, Julio César se entregó a fondo: “En TV he hecho desde el Concierto de Navidad desde Viena hasta la Vuelta Ciclista, pasando por “Estudio Estadio” y deportes en general, los Telediarios, he hecho hasta la Santa Misa desde Ávila, ¡para qué te voy a contar más! Estuve a punto de ir hasta Jerusalén y eso se me quedó como una espinita.”

“He tratado siempre de hacer mi profesión lo mejor posible. Cuando estaba en Magisterio empecé a leer a Marshall MacLuhan y un compañero me preguntó qué hacía. Yo le expliqué que era un comunicador canadiense, etc. Y me preguntó para qué servía eso. Sirve para que yo lo sepa, que no sabía lo que opinaba este. Años después me lo volví a encontrar en Segovia y me soltó “jo, macho, ¡qué suerte has tenido!” y le respondí: pero no te acuerdas de aquello? Pues ahora ya sabes para qué sirve, para ponerse delante de una cámara y no hacer el ridículo”.

El Rey Mago Julio César durante su etapa como profesor en Segovia

Aunque su primer oficio profesional fue el de profesor, la radio ya ocupaba una parte importante en su vida. Antes incluso de comenzar sus estudios de Magisterio y Graduado Social había debutado ante los micrófonos pero no fue algo buscado. El delegado de Juventudes de Segovia, Enrique Serichol Aguilera, al que le unía su afición al dibujo, le dijo: “Necesitamos voces para un programa semanal que hacemos en directo en Radio Segovia, ¿por qué no colaboras tú?”. Tenía entonces 16 años y aceptó con la modestia de aprender algo. “La voz de la juventud se titulaba, ya ves qué derroche de neuronas”. Estuvo allí hasta que terminó Magisterio y se fue a Coca de profesor. Era el docente más joven de los 92 institutos. “Empecé en la radio jugando”. Durante años compaginó ambos trabajos. La radio iba comiendo cada vez más tiempo de su vida y allí coincidió con el insigne Cirilo Rodríguez (que en 1969 narraría la llegada del hombre a la Luna para RNE). Amigos entrañables, Cirilo había dejado Magisterio a medias y Julio César le animó a finalizar la carrera. A cambio, su compañero le pidió que se presentara a unas oposiciones de Radio Segovia, asociada a la SER. Por aquel entonces, Julio César era profesor de dibujo en los Maristas y de un montón de asignaturas de la Escuela Ángel Alcázar, “deja algo” le dijo Cirilo y se quedó con la Escuela de FP. Se presentó a la prueba y, obviamente, la superó. Estuvo nueve años allí, ocho los compartió con Cirilo antes de que este se trasladara a Madrid. 

Fue en aquella época cuando conoció a Adolfo Suárez en un acto del Camino de San Juan de la Cruz con poetas en cada una de las paradas recitando un texto escrito ad hoc. Julio César tenía que sustituir a un autor ausente. Ante su excelente prosodia, el resto de poetas le pidió que fuera su rapsoda, un éxito, vaya. Era el primer acto como Gobernador Civil de Segovia del político, impresionado, se acercó y le dijo “usted habrá pensado en marcharse de aquí”, “yo le respondí que no, era mi ciudad, estaba a gusto en Radio Segovia y era profesor de una escuela de FP con 600 alumnos.” “Bueno, bueno, ya hablaremos” le respondió Suárez. 

Sin embargo, en junio de 1969 había aceptado ser director general de hostelería de Segovia y tuvo que abandonar la emisora. Apenas duró dos semanas en el cargo porque un trágico accidente se cruzó en su camino. Pudo haber sido letal y así lo parecía en un principio porque encabezó la lista oficial de muertos durante varias horas. Me refiero al hundimiento del restaurante de la urbanización Los Ángeles de San Rafael, construida por Jesús Gil y Gil. Aquel preciso día se celebraba un acto de la asociación allí. Hubo casi 60 muertos y unos 150 heridos. Sobrevivió milagrosamente pero su vida ya no era la misma, había abandonado la emisora y no podía volver fácilmente. Se reencontró con Adolfo Suárez ese mismo día, tras la tragedia, y le insistió en que debía presentarse a TVE. Era el momento. Aunque su idea inicial era optar a una plaza en RNE finalmente le convenció para que se presentara a las de la televisión. 

“La primera prueba fue en el Estudio 4 con Carmelo Barrera de realizador. Te daban un teletipo, como llegaban entonces, sin acentos ni nada y tenías que leerlo de la mejor manera. Luego te paraba y te pedía que narraras una carrera automovilística de Fórmula 1, después una corrida de toros en Las Ventas. Y así sucesivamente… Estábamos cuarenta y tantos y algunos entraron por enchufe directo, incluso uno que era tartamudo”. 

“Primero me llama José de las Casas, me sacan de la clase, el portero no se creía que llamaran de TVE. Subí al teléfono de Secretaría, “Hola, soy José de las Casas, director de programas de TVE. Parece ser que usted podría tener condiciones para ser locutor de TVE”. De saludo, eso. “Así que le pondrá un escrito Don David Cubedo para que se presente en Prado del Rey. Estará unos meses de pruebas en la Segunda Cadena”. A los dos días recibí el oficio, llegué a Prado y me metieron en “Noticias 2” de la Segunda Cadena para hacer imagen y, aparte, voz en off en unos telediarios que hacíamos Florencio Solchaga y yo para Guinea Ecuatorial y Canarias, ¡que se enviaban por avión! ¡fíjate qué información! Lo grabábamos por la mañana, Alfonso Sánchez era el realizador, y luego… al aeropuerto. Estas cosas las ha contado muy poca gente porque muy poca gente las ha vivido. El público se cree que aprietas un botón y salen los churros”.

“Yo soy un poco estoico, más que hedonista. Cuando vienen las cosas me digo: esto puede cuajar y aquí me puedo ganar mi pan honradamente y lo que voy a intentar es hacerlo lo mejor posible. Y esto lo sabía perfectamente Adolfo Suárez cuando me embarcó en esta historia. Efectivamente, llegué a TV y supe que tenía que ganarme la confianza que habían depositado en mí”.

En el programa "Sobre la marcha" en 1972

“Después de la etapa de pruebas pasé a la Primera Cadena a hacer el off de “Contra-Reloj”, una sección de “Panorama de Actualidad” que dirigía Alfredo Amestoy. Era un programa muy moderno y dinámico. La noticia iba como el título. Después se hizo “Sobre la marcha”, Alfredo seguía siendo el director y decidieron que yo debía estar haciendo pantalla, dando paso a las conexiones y si fallaban reaccionar inmediatamente, etc. Estuve bastante tiempo ahí porque después vino “Aquí y ahora” y luego “Gente”, todos en el mismo horario.”

“Las conexiones en directo eran muy complicadas, dependías de los enlaces y como fallara uno te quedabas sin comunicación, por ejemplo, con todo el Norte-Noroeste que dependía de ese enlace. La gente no tenía por qué saberlo porque para eso estamos los profesionales, para que no se note. Un día estábamos hablando del vino del Alvariño en Cambados y el realizador, Javier Sánchez Mariscal, me suelta: ¡que no tengo conexión, improvisa! Faltaban 20 minutos para terminar y mentalmente iba pensando en cómo enlazar con el Chacolí de los vascos, luego pasar al Rioja, después al Penedés… y así hasta que llegó el momento de cerrar el programa y dar paso al Telediario. El director de los informativos, Rafael Ramos Losada, estaba esperándome para darme un abrazo. ¡Pero es que había que hacerlo!”

“Yo entraba en TV a las 10 de la mañana y salía a la una de la madrugada porque Martín Ferrand también me había reclamado para el 24 horas. Cuando algunos amigos veían que no madrugaba mucho me decían “qué suerte tienes que no madrugas” y yo respondía: por qué no me dices qué mala suerte tengo que estoy hasta la madrugada.” 

Durante una entrevista en exteriores en 1977

En una de nuestras conversaciones telefónicas le suelto, con cierto temor a la malinterpretación, que él ha sido un “soldado de la televisión”, siempre dispuesto para el servicio, fuera cual fuera, y encima con la mejor de las actitudes. Me responde: “Está muy bien eso, ¡totalmente! De repente llegaba mi jefe, que era David Cubedo, y me decía “no te comprometas a nada el mes de agosto que quiero que sustituyas al que lleva el TD 2”, pues ahí me tienes, presentando el telediario de las nueve de la noche. Después iba a casa en coche y me decía “joé, en qué emplumado me meten para no poder irme en agosto…” pero enseguida le daba la vuelta y decía, bueno, cuando David Cubedo (que era un dios en aquella época con Matías Prats, Ángel de Echenique, etc.) me llama para que lleve el peso del telediario será que confía en mí y habrá que hacerlo lo mejor posible” 

“Cubedo, jefe de locutores, sabía a quien tenía. Por eso a veces me decía: la vuelta ciclista puede tener problemas. Eso significaba que te quedabas  de guardia, no salías ni nada. Si se rompía la conexión conectaban conmigo en off e ibas comentando. Confiaban en ti y ese tipo de profesionales en TV valen bastante."

Así comenzó la carrera televisiva de Julio César Fernández pero a estas alturas estaba a punto de llegar una de sus grandes oportunidades, un programa que le hizo alcanzar la fama y también el prestigio, "Estudio Estadio", pero de eso hablaremos en la próxima entrada. 

Rematamos esta primera parte con una edición (incompleta) de "Sobre la marcha" recién publicada en la web del Archivo de RTVE:


Julio César Fernández, de "Estudio Estadio" a "Estudio Estadio" (2ª parte)

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Julio César Fernández (dcha.) con el árbitro Ortiz de Mendíbil en la portada de TP

En 1972 nace “Estudio Estadio” presentado por Pedro Ruiz, con el que Julio César había coincidido en “Sobre la marcha” en el que el polifacético y multidisciplinar artista tenía la sección “Fuera de Banda”. Entonces Fernández no podía imaginar que este nuevo espacio deportivo iba a ser clave en su carrera y nos descubre un dato inédito rescatado de su memoria, en realidad Ruiz no fue quien inició esta aventura: “El primero fue Miguel Vila que venía de “La casa del reloj”, un programa infantil, pero creo que sólo pudo hacerlo un día y los críticos, que entonces tenían mucha fuerza, se le echaron encima: ¡cómo un presentador de infantiles va a encargarse de los deportes que son los que manejan la audiencia! Luego fue Pedro Ruiz pero también estuvo poco tiempo porque era colaborador, no era personal de TV, no sé muy bien qué pasó."

"El director de informativos era Juan Cebrián, como era muy joven, le llamábamos el chico del COU. Miguel Ors (director de Deportes de TVE) me avisa de que me va a llamar porque “encabezas la lista que me han encargado de quién debía presentar Estudio. Piénsate si lo vas a aceptar o no”. En aquel momento estaba haciendo “Aquí y ahora”, un magazine de mediodía que había dejado Uribarri. Yo no me lo creía porque era el programa de mayor audiencia del momento. Cebrián me llamó al despacho, no me miró a la cara ni un momento pero sí recuerdo que me dijo “yo quiero que la gente se vaya a casa para ver este programa, ¿te comprometes?”. Yo me comprometo a hacerlo lo mejor posible pero no sé si ese fin tuyo puede ser realidad. “Bueno, ¿lo puedes intentar, ¿no?” Intentarlo cuando tú me digas. “Pues ya está, adiós”." 

El plató de "Estudio Estadio" con Julio César (izda.) con Ortiz de Mendíbil y Rafael Marichalar con el otro árbitro del programa, Antonio Camacho durante la sección La Moviola

"Entonces el programa era el lunes, los montadores se pasaban toda la noche cortando cine y vídeo. Cuando jugaba la Real Sociedad venían en moto con el partido filmado desde donde fuera para revelar por la mañana y montar por la tarde. Más adelante, cuando se fueron creando los centros territoriales los llevaban allí (y los enviaban por enlace)."

Durante tres años Julio César fue la cara visible de uno de los formatos estrella de la parrilla pero en 1976 tuvo que dejarlo. “Juan Antonio Fdez. Abajo era el director de deportes y una vez que estaba lanzado ya “Estudio Estadio” me dijo que quería hacerlo él pero que no me dejaba sin trabajo. Yo le respondí que no se preocupara porque tenía la posibilidad de volver al TD, “no me parece lógico que siendo tú el jefe te pongas en mi lugar, que pongas a otro, vale…” Que conste que nunca me llevé mal con él pero no me gustó eso y se lo dije.” 

"Mundo deporte", claro antecesor de "Estadio 2", horas de retransmisiones deportivas para el sábado

“Me explicó: los sábados por la tarde hay muchos acontecimientos deportivos que no cubrimos. Me gustaría que hilvanaras algo para que pudiéramos atender a todo eso. Entonces llegué con un programa casi para que me dijera que no. Tenemos tantas unidades móviles, tantas PEL, tantas personas en los centros… si en un sitio hay un partido muy interesante hasta de hockey sobre patines, podemos conectar y así lo mismo con otros sitios. Él me respondió que eso se iba a cinco horas y eso era lo que precisamente estaba proponiendo, algo que al verlo, los aficionados dijeran: ya tengo aquí chupete para pasar la tarde tranquilamente con una copita. En realidad era lo que yo quería hacer con el fútbol, un carrusel deportivo, pero no era posible técnicamente. Creo que como me había hecho la faena de quitarme de “Estudio Estadio”, aceptó. Algunos sábados superábamos las cinco horas, conectábamos con baloncesto, fútbol, natación… la gente se entretenía y la audiencia subía como la espuma. Yo estaba muy satisfecho y los realizadores ayudaban muchísimo, eran fundamentales en un programa como este.” El invento se llamó “Mundo Deporte” y fue un clarísimo precedente de “Estadio 2”. A pesar de la buena acogida sólo permaneció en antena una temporada, quizás porque resultaba demasiado complicado técnicamente para la época, posiblemente nació demasiado pronto. 

Sin embargo los jefes de la tele ya tenían pensado cuál sería su siguiente destino y no sería en deportes. En 1977 regresaba al género del magazine con un título que fue uno de los mayores éxitos de la época: “Gente”. Acompañaría en pantalla a Isabel Tenaille y sería el subdirector. “Maruja Callaved (la directora) confiaba en mí a ojos cerrados, nos organizábamos con el realizador y era una tarea complicada. Cuando la gente aprieta el botón y las cosas salen en la tele como churros (y más en programas como los de ahora que metes a cinco a hablar sin importar si hiere o mata) no es consciente de eso.”

Julio César con Isabel Tenaille, Tico Medina y el realizador de "Gente" recibiendo a Anthony Quinn

“Gente” podría ser definido (con todas las reservas) como el primer programa “feminista” de nuestra tele. Por primera vez una mujer dirigía el magazine de mediodía que además tenía también a una mujer como conductora principal: “No éramos conscientes  de eso y ni siquiera lo soy ahora. Los ismos no estaban presentes entonces, Maruja Callaved tenía un prestigio fenomenal y eso era lo que contaba. Yo era su subdirector y “hombre de choque” y me encargó que buscara una presentadora. Hice pruebas a bastante gente y nos quedamos con Isabel. Todavía tenemos mucha relación, fíjate las raíces que tienen las cosas. Quería una chica que entrara en las casas y que fuera como nuestra vecina pero que tuviera clase y carisma y eso lo encontré en Tenaille.”

Desde luego Isabel supo aprovechar la oportunidad porque creó una nueva forma de dirigirse al espectador, mucho menos encorsetada. “No sé si fue un modelo a seguir pero sí que alcanzó una gran popularidad y hasta fue musa de Umbral, que hablaba mucho de ella. Después me la “robaron” para el “Dos por dos” con Mercedes Milá.”

La demostración de un buen menú de Navidad en una emisión de "Gente"

“Mari Cruz Soriano (su sucesora) también era muy natural, se hizo muy amiga mía. Era completamente diferente de Tenaille, yo la llamaba “la vasca que ríe”. Nos hemos tenido mucho aprecio. Tenaille era la pura sencillez y la Soriano, sin querer, tiraba a la sofisticación. Además, era una mujerona.”

En cuanto a Teresa Álvarez, sustituta de verano, ya la conocía previamente. “Ramón Sánchez Mariscal, realizador, me dijo que quería que hiciera la prueba del color y tenía que buscar compañera. Como conectábamos a diario con los centros pensé que la chica de Asturias podía dar bien y ahí fue cuando la conocí en persona.”

A Julio César siempre le ha gustado dar oportunidades a profesionales en los que veía potencial: “Pedro González (que en los 80 sería el rey del Ciclismo en TVE) y José Ángel de la Casa (años después narrador de los partidos de la Selección Española de fútbol y Director de Producción de Deportivos) me preguntaron si podían hacer algo y les encargué un reportaje sobre el aniversario del fallecimiento de Joaquín Blume. Gustó mucho y como ellos estaban en RNE les podíamos ir encargando otras cosas. Promovimos a mucha gente como ellos.”

En 1979 le llegó un nuevo reto, sustituir a Manuel Martín Ferrand al cargo del informativo cultural que se emitía justo después del Telediario 1, “Hora 15” que se rebautizó como “Gaceta Cultural”: “Yo intenté hacerlo próximo. Acercar la cultura a la gente, por eso también tocaba temas como lo del que ha comprado un chalé aprovechando las ruinas de un monumento. Martín Ferrand era un maestro pero yo quería acercar las cosas a la gente.”

“Intentábamos promocionar la cultura y eso también me dio disgustos en Gaceta Cultural. Me llamaron al orden porque decían que había publicidad de las galerías y yo aclaraba que no, hacía cultura. Llamaba a las galerías para saber qué artistas tenían esa temporada que fueran interesantes y me organizaba para ver qué podíamos sacar. He de decir que en ese momento las galerías tampoco lo valoraban hasta que me prohibieron hacerlo y entonces sí pusieron el grito en el cielo. Esto se lo comentaba mucho a Miguel Ors, en deporte se hacía publicidad de todo y a mí me echan la bronca por sacar una exposición. Además, había mucha incultura, un jefe me pregunto si Canaletto, del que iba a sacar un reportaje, era amigo mío y por eso lo sacaba.”

“He entrevistado a filósofos en directo y eso no se había hecho antes y luego recibía cartas, por ejemplo, hubo quien protestó porque hablábamos de Picasso porque era comunista. ¡Y eso qué tiene que ver! ¿Pintaba bien o no? También había gente que escribía por cualquier cosa. Una vez salí sin corbata y se veía que llevaba una crucecita. ¡Pues hubo uno que escribió para decir que a ver cuándo salía con la hoz y el martillo para compensar!”

“En Gaceta también hacíamos denuncia por el destrozo de patrimonio artístico, llamaba a Javier Tusell que entonces dirigía Bellas Artes, y le avisaba de que estuviera pendiente del programa porque íbamos a emitir un reportaje sobre algo así y de esa manera se enteraban. Y esas cosas también las hemos hecho en TVE pero de esto no se acuerdan y si te pregunta alguien no es sobre esto si no sobre si la Soriano estaba buena.” En el espacio cultural su copresentadora era Jana Escribano. "Una SEÑORA. Era perfecta como acompañante, una gran locutora.” No sería la única vez que compartirían plató pero eso lo contamos más tarde. 

Grabando unas declaraciones de Manuel Fraga para la radio

A principios de la década de los ochenta, Julio César ya era un presentador reconocido, había presentado programas de gran calado popular. Sin embargo seguía comportándose como un humilde profesional que tan pronto hacía una retransmisión deportiva como dirigía un cultural, presentaba un telediario o animaba un magazine. Su sempiterna sonrisa amable era ya uno de sus gestos reconocibles pero… “Algunos de mis entrevistados tenían miedo cuando me sonreía. Recuerdo un político, por ejemplo, que se enfadó porque le pregunté por algo de su sobrino y yo me sonreía. Los que me conocían ya sabían que eso significaba que, antes o después, se la soltaba.”

A nuestro protagonista le pilló la Transición en el lugar justo para un periodista, la televisión, el medio que más rápido evolucionaba y que, en cierto momento, tuvo que ponerse de acuerdo con el Gobierno para ir dosificando las informaciones sobre todo lo que pasaba para no aturullar al personal. Pero también había vivido la Dictadura y la constante lucha para superar el techo de lo noticiable así que era “perro viejo” en estas lides: “Era muy interesante esa época. Había muchas tensiones porque cada uno con su ideología quería colocar su noticia en un lugar óptimo. Eso lo controlaban los jefes de informativos, nosotros no decidíamos pero éramos conscientes de las presiones. Cuando me tocó dirigir y decidir estas cosas, organicé el consejo de redacción, no lo inventé yo pero sí que lo usé en todos mis programas. Por la mañana íbamos decidiendo la escaleta de manera bastante democrática.”

“En tiempos de la Transición cada uno iba con sus intereses. TVE tenía varios miles de trabajadores y había comunistas, socialistas, moderados, franquistas… y todos querían que triunfaran los suyos. Allí te las tenías que ventilar como podías ante las dentelladas que te llovían de todos los lados.”

Marisa Medina, Julio César e Isabel Borondo en "Vamos a ver"

El comienzo de la década traería nuevas sorpresas para Fernández en TVE (y no todas agradables). En 1981 le tocó un espacio promocional de la programación, “Vamos a ver”: “Era una de esas cosas que me endilgaban. Era herencia de “625 líneas”, a la que tenía que sustituir. A mí me encargaban cosas y yo pensaba que el que estaba por encima de mí tenía derecho a elegir, cierto es que generalmente me preguntaban si me apetecía. De aquel programa era guionista y presentador. Las compañeras eran fenomenales, simpáticas y agradables. Hicimos una cosa digna.”

Sus copresentadoras eran dos locutoras de la Casa, la veterana Marisa Medina e Isabel Borondo, que había ingresado a finales de los setenta en TVE. “A Borondo le costaba más trabajo, no memorizaba tanto porque Medina es la persona que he visto en mi vida que tuviera más memoria visual. Algunas veces la veía en maquillaje leer del tirón y lo calcaba entero, lo que le pusieras. Me tenía alucinado y ella me respondía: sí pero es del momento, no me preguntes ahora qué he dicho. Era digna de estudio. Gracias a eso hacíamos “técnica de directo”. Nos daban una hora de estudio para grabar media hora de programa y con ella lo hacíamos del tirón y no había que volver al día siguiente.”

Un año después, todo cambió: “Ganó el PSOE y, de momento, nos mandaron a todos al pasillo. Lo llamé la Operación Tarta. Los directores éramos profesionales de la Casa y los subdirectores casi todos eran del partido o simpatizantes. La fresa y la nata estaban trabajando, arriba, las quitaron y se quedó la tarta sola. Cuando ganaron no es que nos dieran otro trabajo, es que nos mandaron a pasillo. Después, poco a poco nos fueron rescatando porque estábamos sin destino, ¡sin hacer nada! Un día me llama la jefa de personal y me dice que no podía estar así y yo respondí que estaba donde me habían mandado, "¿cómo que dónde te han mandado? Pues eso no puede ser." Y, agárrate, me dice que hay que solucionarlo. Recibo una carta de personal que me avisa de que me ponga a las órdenes de cierta persona. Voy a hablar con él: te tienes que poner aquí a escribir lo que aparece en esta pantalla. Yo tenía la plaza ganada ante magistratura de Locutor Nivel 1 (para lo que, entre otras cosas, tenías que improvisar de cualquier tema que te preguntaran) y con un escrito que ni mi madre lo haría más elogioso. Me puse hecho un basilisco: me voy a mi casa y o me llamáis o me echáis. Poco después me llamaron para hacer presentaciones para el Internacional. Allí nos apartaron a todos por ideología, pero no por la nuestra, sino que si no eras de los suyos, adiós. En realidad no sabían qué pensábamos pero daba igual. Después, muchos compañeros que eran del PSOE me decían que había hecho bien al reclamar mis derechos.”

Cabecera del "Programa Regional", Julio César en el sillón y Jana Escribano en la mesa del informativo

“Después ya me pusieron de responsable de los informativos de los centros territoriales. Dirigía el de Madrid y presentaba todos los que no tuvieran centro de producción propia así que yo me encargaba de los de Madrid, Extremadura, las dos Castillas, Cantabria y La Rioja. Después fueron independizándose poco a poco y algunos fui a inaugurarlos yo, por ejemplo, el de Castilla y León.”

“Nos pasaron al Paseo de la Habana para organizar la programación del territorial de Madrid, además del informativo había un magazine propio, así que al final duraba todo hora y media. El Paseo lo habían remozado, estaba bastante bien. El plató era pequeño pero piensa que los informativos los hacíamos en el Estudio 4 que también era muy pequeño así que no se notaba mucho la diferencia. Tampoco necesitábamos más espacio. Allí sudé la camiseta bastante bien, nos coincidieron elecciones y todo. Por cierto, volví a trabajar con Jana. Para un TD era excepcional.”

“De ahí pasé de nuevo a “Estudio Estadio”, fue una sorpresa. Un buen día me llamó el director de deportes para que lo volviera a presentar. Volver a Torrespaña después de que te han vapuleado por los pasillos, era apetecible aunque nunca pensé que lo del Paseo era un castigo, que conste. Mi abuelo, que era un sabio maragato, me decía “cuando seas martillo da y cuando seas yunque, aguanta”. Eso lo he llevado a rajatabla toda la vida. Cuando soy martillo, tan tranquilamente, y cuando soy yunque, aguanto bastante bien.” 

Finalmente aceptó el envite y en 1988 regresó al espacio que tanta fama le había dado al comienzo de su carrera: “Hice una estructura de programa, estuvimos en la hostería de El Paular todos reunidos para organizar el nuevo E.E. con la característica de que en breve tendría que competir con otras cadenas por publicidad. De hecho, nos daban un coche para regalar y se montó bastante gorda con lo de La Liga del Millón (sección presentada por Jordi Hurtado) porque los puristas decían aquello de “Fútbol es fútbol” y lo que metas de acompañamiento es una blasfemia. Pues mira, no, porque ahora con las otras cadenas ya hemos visto que la gente también quiere entretenimiento.”

“Era un escalón bastante difícil de salvar. Cuando oíamos a los de Sudamérica narrar los partidos y meter los spots en medio, pensábamos que eran tontos y fíjate ahora."

"La liga fue criticada, yo la copié de la RAI, allí lo hacía Adriano Celentano y, de repente, te cantaba, hablaba con las chicas. Que conste que aquello era un espacio publicitario, había que participar y se sorteaba el coche pero las críticas las tuvimos hasta de dentro del programa, que no entendían la situación. A nosotros nos encargaron eso y teníamos que hacerlo. El caso es que con la Liga, con esto y con lo otro teníamos 12 millones y medio de audiencia en La 2. Y nos decían: sí, claro 12 millones pero salen unas chicas con una liga en la pierna y tal… A mí lo que me encargaron era audiencia y teníamos que pensar que, a lo mejor, se veía en familia y a uno le gustaba el fútbol pero al resto no e incluir algo de entretenimiento no era pecado."

Di Estéfano y José Luis Garci invitados para el programa del primer aniversario de la nueva etapa de "Estudio Estadio" presentada por Matías Prats y dirigida por Julio César

"Aquella época era de pleno cambio, in fieri que dirían los italianos. Había que cambiar aquello para que no fuera pétreo a otra estructura a otra cosa que fuera más móvil, más asequible y digerible. Comprendo que alguna vez nos habremos equivocado. Yo se lo decía a mis redactores y a los tres subdirectores que tenía, que eran tres, eh. Ellos eran muy clásicos y yo tenía el encargo de hacer evolucionar eso a algo más digestivo. Tenía que buscar más y a más gente, parece que lo logramos a tenor de las audiencias.”

"Era un programa complicado. El fin de semana tenía entre 250 y 300 personas que dependían de mí. Y no sólo por el fútbol, también metíamos baloncesto y otros deportes que tuvieran campeonatos en aquel momento. El director de deportes y yo llegamos a la conclusión de que no presentara yo. Además, yo soy muy partidario de que el director no debe ser el presentador y eso lo llevo cumpliendo desde “Gente”. Una cosa es estar de subdirector, como allí con Maruja, que además teníamos una entente cordiale de toda la vida. Propuse a Matías Prats y él quería que le quitaran del Telediario porque lo veía incompatible pero yo ahí no podía hacer nada."

Junto al Campeón del Mundo de Ajedrez Garri Kaspárov

"A pesar del éxito ya se comentaba dentro del programa que íbamos a durar tres días. A la directiva de la tele no le gustaba el fútbol. Fueron tiempos no demasiado fáciles para los profesionales”. Esa etapa duró dos temporadas y fue cancelada en pleno triunfo de audiencia y ya desprendidos de la polémica Liga del Millón. A Julio César le volvieron a destinar al Canal Internacional de TVE donde hacía presentaciones breves, como tantos otros compañeros con los que la nueva directiva no sabía bien qué hacer. Eso producía situaciones curiosas en su cotidianeidad: “Estaba en la Costa del Sol y un grupo de extranjeros me reconoció porque salía en la Internacional pero no en la nacional” mientras que los oriundos del lugar se sorprendían ante la escena.

Julio César es Caballero del Capítulo Hispanoamericano del Corpus Christi de Toledo

Así hasta que en 1994 se produce una situación que casi roza el surrealismo y que describe así:

Me dice mi jefe directo, Pepe Rodríguez, que me llama Joaquín Tagar que era el jefe de producción de TV. Vamos los dos, un despacho descomunal, me da la mano y nos sentamos. 

- Mira, ahora es buen momento (estábamos en julio) para hacer un informativo de mediodía pero más veraniego y queremos que lo presentes y dirijas tú. 

Yo dejando ir la cuestión. Él seguía: 

- Pepe tiene una lista de redactores que no están ubicados así que elige tú a los que quieras y prepárame algo para empezar en quince días. 

- Es que me voy.

- Ah, claro, las vacaciones. 

- No me has entendido, que me voy.

- Vale, no pasa nada, pues lo dejas preparado y lo pones en funcionamiento cuando vuelvas.

No me entendía porque yo por entonces ya había aceptado el ERE, poco antes me había llegado una carta diciéndome que me podía aprovechar del segundo expediente de regulación de empleo de la tele. Total, que Tagar cayó en la cuenta. Y él se cabreó: “pero qué está pasando aquí, la gente que queremos que se vaya no se va (gente quemada que ya no hacía nada) y los que queremos que os quedéis os vais”. El tío salió hasta la puerta a despedirme. Yo no sabía dónde me iba pero tenía claro que iba a aprovechar el finiquito porque eso suponía asegurar los estudios de mi hija. Esa fue mi pequeña venganza a todos los rácanos que no daban valor al trabajo de la gente”

Animada sobremesa junto a "Fórmula V", Camilo Sesto y Pepe Domingo Castaño, entre otros 

¿Has echado de menos la tele en estos años?

“Yo le decía a Pedro Macía: te equivocas al pensar que esta es tu casa porque has estado desde el principio y estos no lo tienen en cuenta. Esto es como la feria de Valverde, el que más pone, más pierde. Pedro fue perdiendo por el camino todo lo que merecía. Si me apuras hasta se fue sin percibir nada y lo echaron de mala manera. Yo no, las cosas como son, trinqué lo que me correspondía. Es una época de la vida que pasa y ya está. Yo no miro atrás, cuando tomo una decisión… la consulto, estoy tres días dándole la vuelta al coco y después, ya está.”

Fotografía reciente en su estudio últimando una de sus obras a plumilla

Julio César posee, entre otros, el Ondas de 1970 y el premio Popular del diario “Pueblo” en 1973. Además ha sido reconocido por su labor benéfica por Cruz Roja y UNICEF. Hoy en día el dibujo y la pintura ocupan buena parte de su tiempo. Sus obras se han expuesto no sólo en España sino en lugares tan alejados como Houston o Moscú.  

Su charla es divertida y motivadora. Había dejado claro que no le gusta echar la vista atrás pero gracias a la intervención de su hija Rut no fue difícil convencerle para este repaso a su trayectoria televisiva. Julio César Fernández es un profesional fundamental de la historia de TVE, no una estrella sino uno de esos versátiles periodistas capaces de enfrentarse a cualquier batalla sin esperar otra cosa que el respeto del espectador, el mismo respeto, por cierto, que él tenía por su audiencia. 

Y como extra, un par de "Vamos a ver" gracias al Archivo RTVE:

Las fotografías han sido cedidas para este blog por el propio Julio César a través de su hija a la que agradecemos su inestimable colaboración.

La portada de "TP" es cortesía de @ColeccionTV, la novena foto nos la ha prestado @MiguelHerreroSJ y agradezco, además, la ayuda de otras personas (que prefieren el anonimato) para enriquecer visualmente esta entrevista.

Escala en HIFI: Cuatro mujeres

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El Domingo de Resurrección de 1966 TVE emitió un programa muy especial del famosísimo "Escala en HI-FI" con el título "Cuatro mujeres". Los espectadores habituales notarían, seguramente, que aquella semana el episodio tenía más empaque, más medios, más presupuesto en definitiva. No se equivocaban, aquella emisión estaba destinada al Festival Internacional de Montreaux, primera vez de nuestra tele presentándose a este prestigioso certamen para competir por la Rosa de Oro a la mejor producción de variedades. Este era un nuevo paso en la Operación Premio que había comenzado apenas un par de años antes y que pretendía limpiar la imagen del Régimen de Franco usando la televisión. Se enviaban a concurso programas dramáticos y culturales que "demostraban" que aquí no había censura ni cortapisas a la creatividad. Chicho Ibáñez Serrador fue el primero de una interesante lista de teleastas que consiguieron premios internacionales. Ahora tocaba probar suerte también con los musicales y nada mejor que intentarlo con el espacio más innovador que tenía la cadena por entonces y que había nacido de la necesidad: como no se podía traer a todos los cantantes de moda, se montaban una comedia musical con actores haciendo playback de los temas del hit-parade de la semana (como hemos hablado varias veces de él me remito a anteriores posts). 


El director y realizador Fernando García de la Vega declaraba a la revista "TeleRadio": "Creo que tenemos una posibilidad a nuestro favor, apoyada en la novedad que supondrá para los representantes de las restantes televisiones este tipo de programas, inédito en el mundo. Sobre esta base hemos procurado hacer una buena selección musical y ligar cuatro ideas presentadas ya en programas anteriores de Escala confiando su interpretación a unos actores que, sin ser músicos profesionales actúan como si lo fuesen (...) Nos da mayores posibilidades que con otro en que los profesionales actuasen en directo frente a figuras como Frank Sinatra o espectáculos como el de Ed Sullivan. Con todo, es muy difícil conseguir el premio ya que todo el mundo se prepara con el mayor cuidado, hasta el punto de que el programa de la ORTF (Francia), por ejemplo, ha llevado cinco meses de elaboración ".


"Cuatro mujeres" estaba protagonizado por la compañía habitual de "Escala en HI-FI" con Luis Varela a la cabeza como un concertista de piano. Al finalizar su actuación en el Estudio 1 de Prado del Rey (que presumía de ser el más grande de Europa por entonces) se va encontrando sucesivamente con distintas mujeres encarnando arquetipos artísticos que le van llevando a varios escenarios como si un Scrooge dickensiano arrastrado por los fantasmas fuera. Carolina Cromstedt, Margaret B. Peters, Rosa Álvarez y Judy Stephens personificaban esas visiones oníricas conformando un espectáculo metatelevisivo con coreografía de Alberto Portillo y realizado tan sólo con cuatro cámaras aunque, en este caso, se había añadido una más "con imagen en negativo para determinados efectos y transiciones" según contaba el propio director.
   García de la Vega había tenido buen ojo al destacar el espacio presentado por Francia, "L'arroseur arrosé" dirigido por Pierre Tchernia y con el guión, entre otros, de Goscinny, creador de Astérix junto a Uderzo. Este homenaje a los hermanos Lumière se llevó los 10.000 francos suizos de la Rosa de Oro, 137.500 pesetas de la época, 826 tristes euros en conversión directa sin tener en cuenta su verdadero valor en el contexto económico.  
   Ignoro si este especial se conserva en el Archivo pero si está, posiblemente no se encuentre catalogado como perteneciente a "Escala en HI-FI" porque no se han vuelto a enviar imágenes suyas en las últimas décadas. Quizás algún día se descubra entre las viejas latas y podamos ver el primer musical de TVE presentado a un concurso internacional. 

"Las claves de..." El regreso de Balbín a TVE

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Balbín con Gorvachov en el primer programa de la serie

A finales de septiembre de 1998 La 2 de TVE recuperaba a uno de sus periodistas más reconocibles, José Luis Balbín iniciaba nueva etapa en la pública con un programa de entrevistas. El  que fuera director y presentador del debate "La Clave", espacio que desde 1976 a 1985 se emitió en esa cadena (y de 1990 a 1993 en Antena 3), retornaba con un formato distinto pero que desde su título llamaba a la complicidad de sus viejos espectadores: "Las Claves de...". Cada jueves el veterano comunicador se asomaba al prime-time con una entrevista de una hora a "grandes figuras del siglo XX" de campos tan distintos como la política, el arte, la moda, la cocina, la música o el periodismo. La lista de invitados era ambiciosa y sorprendente: el expresidente de la URSS Mijaíl Gorvachov (con el que inauguró la serie), el modisto Giorgio Armani, el chef de chefs Paul Bocuse, la mítica editora del Washington Post Katherine Graham, la ex primera ministra de Pakistán Benazir Bhutto, el famoso periodista televisivo de la CBS Walter Cronkite (recordad su imagen dando la noticia del asesinato de J.F. Kennedy)... todos personajes de primerísimo orden y, habitualmente, inalcanzables para un programa español. Junto a ellos otros mucho más accesibles para la producción pero igualmente interesantes: Albert Boadella, Carlos Cano, Nati Mistral, Carmen Cervera, Compay Segundo, Julio Anguita... Una hora de charla bien documentada y realizada con mimo fuera de plató, en escenarios elegidos por los invitados, una hora de pura televisión pública que, sin embargo, sólo se mantuvo hasta abril de 1999. El maestro Balbín ha recordado la génesis de este regreso a la primera línea televisiva y su ardua preparación en una entrevista vía mail.

- ¿Cómo surgió este proyecto después de tantos años fuera de TVE?

De una manera muy natural. Me ofrecieron regresar de nuevo a la Casa. Yo propuse una serie de entrevistas biográficas a grandes figuras del siglo XX y fue aceptado.

El siempre irreverente Albert Boadella recibió en su casa a Balbín

- Su regreso a la pública fue llamativo porque tras su abrupta salida trece años antes esto sonaba a reconciliación, ¿fue algo así?

Durante una parte importante de mi vida profesional,  RTVE ha sido mi casa. Soy defensor a ultranza de la Televisión Pública. Pero pública de verdad, sin injerencias políticas. Durante el periodo de emisión de La Clave en RTVE tuve que lidiar con ocho Directores Generales lo que indica la inestabilidad que el Ente vivió durante la Transición. Sabía que un programa de entrevistas no iba a crear ningún problema y por eso regresé.

- En esa misma temporada se emitió un especial de "La Clave" por el aniversario de la Constitución, ¿se negoció este programa como un complemento al programa de entrevistas o se planteó quizás como un posible regreso del debate?

Antes del programa de entrevistas, un alto cargo del Gobierno de aquel momento me llamó y me dijo: "Ahora que estamos gobernando nosotros, podrías volver ha hacer La Clave". Yo le contesté: "No, no se puede hacer y te lo voy a demostrar. Si vuelvo ¿qué te parece si comenzamos con un debate sobre el "Pacto del Majestic" entre Aznar y Pujol  y seguimos con un debate sobre la Monarquía y la figura de Juan Carlos?" Con una sonrisa que intentaba ser cómplice me dijo: "Hombre, José Luis, ¿qué necesidad hay de tocar esos temas"?, a lo cual le respondí:  "¿Ves cómo no se puede volver a hacer La Clave?". El especial sobre la Constitución a los 20 años lo hice porque me pareció interesante y oportuno pero sin contraprestaciones futuras de ningún tipo.

Rodeado de buenas viandas, escenario perfecto para la entrevista a Paul Bocuse

- Volviendo a "Las claves de...", imagino que la producción fue complicada porque entre los invitados había varios de primer orden internacional.

No más de lo que fue la producción de "La Clave" por el que pasaron 2.710 invitados, más de una tercera parte extranjeros. Desde Theodore C. Sorensen, asesor del Presidente Kennedy, a Olof Palme, primer Ministro de Suecia, o Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna. Para "Las Claves de..." me rodeé de parte de mi equipo de "La Clave". Ya estábamos acostumbrados.

Con la editora de "The Washington Post" Katherine Graham en su despacho

- Me da la impresión de que algunos fueron casi como un lujo para usted, un capricho que se permitió. Por ejemplo, las charlas con compañeros de profesión como Cronkite o Katherine Graham...

Tanto Cronkite como Graham o Indro Montanelli, que estuvo en uno de los debates de "La Clave",  siempre fueron referentes de buen periodismo para mí. Personalidades que han vivido y contado importantes hechos de la Historia del siglo XX. El ejercicio de esta bendita profesión a la que he dedicado mi vida, me ha dado la oportunidad de conocer a personas realmente interesantes de las que he aprendido mucho.

- Combinaba sabiamente entrevistas a artistas como Nati Mistral con otras a políticos como la ex primera ministra de Pakistán, ¿cómo se organizó esa selección?

En reuniones con el equipo en las que había que compaginar el interés periodístico del personaje a entrevistar con el presupuesto del que disponíamos para la realización de la serie que no era muy boyante, todo sea dicho de paso.

Benazir Bhutto, primera mujer en alcanzar el cargo de Primera Ministra de Pakistan, asesinada en 2007

-¿Qué entrevistada/o le sorprendió más y por qué?

No podría definirme por uno. Todo ellos tuvieron o han tenido una vida sumamente interesante. Me impactó el asesinato de Benazir Bhutto pocos años después de hacerle la entrevista.

- ¿Por qué sólo hubo una temporada?

 Nunca me lo dijeron. Supongo que por una cuestión presupuestaria. Se acabó la serie que habíamos contratado y no se renovó. No soy de pedir explicaciones. Si no renovaron, sus motivos tendrían.

En la web del Archivo de RTVE podemos encontrar dos emisiones (por ahora), las dedicadas a Nati Mistral y a Compay Segundo

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