Elvis es Elvis, es evidente, su impronta en la cultura popular sigue vigente y cuando actuó por primera vez en el show de Ed Sullivan en la CBS, el programa favorito de las familias cada domingo, batió todos los récords de audiencia habidos hasta el momento. La segunda vez que apareció, el 28 de octubre de 1956, tuvo un duro competidor entre los invitados al programa. No era un cantante, ni siquiera era norteamericano sino un ventrílocuo español. Su nombre era Wenceslao Moreno, el Señor Wences aunque allí lo escribían Senor y lo pronunciaban "Senior", así fue conocido en EE.UU desde finales de los 40 hasta los 90 y su importancia en el mundo del espectáculo fue reconocida con varios homenajes e incluso una calle en Nueva York.
Aunque su primera apareción televisiva se produjera en 1948 en el popular programa de Milton Berle de la NBC fue en "The Ed Sullivan Show", de la cadena rival, donde consiguió fama de costa a costa. Por entonces ya estaba muy asentado en Broadway donde sus números de ventriloquía eran muy admirados por su maestría y novedad. No era el típico señor que conversaba con un muñeco irreverente y hasta maleducado al estilo de Ed Bergen (el padre de Candice Bergen, "Murphy Brown") y su impertinente Charlie McArthy. Podríamos decir que Wences ni siquiera hacía chistes, su número era más visual, con apenas leves intercambios de palabras con sus personajes y, en muchos casos, con las mismas frases, las coletillas "Shhh' awright" en el caso de Pedro y "Easy for you, for me is very difficult", ambas con marcadísimo acento español. Sus diálogos eran surrealistas y eso unido a la dificultad para entender lo que decía lo convertía todo en más absurdo aún. No eran sus únicas "marionetas" pero sí las más populares y he entrecomillado lo de marionetas porque en realidad, si somos estrictos, no podrían definirse así. Pedro era una cabeza en una caja y Johnny su propia mano a la que le pintaba ojos y boca (sí, él fue quien lo inventó) y le añadía ropita y peluca. Todo esto lo hacía en directo, ante los alucinados ojos de la audiencia que, parece, nunca se cansó de esta liturgia.
Era bien conocida la afición de Sullivan por la ventriloquía y los títeres y eran muy habituales estos números entre los singles de éxito de la semana en su programa. Fue en este programa donde Jim Henson consiguió el espaldarazo definitivo y donde Topo Gigio se hizo famoso mundialmente pero ningún artista acudió tantas veces como el Señor Wences. En el libro "A Really Big Show" de John Leonard se cifran en 23 sus apariciones pero en un artículo del New York Times las elevan a 48 (y este dato es el que se da por bueno en la Wikipedia y otras webs). En ese mismo libro el autor asegura que para el espectador fiel del show, este salmantino está mucho más relacionado con la historia del programa que los mismísimos Beatles y Elvis porque, aunque estos marcaron época, Wences fue una presencia tan habitual como familiar durante los 22 años que duró el programa. Pero no sólo apareció en el variety de Sullivan, Wences fue un fijo de los programas espectáculo de todas las grandes cadenas y en los 70 fue reconocido como una referencia por el gran Jim Henson en The Muppet Show donde también fue invitado de honor. Resulta increíble que un hombre con este acento indisimulado (y posiblemente provocado) se convirtiera en un clásico del show business norteamericano.
Y ahora pensad un momento en su apellido: Moreno, ¿recordáis algún otro ventrílocuo con ese apellido? Pues eso... su sobrino.