El pasado 31 de diciembre falleció Betty White, una de las actrices más reconocidas de la historia de la televisión norteamericana. Su papel en "Las chicas de oro" la catapultó a una fama internacional aunque ya en los setenta había conocido el éxito en medio mundo gracias a su papel en una de las sitcoms más prestigiosas nunca emitas en la pantalla, "La chica de la tele". Nada menos que dos premios Emmy consiguió por un papel secundario en esa serie... pero ya había sido nominada mucho antes, en los cincuenta, por su protagonismo en una de las primeras comedias de situación, "Life with Elizabeth".
Betty y Eddie Albert ("Granjero último modelo") en "Hollywood on TV" a finales de los 40 |
En aquella ocasión era prácticamente imposible que ganara, su serie se emitía sólo en el sistema de sindicación (se distribuía en las locales y cada una decidía en qué día y horario ubicarla) y su presupuesto era mínimo, White presumía en entrevistas recientes de que apenas llegaba a los dos dólares por capítulo. Así era imposible competir pero al menos ya puso sobre el mapa nacional a una jovencísima actriz muy popular por entonces en el área de Los Angeles desde finales de los cuarenta gracias al talk-show "Hollywood on Television". Fue precisamente en ese modesto programita donde se iniciaron unos sketches en los que Betty parodiaba la vida matrimonial. Funcionaron tan bien que la cadena local propuso convertirlo en sitcom, al estilo de lo que estaba haciendo Lucille Ball con su "I love Lucy". La propia White tenía muchas dudas de que pudieran llevarlo a cabo, pensaba que se les acabarían las ideas enseguida.
"Life with Elizabeth" comenzó su andadura en octubre de 1953 y emitió el último de sus 65 capítulos en julio de 1955. Sorprendentemente su cancelación no se debió a la falta de audiencia sino a que la compañía distribuidora pensaba que si producían más episodios podrían saturar el mercado de la sindicación y hacerla menos rentable para sus reposiciones. Las cosas han cambiado mucho desde entonces, obviamente. Lo cierto es que esta serie ha pasado a la historia por varias razones.
Es una de las primeras sitcoms de la historia, su popularidad estaba a años luz de la de su modelo, "I love Lucy", pero teniendo en cuenta sus limitaciones, cumplió sobradamente las expectativas de la productora, la distribuidora y las cadenas asociadas. Fue, además, un hito importante en la carrera de la actriz que homenajeamos que, por cierto, fue reconocida no hace mucho como la más longeva de la historia de EE.UU. Otro dato importante, White fue también productora pionera (como también lo era Lucille Ball). Junto al creador y guionista de la serie, George Tibbles y Don Federson fundó Bandy Productions y eso era algo muy poco habitual en esa década y menos para una mujer que había comenzado su carrera artística apenas cinco años antes. Aunque se suele decir que fue premiada por un Emmy por esta serie lo cierto es que se confunde su nominación con un premio que ya había alcanzado gracias al programa anterior pero era un Los Angeles Emmy Award, es decir, un reconocimiento local.
En cuanto al argumento, Elizabeth y Alvin (Del Moore) son un matrimonio joven que viven con un enorme San Bernardo y un pequinés. Sus vecinos y el jefe de Alvin son algunos de los secundarios habituales. Apenas había acción y sí mucha conversación lo que la diferencia claramente de "I love Lucy" donde se incidía mucho en la facilidad para el slapstick de su protagonista. En este caso, además, no había una trama principal que se extendiera durante los 25 minutos de emisión sino breves sketches de entre 4 y 10 minutos de duración que narraban pequeñas anécdotas conyugales. Curiosamente la auténtica estrella de la serie era Elizabeth y no su marido que apenas servía de mero comparsa. Él es paternalista y condescendiente pero cariñoso, ella es inteligente y bastante pícara. Las historietas estaban separadas por el discursillo de un presentador (announcer dirían allí), Jack Narz que un poco más tarde se vería involucrado en el vergonzoso asunto de los concursos amañados con su "Dotto" y del que fue el máximo exponente "Twenty-One" (historia que Robert Redford convirtió en magnífica película, "Quiz Show"). Tras esta sitcom la NBC fichó a Betty para presentar su propio programa matinal así que la aventura que ella pensaba que no iba a durar fue el inicio de una larguísima carrera en la que alcanzó éxitos en distintas décadas llegando a ser reconocible y querida por varias generaciones.
La trayectoria de Betty White la resumimos hace tiempo en un post que podéis leer pinchando aquí.