Si vemos este logotipo enseguida se nos viene a la mente una cabecera histórica, de esas que parece que duraron años y años en nuestra pantalla. Curiosamente, muchos la recordarán con un montaje y una música distintos a aquellos con los que se estrenó en noviembre de 1976 y tampoco sabrán que, en su origen, éste era un programa que incluía mucho más que una película. Efectivamente, el título y la cabecera (aún con cambios) se mantuvieron casi una década en la Primera pero todo había comenzado de forma precipitada, como era costumbre en la tele de los setenta... si bien eso parece que no ha cambiado. El sábado era el día que prácticamente todas las cadenas europeas destinaban al film estelar de la semana, el estreno en la pequeña pantalla o la esperada reposición de una superproducción que era un valor seguro para el espectador pero en TVE ya llevaban varias temporadas dedicando ese día a otro tipo de programas. Sin irnos demasiado lejos, en 1975/76 Íñigo había triunfado con "Directísimo" y en el verano "Palmarés" con Bárbara Rey había sido un éxto inesperado. Ese programita pensado sólo para las vacaciones se tuvo que alargar un mes más porque no estaba claro si volvería el espacio que había lanzado a Uri Geller. En realidad, José María Íñigo ya tenía en mente otro aún más espectacular, "Martes Noche... Fiesta" que se estrenaría un poco más tarde. Mientras se pensaba qué hacer con los sábados, Pilar Velázquez sustituía a Bárbara, que ya tenía comprometido el rodaje de una película.
Y es entonces cuando entra en juego Manuel Martín Ferrand, periodista de amplio espectro que había debutado en TVE en los sesenta, dirigido y presentado un informativo nocturno ("24 horas"), un ambicioso magazine con Amestoy ("Nosotros", que tras el abandono de don Alfredo conduciría en solitario hasta final de temporada), uno de los primeros ómnibus ("Siempre en domingo") al tiempo que dirigía periódicos y creaba formatos históricos en la Cadena SER como "Hora 25". Él se encargará de presentar grandes películas bajo el epígrafe ya mencionado, "Sábado Cine". No es nada novedoso, ya en la misma temporada Blanca Álvarez y Fernando Pieri presentan "El Cine" con una breve charla sobre la película a emitir y algunas notas sobre su director, actores, contexto histórico... todo muy formal, casi de cine-club. Y no olvidemos "La clave" con Balbín, que usa el largometraje como excusa para el debate y que debutaba ese mismo año. Sin embargo, Martín Ferrand supo buscar una fórmula alternativa.
Con un gran sentido del espectáculo, el periodista planteó sus introducciones como una visita a una sala, con tres partes diferenciadas, una presentación con NO-DO, un Intermedio en el que tomar un refresco y la tertulia final, tal y como haría un espectador normal al acudir a un estreno en aquella época. Martín Ferrand consiguió lo mismo que muchos años después lograría José Manuel Parada con su "Cine de Barrio": que lo que complementaba a la película fuera tan interesante (o incluso más) que el propio film. Con escenografía cambiante y una realización muy dinámica con predominio del uso de la grúa para relacionar entre sí los distintos sets, "Sábado Cine" revistió a la proyección de un boato que la enaltecía aún más. Fantástica forma de promocionar el propio contenido y aprovechar la compra de esas superproducciones.
El formato no era fijo, podía haber entrevistas, tertulias o reportajes relacionados directa o indirectamente con el largometraje, con su tema, con el escenario en el que transcurrían... No era un programa para cinéfilos, era un espacio para todos los públicos. Decía el Anuario de RTVE de 1976: "Martín Ferrand consiguió una difícil simbiosis del cine, el reportaje, el espectáculo televisivo y el gran programa radiofónico. Después de haber visto alguno de los programas (...) es inútil describirlos. Hay que subrayar, sin embargo, la difícil originalidad de una conjunción de medios y de estímulos que parecían ya, si no agotados, cotidianamente exprimidos hasta el final. La presentación "en vivo", la conversación ante las cámaras, la antología, el resumen y la revisión de los momentos estelares del cine, la cita oportuna (y hasta erudita) con escenas unidas por su temática, por su argumento, por su función en el todo."
Si por algo se caracterizaba este gallego era por la ambición en sus propósitos y por un sano espíritu renovador, sin miedo a la experimentación. Por eso, "Sábado Cine" no podía quedarse en lo que ya hemos contado, que no es poco. Éste no será sólo un programa televisivo, también será radiado. RNE transmite la banda sonora al mismo tiempo que la televisión y Martín Ferrand realiza "discretos comentarios" durante los silencios, es decir, ¡que inventó los extras del DVD! Finalizado el último bloque del programa en la Primera Cadena de TVE, el periodista continúa en la radio dando paso a los comentarios de los espectadores a través de llamadas telefónicas. No se puede negar que intentó aprovechar todos los medios disponibles.
La idea funcionó pero no podemos olvidar que las películas seleccionadas tuvieron, en general, un gran nivel: "Dos en la carretera", "El guateque", "El león en invierno", "El planeta de los simios"o "Gigante" por citar sólo algunas, en muchos casos estrenos absolutos en televisión. En su primera cita se aupó como líder en el panel de aceptación del espectador y en general mantuvo una excelente posición, siempre entre los diez primeros puestos. Las contadas ocasiones en las que bajó sus críticos aprovecharon para ponerle a parir: "La propia empresa se siente abrumada por el éxito: nada menos que de de ser el primero en el barómetro a ser el antepenúltimo ha pasado el programa de M. F. En deinfitiva, ello prueab que lo que importa es la película (cosa muy natural por otra parte) y que el resto del show (odaliscas incluidas) no sirva sino para irritar a unos pocos (sobre todo a los cinéfilos), deja indeferentes a los más y entusiasmar a los otros pocos que nos quedan (que son, naturalmente, los incondicionales acérrimos del polifacético periodista)" se decía en el comentario adjunto al panel en el número 993 de la revista TeleRadio, ojo, la oficial de RTVE, es decir, dinamitaban su labor desde dentro de la Casa. En esa misma revista otras críticas eran absolutamente laudatorias, que conste.
Don Manuel se mantuvo hasta el segundo trimestre de 1977. Quizás harto de los peros a su original forma de entender la tele a pesar del éxito, decidió volver a informativos con un programa llamado "Hora 15", tras la primera edición del Telediario y que se ocupaba de la información cultural. "Sábado Cine" continuaría años y años pero ya sin presentaciones.
Gracias a Archivo RTVE podemos comprobar hoy que aquel programa era muy moderno para la época y que se esforzaba por complementar a la película con contenidos interesantes incluso por sí mismos. Aquí está el dedicado a "Al Sur del Pacífico", uno de los tres que se conservan: