Aquí están las estrellas femeninas de la TVE de 1964, son las locutoras y presentadoras de los flamantes estudios de Prado del Rey inaugurados apenas seis meses antes de esta histórica foto de grupo. No eran las únicas, desde los estudios de Barcelona otro grupo de jóvenes profesionales se encargaban de funciones similares y ni siquiera están todas las que trabajaban en la capital pero estas cinco elegidas para una portada de la revista TeleRadio eran, posiblemente, las más populares o, al menos, las que más ocupadas estaban aquella temporada. Día sí día también se ponían frente a las cámaras ya fuera para informar de lo que se iba a ver a continuación o para presentar algún programa siempre, eso sí, acompañando a los presentadores. Quizás deberíamos cambiar el verbo y usar otro, "secundando" se atañe más a la realidad. Su labor en la tele era un reflejo de las responsabilidades laborales que, en general, podía asumir la mujer en esta época. Eran importantes en la parrilla televisiva, sí, pero no podían aspirar a más, se comían el marrón de la continuidad, horas y horas de guardia en el locutorio para solucionar cualquier problema técnico con su amable presencia y sus tranquilizadoras palabras: "Rogamos disculpen esta interrupción...". Los hombres no. En cuanto a la presentación de programas importantes, habitualmente (salvo importantes excepciones) se tenían que conformar con ser la ayudante del conductor principal, a cambio ellas se encargaban de decenas de horas semanales de otros espacios de menor enjundia.
El reportaje que acompañaba a este portada (la nº 362) confirmaba la imagen que los hombres tenían de ellas y la que la propia tele quería proyectar, no olvidemos que "TeleRadio" era la revista oficial de la cadena. La breve descripción y la casi telegramática entrevista a cada una reflejaba que su papel, aunque fundamental en TVE se veía con condescendencia y mucho paternalismo. Curioso resulta que el periodista que escribió esto (que hoy resulta sonrojante) fuera nada menos que Francisco Umbral que por aquel entonces trabajaba como corresponsal en Madrid de "El Norte de Castilla" cuyo director, Miguel Delibes, le había dado la oportunidad de estrenarse en Valladolid. Para complementar sus ingresos colaboraba con otras publicaciones como esta. Atención al tono del que muchos años después sería prestigioso escritor y columnista.
"Isabel Bauzá es la más antigua locutora de Televisión Española. Es morena, graciosa, "discreta" que diría el clásico. Está casada y tiene un hijo de pocos meses. Se le nota la veteranía, el oficio, en la desenvoltura con que entra en los hogares, a través de la pantalla, como si estuviera en el suyo propio. Lleva una maleta corta y viste de negro con un original adorno bajo el cuello (...)
- ¿Como empezó?
- Con un programa muy pequeñito.
- ¿Mucho tiempo con el programa pequeñito?
- A la semana de estar en TVE hacía tres programas infantiles y tres largos.
- ¿Empezó actuando ya con la misma seguridad con que hoy lo hace?
- No. Nadie puede tener seguridad al principio.
- Resuma su historial televisivo.
- He representado a España en Bruselas y en Portugal. Y he hecho varias veces el Festival del Mediterráneo.
- ¿Tiene sueños de actriz?
- No.
- ¿Es compatible la televisión con el matrimonio?
- Ya ve usted que sí.
- (...) ¿Ha hecho usted publicidad alguna vez?
- ¿Por qué me lo pregunta?
- Porque me parece que, con esa sonrisa, usted es capaz de convencer a cualquiera de qué sopa y qué coñac son los mejores y los que debe comprar urgentemente."
"Carmina Alonso ha obtenido el Premio Ondas como locutora-presentadora de televisión. Ella es rubia y sonriente. Simpática.
- ¿Cuántos años en la profesión?
- Dos y medio.
- ¿Tiene novio?
- Claro.
- ¿Y qué dice su novio?
- Se queja.
- ¿De qué puede quejarse?
- De eso. De los horarios. Siempre tengo que dejarle para entrar a trabajar a las horas en que todo el mundo sale a divertirse.
- ¿Qué hacía antes de dedicarse a sonreír a los españoles desde la minipantalla?
- Estudiaba para hacerme diplomada en belleza facial.
- La que usted tiene.
- (...) ¿Seguirá trabajando en televisión cuando se case? Lo digo porque hay casos. Ya sabe, Isabel Bauzá.
- No sé. Quizá haga algún programa que no sea complicado."
"Pilar Cañada nunca se ha visto en la pantalla de la televisión aunque es una de las presentadoras que con más frecuencia se asoman al receptor (...)
- ¿Está usted aquí por guapa?
- Estoy porque me hicieron unas pruebas y resultaron bien.
- (...) ¿No le resulta monótono su trabajo?
- No.
Pilar tiene un algo aristocrático en su personal Un perfil de grabado ilustre y grandes ojos color de tarde. Su voz es dulce y lenta. Suele peinarse con el pelo recogido. Tiene un novio pintor.
- Pilar, ¿no es el sueño de una locutora llegar a ser actriz?
- Yo lo he sido. He hecho un poco de teatro y otro poco de cine.
- ¿Cree que llegará a algo más en televisión?
- Naturalmente."
"Marisa Medina es, además de locutora de televisión, una señorita de la poesía secreta. Marisa la poetisa le llaman los amigos. Es alta, bonita, espectacular. Una chica llena de inquietudes que, en lugar de dedicar los ratos libres a pasear por Madrid bordeando los socavones con esa gracia que tiene en el andar, prefiere meterse en casita a escribir sus poesías.
- ¿Cuántos años en televisión, Marisa?
- Tres.
- ¿Cómo empezó?
- Como actriz.
- ¿Es usted entonces una actriz fracasada?
- Nada de eso, oiga. Me pasé a locutora porque este trabajo me parece más seguro."
A Mari Carmen García Vela se empeñó en cambiarle el nombre produciéndose un diálogo casi surrealista:
"- ¿Cómo la anuncian en televisión?
- Bueno, la verdad es que nunca me anuncian.
- Vamos a probar a recortarle un poquito el nombre para cuando sea usted famosa, ¿quiere?
- Encantada.
- ¿Qué tal María Vela?
- Muy corto. Muy seco.
- ¿Y Carmen Vela?
- Los dos son como un poco folklóricos.
- Se lo dedicaremos a la primera bailaora de la nueva ola que venga pegando. Carmen Vela, ¡qué nombre para armar la marimorena en esos tablaos! O Mariavela, pronunciado así, todo junto. ¿De verdad que no le gusta?
- Suena a Marianela.
- Sí. Y a bailarina antigua, a tonadillera de viejo romance. Pero ya veo que no le hace mucha ilusión."
No es que Umbral no respetara a estas cinco extraordinarias presentadoras, simplemente era la actitud de la época. Todo hay que verlo en su contexto, lo preocupante sería que hoy en día se mantuviera esta postura. Hemos avanzado mucho... pero aún queda mucho por camino por andar.