El 16 de septiembre de 2002 Antena 3 presentaba su nueva programación matinal, dos nuevos programas que intentaban separarse de las cadenas que ganaban la batalla de la audiencia desde hacía años, Telecinco con María Teresa Campos en primer lugar secundada por Inés Ballester desde la Primera. Roberto Arce y Marta Cáceres inauguraban la mañana con "Buenos días", un informativo amable al estilo de lo que se podía ver en televisiones europeas, con saloncito incluido en vez del típico decorado de los noticiarios matutinos. Pero la verdadera apuesta de la privada era "A plena luz" comandado por Pedro Piqueras, un veterano de los informativos que había sido estrella de su edición de las 21 h hasta la llegada de Sáenz de Buruaga.
En la presentación a la prensa, el periodista dejó muy claro que la crónica social tendría su espacio pero ni la entendía ni le interesaba (declaraciones a "El País") así que dejaba ese cáliz en manos de Yolanda Alzola, presentadora proveniente de ETB que después se haría fija de "Decogarden". Piqueras se lo tomaba como un reto y pisaba el luminoso plató sin prejuicios y con ganas de aprender (o eso decía) pero no tuvo mucho tiempo de margen para adaptarse a un formato totalmente ajeno a sus competencias. Su única experiencia en este campo fue en el "Buenos días" de TVE a finales de los 80 y aquellos eran otros tiempos así que ni siquiera se podía aceptar comparación entre uno y otro.
A pesar de que "A plena luz" pretendía ser un infoshow a la americana, fijándose sobre todo en el "Good Morning America" de la ABC, España estaba acostumbrada a otras cosas y con el paso de las semanas Piqueras se tuvo que "descorbatar" y bajar a la arena del cotilleo. Sí, al otrora sobrio presentador del Telediario (muy alejado del adjetivo "dantesco" que le haría famoso en su etapa actual en Telecinco) le tocó compartir mesa con Lydia Lozano y Antonio Sánchez-Casado entre otros especialistas en corazón. Su ignorancia sobre vidas ajenas era patente y se notaba más cómodo en las entrevistas a directores, actores, músicos y toreros en promoción. Ni la llegada en noviembre de Mar Saura para conducir un concurso musical al estilo del "La música es la pista" de otra Mar (Flores) en las autonómicas, ni los continuos cambios en la estructura, ni el recorte de tiempo sirvieron para subir la audiencia. Con la llegada de la Navidad el equipo se despidió para siempre, más de 10 puntos de share por debajo de la Campos. El programa se quedó como un intento más de Antena 3 de renovar las mañana... y eso no es poco.
Fotos cedidas por Atresmedia