En 1976, cuando falleció el primero de los tres payasos de la tele, alguien dijo "no ha muerto Fofó, se ha ido Alfonso Aragón Bermúdez", creo que esa frase vale perfectamente para anunciar el fallecimiento de Emilio Aragón porque Miliki, como tantos otros personajes de nuestra infancia seguirá vivo en nuestro recuerdo para siempre. Aunque en España conocemos a Emilio principalmente por su etapa, larga etapa, en Los Payasos de la Tele, la carrera de este sevillano del 29 comenzó mucho antes. Como integrantes de una gran saga circense, los tres hermanos se unieron bien pronto a la troupe pero su habilidad para la comedia les hizo desgajarse del grupo familiar para ser trío estrella del Price y más tarde emigrar a América donde actuaron en varias ocasiones en The Ed Sullivan Show e hicieron gira nada menos que con Buster Keaton. Pioneros de la televisión en Cuba, Venezuela y Argentina, en este último país también protagonizaron películas y siguen siendo recordados con cariño, por eso hoy "Clarín", el díario más importante del país, ha colocado en portada la noticia. A España regresaron en 1972 y convencieron a los jefes de TVE para montar una carpa en Prado del Rey. "No podemos meter a 200 niños aquí, ¡nos lo destrozarían todo!" tuvo que oir Emilio Aragón Sr. pero ellos sabían por experiencia que sin ese público emocionado que reía, cantaba o respondía histérico a su famosa pregunta "¿Cómo están ustedes?" el triunfo no llegaría. Los niños en casa percibían ese ambiente de fiesta que se vivía en el plató y por eso su programa copó los primeros puestos de audiencia y aceptación durante años y años. Las comedietas en las que Gaby tenía que soportar las travesuras de Fofó, Miliki y, más tarde, Fofito y Milikito se combinaban con los números acrobáticos, los juegos y concursos. Su experiencia en la "alta comedia" de salas de fiestas estadounidenses fue fundamental para conseguir el ritmo y el tempo adecuados para la televisión. Sabían dividir la escaleta del programa con gran sentido del espectáculo y siempre pensando en su público, los niños, una audiencia inquieta y tendente al aburrimiento inmediato, algo que con su show era imposible. Miliki además era un músico de talento, compositor e instrumentista. Sus canciones han perdurado porque son buenas, ni más ni menos, no debemos tener prejuicios en este sentido, hay temas infantiles de calidad y otros que se olvidan con el tiempo, no es el caso de sus melodías, que 40 años después siguen funcionando. Tras un período de retiro televisivo volvió en los 90 con mucha fuerza, en Antena 3 y Telecinco primero y con regreso triunfal a TVE después. Su empeño en resucitar el circo clásico junto a Rita Irasema fue entrañable, tanto como su último papel cinematográfico en el debut de su hijo en la dirección, su monólogo final era, con mucho, lo mejor de la película. Resumir su longeva trayectoria es imposible y además innecesario porque varias generaciones lo llevamos en el cajoncito de nuestras mejores vivencias televisivas. Gracias, Miliki, por tantos buenos momentos.
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