Desde hace casi 40 años el amable rostro de Jesús Álvarez se asoma a la pantalla de TVE. Su voz está íntimamente ligada a la información deportiva pero no fue esa su primera responsabilidad televisiva. Estos días el periodista puede recordar su debut en informativos, porque precisamente se cumplen 37 años, fue en el verano de 1977 en el programa "Siete días" dirigido por Joaquín Soler Serrano (del que hablamos en la entrada anterior). Álvarez había debutado en la radio de la mano de un viejo compañero de su padre, Antolín García, padre a su vez de la recientemente fallecida mujer del tiempo y dobladora Marta García. Poco después había trabajado con Soler Serrano en el programa radiofónico "Rompiendo el aire" y no lo debió hacer mal porque fue el mismo don Joaquín quien le propuso debutar como redactor y locutor en televisión. Tenía por entonces 19 añitos.
"Acabo de llegar a televisión, o sea que en el medio soy un pardillo, no me las quiero dar de nada. Por ahora lo que tengo que hacer es aprender a desenvolverme y aprender todo de todos". Con esta humildad se presentaba ante los medios el hijo de uno de los pioneros del medio, fallecido prematuramente en 1970 y cuyo recuerdo todavía permanecía (y permanece) entre los espectadores. "Creo que sí influyó en mi afición al periodismo pero pienso que fue de una forma indirecta, sin que yo apenas me diera cuenta. Empecé a estudiar Periodismo hace un par de años y hasta el momento de matricularme en la Facultad no tenía idea de lo que iba a hacer. Nunca me lo había planteado. Por eso creo que si mi padre influyó en mí lo hizo sin que apenas me diese cuenta de ello" decía Jesús.
Ante un busto de su padre respondía a las preguntas del periodista Jesús Mª de la Calle sobre la posible ayuda que suponía ser hijo de un popular comunicador: "Sinceramente, creo que sí, ¡para qué nos vamos a engañar! Pero también creo que ésta será la tópica y típica situación en la que, por eso mismo, me puede costar más trabajo abrirme paso. La gente empezará a verme como el hijo de Jesús Álvarez, a quien todavía n ha olvidado y eso tiene sus desventajas, como es obvio". Con el tiempo consiguió que la audiencia le respetara por sus méritos y no por su herencia. Y "Siete días" fue un excelente comienzo, tras la etapa de Soler Serrano como director-presentador fue elegido por su sucesor, Fernando Ónega, como presentador de la nueva temporada junto a Isabel Tenaille.
"Acabo de llegar a televisión, o sea que en el medio soy un pardillo, no me las quiero dar de nada. Por ahora lo que tengo que hacer es aprender a desenvolverme y aprender todo de todos". Con esta humildad se presentaba ante los medios el hijo de uno de los pioneros del medio, fallecido prematuramente en 1970 y cuyo recuerdo todavía permanecía (y permanece) entre los espectadores. "Creo que sí influyó en mi afición al periodismo pero pienso que fue de una forma indirecta, sin que yo apenas me diera cuenta. Empecé a estudiar Periodismo hace un par de años y hasta el momento de matricularme en la Facultad no tenía idea de lo que iba a hacer. Nunca me lo había planteado. Por eso creo que si mi padre influyó en mí lo hizo sin que apenas me diese cuenta de ello" decía Jesús.
Ante un busto de su padre respondía a las preguntas del periodista Jesús Mª de la Calle sobre la posible ayuda que suponía ser hijo de un popular comunicador: "Sinceramente, creo que sí, ¡para qué nos vamos a engañar! Pero también creo que ésta será la tópica y típica situación en la que, por eso mismo, me puede costar más trabajo abrirme paso. La gente empezará a verme como el hijo de Jesús Álvarez, a quien todavía n ha olvidado y eso tiene sus desventajas, como es obvio". Con el tiempo consiguió que la audiencia le respetara por sus méritos y no por su herencia. Y "Siete días" fue un excelente comienzo, tras la etapa de Soler Serrano como director-presentador fue elegido por su sucesor, Fernando Ónega, como presentador de la nueva temporada junto a Isabel Tenaille.