1977, Ágata Lys es ya toda una estrella de nuestro cine más picaruelo. Su salto a la fama se había producido tan sólo 5 años antes como secretaria del "Un, dos, tres". Su sensualidad y su forma tan descarada de dirigirse a Kiko y a los concursantes sirvieron para lo que pretendía: llamar la atención de los cazatalentos cinematográficos y acceder al mundo de la interpretación, aunque para ello tuviera que servirse de sus atributos físicos y no tanto de su calidad como actriz, demostrada posteriormente. En este panorama, Ágata es elegida por el director y realizador Fernando García de la Vega ("Escala en HI-FI", "Galas del sábado", "Cambie su suerte") para protagonizar uno de los programas de la serie "Eva a las diez".
Concebido como un espectáculo de música y humor al servicio de cinco mujeres de bandera, el programia nació ya con problemas. A pesar de que la Transición ya estaba en marcha y de que el cine mostraba a mujeres desnudas, en la tele la cosa no era tan fácil y tuvieron en cuarentena varias de las emisiones. Pero no sólo eso contribuyó a que sólo se emitieran cinco capítulos, el primero de la serie estuvo protagonizado por María José Cantudo que tuvo unas críticas terribles. Decía Enrique del Corral en "ABC": Lo bueno de la televisión es que deshace mitos. La señorita Cantudo parece que tiene carrera cinematográfica. Nos alegramos. Pero en televisión tiene poco que hacer. Mejor dicho, después de verla en "Eva a las diez", no tiene que hacer nada mientras no aprenda a cantar, bailar y hablar Hablar como actriz, claro, no como mujer, que está al alcance de cualquiera.
Con este estreno no es de extrañar que muchos estuvieron pendientes del segundo programa, con Ágata como estrella, para ver si estaba a la altura. Desde luego tuvo más éxito y las críticas no se centraron en sus capacidades sino en algo completamente ajeno a su responsabilidad: esta escena que vemos en sucesivos fotogramas hizo que los más rancios se levantaran contra TVE en general y García de la Vega en particular. Eva, epítome de la mujer en general, representada en cada episodio en una actriz exuberante, era aquí una fiera que necesitaba ser domada por Pepe Rubio (que años antes había protagonizado una versión actualizada de "La fierecilla domada" precisamente).
Uñas felinas, mirada provocadora, labios en forma de corazón mientras susurraba (más que cantaba)... a unos les excitó y a otros... también pero de manera distinta.
Nadiuska, María Silva y Victoria Vera protagonizaron los tres últimos programas y la polémica continuó hasta que finalmente la Casa decidió que era mejor cancelarla.
Concebido como un espectáculo de música y humor al servicio de cinco mujeres de bandera, el programia nació ya con problemas. A pesar de que la Transición ya estaba en marcha y de que el cine mostraba a mujeres desnudas, en la tele la cosa no era tan fácil y tuvieron en cuarentena varias de las emisiones. Pero no sólo eso contribuyó a que sólo se emitieran cinco capítulos, el primero de la serie estuvo protagonizado por María José Cantudo que tuvo unas críticas terribles. Decía Enrique del Corral en "ABC": Lo bueno de la televisión es que deshace mitos. La señorita Cantudo parece que tiene carrera cinematográfica. Nos alegramos. Pero en televisión tiene poco que hacer. Mejor dicho, después de verla en "Eva a las diez", no tiene que hacer nada mientras no aprenda a cantar, bailar y hablar Hablar como actriz, claro, no como mujer, que está al alcance de cualquiera.
Con este estreno no es de extrañar que muchos estuvieron pendientes del segundo programa, con Ágata como estrella, para ver si estaba a la altura. Desde luego tuvo más éxito y las críticas no se centraron en sus capacidades sino en algo completamente ajeno a su responsabilidad: esta escena que vemos en sucesivos fotogramas hizo que los más rancios se levantaran contra TVE en general y García de la Vega en particular. Eva, epítome de la mujer en general, representada en cada episodio en una actriz exuberante, era aquí una fiera que necesitaba ser domada por Pepe Rubio (que años antes había protagonizado una versión actualizada de "La fierecilla domada" precisamente).
Uñas felinas, mirada provocadora, labios en forma de corazón mientras susurraba (más que cantaba)... a unos les excitó y a otros... también pero de manera distinta.
Nadiuska, María Silva y Victoria Vera protagonizaron los tres últimos programas y la polémica continuó hasta que finalmente la Casa decidió que era mejor cancelarla.